SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: Mas alla de triunfadores y derrotados CREDITO: Jorge Fernandez Menendez Los terminos del debate se establecieron en la primera intervencion de cada uno de los candidatos. Alli mostraron sus cartas y hacia donde se dirigian. Y fijaron tambien sus ritmos discursivos: Cuauhtemoc Cardenas utilizo siete de sus ocho minutos para definir su propuesta ("un cambio justo y razonable") y comenzar inmediatamente con lo que seria su constante: un ataque sistematico al gobierno sin presentar un cuerpo de propuestas que fueran mas alla de ese cambio. A Ernesto Zedillo le tomo un minuto. En ese lapso mostro sus cartas: la apuesta por el futuro, la continuidad con Colosio y su juventud como posibilidad real de cambio. A diferencia de Cardenas, en sus primeros ocho minutos, Zedillo logro aterrizar las grandes lineas de su programa y presentar, a traves de un hilo conductor que paso de la reforma judicial y legal a una estrategia economica basada en el crecimiento, a una reforma politica con mayor federalismo y democracia. Diego Fernandez de Cevallo lo hizo en treinta segundos. En dos parrafos mostro lo que queria: presentar su propuesta ("orden justo, etica politica y economia humana"), deslindar al PAN del PRI y atacar duramente a Cardenas. Diego entro al debate directamente y enarbolo la historia democratica de medio siglo del PAN, colocando al PRI y al PRD, a Zedillo y a Cardenas, como dos caras de una misma moneda. Ese era su objetivo para derrotar en la lucha por el liderazgo de la oposicion a Cuauhtemoc. A partir de alli, con leves variaciones, el debate se mantuvo en esa dinamica. En el caso de Cardenas fueron notables varios aspectos: primero, la intencionada carencia de propuestas. Si Zedillo trato de insistir en el futuro, Cardenas hizo enfasis, siempre, en el pasado. Pero ese fue su gran error: porque le regalo a Diego la posibilidad de atacar de lleno ese pasado y de insistir en los cambios de posiciones que a lo largo de su carrera ha tenido Cardenas. El candidato del PRD no logro salir de esa trampa y, a lo largo del debate se limito a contestar que no se arrepentia de nada de su pasado. Pero fue muy poco porque cuando acuso, tuvo, tanto en Diego como en Zedillo, respuestas y contraataques (la referencia de Zedillo a la utilizacion del nombre de Colosio por parte del candidato del PRD y la comparacion que hizo Diego "si Cardenas es democrata, Aburto es pacifista", fueron un verdadero gancho al higado del candidato perredista) a los que Cardenas en ningun caso respondio. En este sentido tanto Zedillo como Diego tuvieron ventaja en sus respectivas posiciones. El candidato del PRI logro mantener su imagen y su propuesta e incluso en temas polemicos como los de la economia y los libros de texto, especialmente por la inexactitud en los ataques, pudo salir sin conflicto. Logro Zedillo tambien mostrar un programa coherente y que juega, con mucho acierto electoral, con las ideas de estabilidad y de un cambio razonado y gradual. Por otra parte, las pocas veces que realmente Zedillo entro a la polemica lo hizo con mucha precision y manejando datos muy duros, en particular contra Cardenas. Diego, aun mas que Zedillo, cubrio insistimos su principal objetivo: salio del debate mostrando que, como lider de la oposicion, hoy por hoy tiene mas arrestos y presencia que Cardenas (¨cuantos perredistas hubieran deseado ayer tener a Porfirio Munoz Ledo debatiendo en la CFE?). Aprovecho plenamente sus dotes de orador y pudo, con mucha facilidad, presentar argumentos de peso. Probablemente, de acuerdo con sus necesidades politicas, nadie gano ayer mas que el. Pero en el debate llamaron la atencion otros aspectos que, a futuro, podrian ser importantes. Por una parte tanto Diego como Cardenas hicieron enfasis en que los suyos no serian gobiernos partidistas. Ambos insistieron en que sus gabinetes serian plurales. Zedillo fue el unico que destaco en su discurso, en varias oportunidades, su propuesta de igualdad juridica de la mujer y la relacion entre reforma judicial y reforma economica. No dejo de ser significativo el que la diferencia economica del PAN con el PR I no se pudo establecer con claridad: Diego reconocio las medidas macroeconomicas pero dijo que estas provocaron 40 millones de pobres pero no dijo que politica economica alternativa propondria el PAN y en ese sentido y en otros: ambos hablaron de una "cruzada por la educacion" las propuestas de Diego y de Zedillo fueron muy similares. Mientras Cardenas repitio con mala fortuna uno de los puntos controvertidos que presento hace un ano en el ITAM: proponer un mayor gasto publico al mismo tiempo que una reduc cion de los ingresos fiscales. Cualquier economista sabe que ambos objetivos, en el marco en que los presento Cardenas, son imposibles de lograr al mismo tiempo. Pero quizas fue mas notorio el cambio de papeles que se registro entre Diego y Cardenas: mientras el panista hizo girar buena parte de sus intervenciones en la democracia y en la necesidad de respaldar a los sectores populares, en ampliar libertad y abrir los espacios sociales, Cardenas sorprendio con un discurso en varios aspectos conservador: no solo no respondio a las acusaciones de Diego respecto a las leyes restrictivas que promulgo durante su gobierno en Michoacan sino que volvio a un tema que se crei a habia quedado ya fuera del lenguaje cardenista: el llamado al Ejercito y las Fuerzas Armadas como factor de orden y no de defensa nacional. Mientras el discurso de Diego tenia fuertes ecos socialcristianos, el de Cardenas, partiendo de la vieja izquierda nacionalista, se escucho conservador. Los resultados, apenas concluido el debate, parecen claros. Zedillo logro su objetivo: se mostro tranquilo, pudo presentar con claridad su programa y conservo a su electorado y ganar parte de los indecisos. Mostro que tiene una propuesta coherente y caracter para responder cuando fue necesario. Diego gano ampliamente su batalla personal: sale del debate como la figura lider de la oposicion, mostrando mayor coherencia politica e historica que Cardenas. Este, en lo que resta de la campana, debera remontar muc ho de lo perdido ayer: sobre todo, comprender que solo con la critica y siendo acritico con el propio pasado es muy dificil ganar a la mayoria del electorado. .