PAG. 35 SECCION: CULTURA CABEZA: DETRAS DE LAS PALABRAS CREDITO: EDUARDO LIZALDE "En la palabra habitan otros ruidos". Con ese verso se inicia un soneto de Jorge Cuesta, que redacto el mismo en varias versiones, tocado como estaba (como casi todos los poetas de su generacion) por la poesia de Valery, del que textualmente toma un verso para desenvolverlo y glosarlo en un soneto: "Al gozo en que la fruta se convierte" (publicado en sobretiro de la revista Tierra Nueva, con presentacion de Ali Chumacero, y el cual en otras ediciones se transcribe con una variante: "Al gozo en que el instan te se convierte...". El primero esta tomado del Cementerio Marino de Valery, supongo que conscientemente por Cuesta: "Comme le fruit se fond en jouissance/ Comme en delice il change son absence" (versos que pueden traducirse: Como el fruto que se funde en el gozo/ y en delicia su ausencia transfigura). Pero empiezo ya a desviarme del asunto por el que viene a cuento el verso de Jorge Cuesta sobre los ocultos ruidos que hay en las palabras. En mi nota anterior sobre mis desventuras y aventuras en el campo de la traduccion (un ciclo de poemas franceses de Rilke), reproduje mi version del poema numero XXI, dentro de la serie titulada precisamente Les roses. La traduccion de ese texto me valio una amistosa polemica telefonica con el agudo y acucioso Jose de la Colina, que objeta (me temo que con toda la razon ) una de mis temerarias parafrasis (en el tercer verso del poema: "šNo te produce vertigo/ girar en torno a ti sobre tu tallo/ para degollarte, rosa redonda?"). Pero antes de explicar los terminos de esa instructiva discusion perdida por este traductor, debo anotar algunas erratas graves, que se deslizaron, sobre todo en los versos francese de Rilke, en la pasada nota publicada en esta seccion. El verso cuarto se transcribio como "Mais quand ton propone elant tinonde"; la palabra subrayada es, naturalmente: "propre" y no "propone". Tambien hay errores en los ultimos dos versos, que transcribo aqui en forma correcta: "Cest un monde qui tourne en rond/ pour que son c alme centre ose...". El verso que objeta De la Colina es este: "pour te terminer, rose ronde", que debe traducirse textualmente (suena casi igual en castellano): "para terminarte, rosa redonda", y no para "degollarte", como yo crei traducir mas brillante e imaginativamente, porque supuse que Rilke no intentaba solo expresar con esa palabra el termino, la "completud" o plenitud a la que llegara la rosa de su girar vertiginoso, sino tambien el riesgo de su terminacion en el sentido de "finitud", de muerte, de caducidad o de autod estruccion. Tiene razon De la Colina, lo confieso con tristeza, y creo que mi version de la rosa degollada, suicida, no es valida, porque violenta el sentido original del poema, falsea el espiritu de lo que su autor intenta reflejar con el conjunto, como en otros poemas del mismo ciclo y otros de la obra rilkeana. Hay sin embargo una dificultad: no expresa claramente la palabra "terminarte" las dos vertientes implicitas en el poema: "la plenitud de lo que cumple insuperablemente un ciclo de perfeccion vital", el de la rosa, que luego, ha de morir; pero no encuentro la palabra mas exacta, y vuelvo al "terminarte", atendiendo a la sugerencia acertada de Jose de la Colina. Solo en la lectura realmente comprensiva, en la captacion del contexto, y en la percepcion del aura temperamental de un conjunto de versos que confor man un poema, pueden entenderse (a veces, otras no), ciertas palabras clave, que en ocasiones suele el traductor inexperto traducir acertadamente sin entenderlas, simplemente ateniendose a la literalidad y al diccionario, y atinando en la nota como burro flautista. El traductor imaginativo y dado a las tentadoras parafrasis, corre como ya se ve mas riesgos y, aunque suele enmendar felizmente la plana al autor del verso original en algun caso, tiene que andar con pies de plomo para no incurrir en traducciones degenerativas o deformantes que lo exponen a la perdida de los hallazgos valiosos y a las versiones chabacanas. Mejor es, en todo caso (ya lo hemos hecho con todo cinismo en otras paginas), lanzarse con desfachatez a las versiones liberrimas, a las parafrasis declaradamente irrespetuosas y a los poemas propios. .