SECCION: ESPECTACULOS PAG. 40 CINTILLO: ES SOLO ROCK, PERO ME ENFERMA CABEZA: Asperezas de la imagen publica CREDITO: XAVIER VELASCO Greg Ladanyi, se llama el encargado de dar cauce a las lavas del cuarto lbum de Caifanes. Alguien recuerda al memorable productor del <\<>PB>Hold Out<\<>$>, de Jackson Browne? Pues del mismo perfeccionista se trata. Encerrado con la banda y una mesa de pool, el oficioso ingeniero Ladanyi se fumo una decena de semanas realizando la chamba, que entre otras cosas conto con algunos puntuales armonicazos de Graham Nash. A estas alturas de la grungemania, tal no puede ser tema de presuncion curricular, sino sim ple sintoma de un futuro inminente; en esta jungla de creadores ya no bastar con ser talentoso, sino tambien pro. <\<>PI>Profesional o prostituyente?<\<>$> Todo depender de la adminitracion glutear que cada cul desee implantar sobre sus propias miserias, pero la verdad es que, si de la imagen pblica se trata, ya es hora de consegurile a esa senoita una plaza entre las banquetas de Sullivan. Quien no ensena, amiguitos, es frecuente victima de una fuerte contraccion mercadologica que termina por hacer un pestilente mojon de su microeconomia. Es decir; los pudibundos venden puro cuaresmeno. Aunque precisamente bajo tal pretexto se monto, hace unos dias, la version rastrera de la opera <\<>PB>Carmen<\<>PI><\<>$>, en la Plaza Mexico. Aj; Bizet para tablajeros. Captaron bien, lectores contlapaches: hay empresarios, como la senora Paloma Bercht, que confunden <\<>PI>opera con rastro<\<>$>, y fue asi que Hector Tolon, dignisimo violinista, cometio la osada nobleza de levantarse de su sitio para exigir al matancero vestido de luces que se abstuviese de matar al toro. La Bercht, digna entretenedora de los ms nacos nuevos ricos, mentaba chispas y echaba madres, pero hubo entre los presentes varias personas que tuvieron la ejemplar decencia de<\<>PB> <\<>$>abandonar el rastro sin presenciar la ejecucion<\<>PB> <\<>PI>"Por que no mejor se entretienen matndose las ladillas?"<\<>$>, vale preguntarse frente a tan abominables nupcias entre lirica y asesinato. Surgen asi las canijas dudas; y t, que harias por el billete? Matarias pollos, perros, vacas, bebes en el escenario? Le darias callo a tus cuates, a tus tias, a tu jefa? Llamarias a la puerta de la revista <\<>PB>Eres<\<>$>? Favor de reproducir estas preguntas en una hoja blanca y faxearlas con un cupon retornable a la banda de tu preferencia. De ser sinceras, algunas respuestas podrian provocar el suicidio de varios fans -los fieles a Man mejor ni manden nada, que conste-. iQue cosa ms cursi es la imagen pblica! Y lo peor es que todo el mundo se viene con la finta. Por algo somos miembros del mismo mercado, y como tales reaccionamos mejor a la <\<>PI>personalidad<\<>$> del producto que al producto en si. Al gallito que lo dude me permito invitarlo a darse un quemon con la nueva portada del <\<>PB>GQ<\<>$>, engalanada por el porte jacobino de don Elvis de Costello, viejo marques del new wave. Hace unos anos, cuando un companero de infortunio estaba por pasar a tomarse la fot o en la crcel de Houston, quise consolarlo con una broma de gusto agrio: <\<>PI>"iAnimate, vas a ser coverboy en la portada del GQ!"<\<>$>, le dije al colega, sin imaginar que un dia Elvis Costello, rockero radical cuya popularidad cruzo las fronteras britnicas gracias a una oportuna estancia en el hotel de los barrotes, figuraria entre los exconvictos mejor vestidos del planeta. Sin embargo, no deja de parecerme preferible que sea Costello, uno de los msicos ms sensibles e inteligentes que ha escupido el rock, y no el pelagatos de Donald Trum, quien les pinte sus mocasines a todos esos yuppies que viven -bueno, es un decir- sonando con el divino branguetazo que les permita vestirse, al igual que Lord Jagger, de puritito Versace. Ya lo ven, senores yuppies; los antecedentes penales dan pedigree. Un amigo de la infancia que jams supo distinguir entre Jon Anderson y Anderson Clayton ha llegado a la madurez con esa sola idea: apanarse un pedrigree. Para lograrlo, se gasto la poca juventud que le toco -ni modo, unos nacen ms rucallosos que otros- en una oficina que material e intelectualmente le quedaba estrecha. Sin embargo, han pasado los anos y mi corriente amigo sigue chillando cuando su jefe lo carga del pellejo. Adormilado por una rutina que constituye todo su fundamento vital, este neozombi se sorprende de que no sea el, con su obediencia, sino la <\<>PI>literalmente increible<\<>$> Gloria Trevi, a puro golpe de imagen pblica, quien merezca los nobles elogios de una princesa polaca. Soplate esa, mi Estefania; la meritita princesa de Poniatowski echole de sus floridas flores a la ms macuarra de las mirreinas. O sease que your Royal Highness se trago el cuento chino de la rockera rebelde & despadrieta que se pasa el establishment por el que te narre. Antes, cuando eran los hermanos Grimm y no la s gemelas Ivonne e Ivette quienes escribian la historia, las princesas solian picarse con huesos. O con principes. O con sapos arribistas. Hoy, las herederas al trono se pican con cualquier imagen prefabricada. Como quien dice: si la Trevi fuera cierta, la misma Isabel II no se perderia el <\<>PI>Always on Sunday<\<>$>. Se imaginan a Dona Chabe haciendo la cola de las tortillas? Ahora si, queridos compinches: andan valiendo queso las monarquias .