SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: UNA NUEVA CULTURA POLITICA CREDITO: Gilberto Guevara Niebla El anunciado debate entre candidatos puede ser un signo esperanzador de una nueva cultura politica. No debe versele como un circo o una competencia de facultades retoricas, sino como una confrontacion seria, consistente, significativa, entre las visiones que cada candidato tiene de los problemas nacionales y sus posibles soluciones. A todos nos interesa conocer la ideologia de los partidos y sus candidatos porque unos y otros representan opciones de futuro para nuestra comunidad. Los documentos programaticos que hasta ahora han ofrecido al publico, son textos desiguales en su redaccion, estructura y grado de seriedad. Ofrecen apenas formulaciones fragmentarias, no siempre coherentes, de las concepciones de cada partido ademas de que, invariablemente, presentan un tono de propaganda al estilo Segunda Guerra Mundial, en donde se apela al poder formal de las palabras para "despertar la conciencia" del interpelado. Una nueva cultura politica supone recuperar la dimension pedagogica de la politica. Los politicos deberian verse a si mismos mas como maestros y menos como lideres de multitudes al estilo siglo XIX. La diferencia entre uno y otro estriba en que el primero busca cambiar gradualmente la vision del mundo de las personas a las que se dirige ofreciendoles nuevos conocimientos, actitudes y valores, mientras que el segundo aspira solo a crear y recrear la lealtad o culto de la multitud hacia su persona. La democracia moderna exige un nuevo liderazgo, un liderazgo ilustrado, fundado en la inteligencia y la razon y exige, asimismo, abandonar el estilo antiguo de liderazgo caudillil que recurre en exclusiva a la pasion y a la emotividad de las masas para conquistar su adhesion. Se requieren nuevos lideres y nuevas ideologias. Uno espera que las ideologias partidarias recojan las nuevas demandas sociales, pero esto casi no sucede. Buena parte del desprestigio de la politica ante la gente se desprende de un fen omeno que podria nombrarse "la obsolescencia de las ideologias partidarias". En el caso de Mexico, la politica partidaria, en general, ha sido dominada por el pragmatismo y el inmediatismo. El objetivo de la competencia electoral es ganar votos, poco importa el sustento que tengan estos. Con ese objetivo en perspectiva los partidos no se preocupan mucho, buscan ganar el voto siguiendo el camino facil de la propaganda y la publicidad. Como consecuencia, el triunfo lo conquista frecuentemente, no el candidato que posee la vision mas lucida o las soluciones mas viables o mejor pensadas de los problemas, sino aquel que desarrolla una mejor actividad publicitaria. Existe una calidad del voto. Cuando se dice que es deseable el voto razonado, se esta pensando en que el votante decida su voto en base a una informacion seria y suficiente sobre los hombres y las ideas que estos habran de poner en practica en caso de conquistar los puestos en disputa. La opcion contraria la representa el voto carismatico, que solo se orienta en funcion de la adhesion emotiva que suscita la imagen del lider en los votantes. El mecanismo de seduccion lider-masas es comun, incluso entre capas ilustradas de la poblacion. Hay partidos que, incluso, lo explotan deliberdamente y utilizan aqui si racionalmente el fondo irracional de las masas para ganar elecciones apelando, para ello, a sofisticados metodos de propaganda y tecnicas de sugestion de la multitud por el lider. Las concentraciones de masas con frecuencia no favorecen un vinculo racional entre el lider y las masas. Sociologos, psicologos, educadores y comunicologos coinciden en senalar el efecto inconsciente que se desencadena en un hombre cuando se encuentra en la condicion de miembro de una multitud. "Se diria, dice Freud, que basta con que un gran numero de hombres se encuentra reunido para que todas las adquisiciones morales de los individuos se desvanezcan al punto y que no queden en su lugar sino las actitude s psiquicas mas primitivas, mas antiguas, mas brutales". La television, como lo han demostrado los psicologos y comunicologos, tambien en cierta forma recrea a la sociedad de masas. Los spots propagandisticos de los partidos no ayudan mucho, que digamos, a la comprension racional y a la diferenciacion de intereses que supone la politica moderna. Pero en el caso de un debate televisado, la TV estaria siendo utilizada en su sentido contrario y positivo. De aparato enajenante como la nombramos usualmente para destacar su funcion nagativa la TV se estara transformand o en una autentica escuela moderna de educacion politica. Los vinculos pasionales no favorecen, por otra parte, la construccion de consensos entre partidos. La construccion de consensos, sin embargo, es la tarea comun mas apremiante de los mexicanos en este momento. Lo que necesitamos en el contexto de la crisis politica que estamos viviendo es afirmar tal vez, redefinir bases racionales de nuestra unidad politica y para lograrlo requerimos, desde luego, expresar racionalmente lo que nos une y, obviamente, lo que nos separa. De ahi la importancia del debate, que en si mismo, significa muchas cosas. El solo hecho de que los candidatos de diferentes partidos compartan un foro comun es una novedad, un cambio en las formas politicas electorales, pero principalmente significa una demostracion categorica de que los candidatos no representan a naciones distintas y antagonicas y que, en cambio, representan a partidos, es decir, partes que son solidarias y estan unidas en torno a un interes supremo que es el interes del conjunto: Mexico .