SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: El debate: lo politico y lo tecnico CREDITO: Jacqueline Peschard A medida que las elecciones en Mexico han ido cobrando centralidad politica, la exigencia de condiciones equitativas de competencia entre los partidos politicos se ha venido convirtiendo en un asunto medular de la polemica en torno a las urnas. El tema de los debates entre candidatos presidenciales se inscribe en esta exigencia y hoy esta a punto de hacerse realidad, pero hay problemas politicos y tecnicos que remontar. La idea de poner a debatir a los candidatos a altos puestos politicos fue impulsada por los partidos de oposicion en los ultimos anos, pero el PRI se rehuso sistematicamente porque la disposicion de las fuerzas politicas lo colocaba en la silla de los acusados, y porque el partido del gobierno no lo consideraba indispensable para darle credibilidd a los comicios. En cambio, en esta eleccion presidencial, la convocatoria a la realizacion del debate surgio del propio abanderado tricolor, incluso antes de que arrancara la campana electoral, y su sucesor la ha ratificado y cuenta ya con la anuencia de los candidatos del PAN y del PRD. No cabe duda que la realizacion del debate tiene importantes implicaciones positivas para nuestra vida politica en proceso de cambio. Por un lado, permite difundir masivamente el contenido de las plataformas de los partidos politicos para que los electores puedan orientar mejor sus preferencias. Por otro, es un reconocimiento expreso de que existen al menos tres candidatos con posibilidades de competir por la Presidencia de la Republica (esa suele ser la logica de la organizacion de los debates en otros pai ses). Cabe senalar, sin embargo, que no deja de haber una contradiccion en el discurso oficial porque se ha dado apoyo legal y economico a los partidos menores, y ahora se les desplaza de este primer encuentro entre candidatos. De otra parte, el debate coloca a los tres principales candidatos en igualdad de circunstancias, ya que las diferencias que existen en cuanto a recursos economicos entre ellos carecen de significado en este caso. Lo verdaderamente importante son las habilidades discursivas de los contendientes. Finalmente, para el candidato triunfador, el debate publico es una manera de dejar constancia en la memoria colectiva de las promesas y compromisos que contrajo durante la campana. Pero, parte de las implicaciones politicas de los debates provienen de los aspectos tecnicos que intervienen. El hecho de que la comparecencia de los candidatos se haga ante los medios masivos de comunicacion le imprime al evento la logica propia de los transmisores electronicos. En la radio, pero sobre todo la television, impacta mas lo espectacular que lo racional y bien fundamentado, porque se registra mas facilmente lo inmediato y lo contundente, que lo matizado que es un rasgo basico de la buena argume ntacion politica. Ademas, pesan mas cualidades personales tales como la voz o la figura que las dotes de estadista que son las que en ultima instancia tendrian que evaluarse en este tipo de actos. Por otra parte, a fin de que los debates cumplan con los objetivos deseables, es preciso que se resuelva una serie de cuestiones tecnicas relativas a los modos del debate, sobre todo si consideramos que no existe ni experiencia previa ni reglamentacion alguna al respecto. El hecho justamente de que no exista una instancia definida encargada de organizar el evento, ha hecho que sean los mismos partidos quienes tengan que directamente definir los terminos y condiciones para el debate. Una vez decidida la duracion del mismo (90 minutos), las veces que intervendra cada candidato (7 intervenciones con derecho a replica), y que la Camara Nacional de la Industria de la Radio y Television va a ser la encargada de fijar el lugar y los temas a debatirse y estando estipulado ya que los gastos seran cubiertos por los tres partidos en partes iguales, el punto mas conflictivo es el que se refiere a la mecanica misma del debate. En un contexto de falta de credibilidad en las instancias politicas que se extiende a los medios de comunicacion, y en medio de profundas suspicacias entre los partidos politicos, particularmente entre el PRD y el PRI, esta tarea se hace mas compleja. El plazo para ponerse de acuerdo es breve porque ya se decidio que el debate se lleve a cabo antes del 16 de mayo, sin embargo, todavia existe el peligro de que las desconfianzas mutuas conduzcan mas que a un debate en sentido estricto, a una presentacion conjunta de tres posiciones paralelas. Si lo que llega a privar son las desconfianzas, se perderia una buena oportunidad de avanzar politicamente. Las grandes expectativas que ha despertado el debate podrian derivar, entonces, en el parto de los montes. .