PAG. 41 SECCION: CULTURA CABEZA: II. La guia de Paul Gruber CREDITO: Nacido en Ocotlan, Jalisco, el 17 de junio de 1926, y discipulo del maestro Manuel Bernal Jimenez entre otros, se distinguio desde muy joven por su sensibilidad y talento de ejecutante y de creador. Fue concertino de la Orquesta Sinfonica de Guadalajara desde 1949 y datan de 1952 sus primeras composiciones. En la decada de los anos 50 realiza estudios superiores en la Escuela Juilliard de Nueva York (1955), y ya en 1957 compone su primera sinfonia y una Suite para cuerdas, que fueron el preludio de una cons istente y vasta produccion, de la que dificilmente podriamos dar cuenta integral en esta nota, pero en la que figuran, desde los anos 60, brillantes obras para orquesta, como Preambulo, Obertura Lirica (1963), Trayectorias (1967), Si Libet (1968), Ixamatl (1969), como en las siguientes decadas: Encuentros (1971), Ritual (1973), Raices (1977), Interminado sueno (1981), Misa prehistorica (1980), Interecos (1982), sin mencionar aqui su tambien muy extenso conjunto de obras para conciertos de camara, ni sus c omposiciones para diferentes producciones cinematogaficas: Tajimara, Amelia, Muneca reina, Una senora estupenda. Culto, dotado de gran imaginacion e inteligencia, no es por fortuna la de Manuel Enriquez la muerte de un artista malogrado, sino la de un compositor que nos hereda una de las obras mas originales, solidas y deslumbrantes. Deploramos su desaparicion, pero celebramos que un gran numero de colegas suyos se dispongan ya al sistematico rescate de sus trabajos y a la constante ejecucion publica de los mismos. Tarde digiere el publico la musica de sus contemporaneos, pero tambien tarde o temprano terminan vencien do el gusto conservador de todos los climas las obras de envergadura artistica indiscutible. Que no descansen en paz las partituras de Manuel Enriquez. II. Un comentario aparte, que al amigo Manuel le hubiera interesado. Hace unas semanas, hable aqui de la edicion Guide to Recorded Opera, de Paul Gruber, de cuya existencia nos enteramos por una resena de la revista Gramophone. Ya tenemos el gran volumen (782 pp.) en la mano, editado por W.W. Norton & Company, New York-London, en 1973. Se trata de una edicion esplendida, en la que Gruber trabajo mas de diez anos, inspirado originalmente por el libro de John W. Freeman sobre las grandes operas, publicado en 1984 por la misma editorial (Stories of the Great Operas). La investigacion y la informacion que dan sustento a este por otra parte hermoso libro, son imponentes. No solo se da notocia de esas 150 operas de todos los tiempos, sino que se ofrecen las fichas discograficas de todas las versiones magistrales que de esas operas se han hecho a lo largo del siglo en el foro del viejo y el nuevo MET, tanto como en estudios que se nutrieron de las mayores puestas en escena y elencos que las montaron en ese teatro, desde los primeros anos del siglo a 1990. No se limito a eso Paul Gruber, que es solo el editor de la obra, el prologuista y el redactor principal. Tambien obtuvo para las resenas y los analisis tecnicos de cada una de las grabaciones, la colaboracion de un gran numero de eminentes especialistas, a los que se da naturalmente credito en el volumen. La edicion de Gruber consigna no solo las grabaciones de operas completas hechas en el MET, sino muchas de las mas grandes registradas en todos los mayores teatros de opera del mundo. La obra es mucho mas que un diccionario y una historia dela opera en el siglo XX. Es tambien un ensayo de calidad y rigor criticos inusuales. En el prologo de este gran libro (que ya comentaremos con detalle mas adelante), Gruber declara que no intento con el sino proseguir la formidable labor consumada por Roland Gelatt en el libro ejemplar The Faboulous Phonograph, que es como dice PG: "la definitiva historia del arte de la grabacion", y del que ya nos hemos ocupado en otros anos, pues es una obra editada para la conmemoracion del primer siglo del fonografo (1877-1977). .