GUIA: COM SECCION: Informacion General Pag. 12 CINTILLO: DEBATE CABEZA: ¨Combatir la muerte con la muerte? CREDITO: Alejandra Viveros Lomeli Y como si Jalisco no tuviera suficiente con las explosiones de Guadalajara en abril del ano pasado, con la matanza de gente inocente en la discoteca Cristine de Puerto Vallarta durante un enfrentamiento de narcotraficantes rivales en noviembre del ano pasado, y con la balacera del 26 de mayo donde murio el cardenal Jesus Posadas Ocampo y otras cinco personas, a su gobernador interino, Carlos Rivera Aceves, se le ocurre insinuar la instauracion de la pena de muerte en Mexico para castigar a los narcotraficantes. Podria tratarse de declaraciones hechas a la ligera, pero tambien de una mascara de fuerza para encubrir no solo sus propias debilidades como gobernador de Jalisco, sino para de alguna manera contrarrestar el "laissez-faire" por el que hasta ahora se han caracterizado los gobernadores de esa entidad durante las tres ultimas administraciones. Si con Alvarez del Castillo las cosas estuvieron muy mal en Jalisco, con Cosio Vidaurri en nada mejoraron. Aunque afortunadamente lo retiraron antes de que cometiera mayores errores, ¨como olvidar que su sobrina Sara Cosio estuvo secuestrada -por no decir que vinculada- con uno de los mayores narcotraficantes, Rafael Caro Quintero, hace ocho anos, y que durante las explosiones de Guadalajara el gobernador se dedico mas a encubrir a los culpables que a proteger a las victimas de la negligencia de su equipo? La violencia desatada en las calles de las principales ciudades del pais como la balacera de Puerto Vallarta, el asesinato de Rafael Aguilar Guajardo, ex cabecilla del cartel de Juarez; el de Alvarez Farber, ex procurador de Sinaloa y el del cardenal Posadas Ocampo tienen el comun denominador de no ser mas que el resultado natural de una situacion que los gobernantes de Jalisco y ciertos funcionarios publicos irresponsables y corruptos pusieron fuera de control. De ahi las desafortunadas declaraciones de Rivera Aceves respecto a la pena de muerte, pues estas han puesto de manifiesto no solo la negligencia e incapacidad de los ultimos gobiernos de Jalisco para luchar eficazmente contra el narcotrafico y la corrupcion, sino la suya propia para resolver los conflictos de una sociedad marcada por la violencia de la delincuencia organizada y por las heridas de las explosiones de Guadalajara todavia demasiado frescas. Afortunadamente y para el bien de todos, el gobierno federal ha rectificado el rumbo. La lucha contra la impunidad y el narcotrafico a cargo de Carpizo es una realidad, y la excepcion de las declaraciones del gobernador interino de Jalisco confirman la regla de que en Mexico todavia existen politicos que no han perdido la lucidez ante los hechos ocurridos en los ultimos dias. El procurador general de la Republica y el titular de la CNDH se han encargado en diversas ocasiones de dar a conocer su negativa a la instauracion de la pena de muerte en Mexico por considerarla una violacion a los derechos humanos mas elementales. Expertos juristas como Jose Luis Soberanes, director del Instituto de Investigaciones Juridicas de la UNAM y Carlos Garcia Moreno, miembro de la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya se han pronunciado en su contra, proponiendo en contraparte el aumento de la pena por la comision de delitos graves. Es mas, hasta la propia Iglesia catolica, indignada ante el asesinato de uno de sus jerarcas, se ha mantenido prudente al respecto, pues como lo declaro el obispo emerito de Papantla, Genaro Alamilla Arteaga, la pena de muerte no resuelve el problema de la violencia e inseguridad por la que atravesamos. Y mucho menos en un pais donde las denuncias de Jorge Carpizo en contra de las filtraciones del narcotrafico en varios sectores importantes de poder en Mexico -en ciertos funcionarios publicos de la propia policia judicial, ministerios publicos, poder judicial y ciertos medios de prensa- han puesto de manifiesto el amplio margen de error que aun se tiene en la imparticion de la justicia en Mexico. Y es que asi como los propios acontecimientos de Guadalajara nos demuestran que la ineficiencia no se combate con demagogia, mucho menos la muerte mediante mas muerte ntos de Guadalajara nos demuestran que la ineficiencia no se combate con demagogia, mucho me .