SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 4 CABEZA: El albur es el triunfo de la memoria sobre la agudeza CREDITO:CARLOS MONSIVAIS* ENTRETEXTO: Ya para 1973, en cine y teatro, la apertura echeverrista extrae del silencio a Chingada, Carajo y demas vocablos Ante todo, hay que saber cuantas veces debemos abandonar nuestra novia y huir de sexo en sexo hasta el fin de la tierra Vicente Huidobro (Octava de nueve partes) ana y los experimentos (que suelen tener un alto costo fisico y mental) con LSD, hongos alucinogenos, peyote, anfetaminas. El cuerpo se vuelve tambien un tramite de relacion personal ("Acostarse para dialogar"), y a los adeptos del rock y la mariguana los nuevos profetas (los Beatles, los Doors, los Rolling Stones, los Who, Janis Joplin, Jimi Hendrix) les resultan maestros de la preceptiva amorosa y, lo que es lo mismo, de habitos sexuales. En asuntos de vida privada, el rock es la cultura de filos religios os que le sirve a una generacion para relativizar o cuestionar ironicamente nociones antes irrefutables: la virginidad, la honra, la sumision al autoritarismo paterno o gubernamental, el miedo a disponer del propio cuerpo. "Father? Yes, son. I want to kill you". El grito de Jim Morrison en "The End", asi no se comparta al extremo, o asi se entienda solo como bravata escenica, acompana a quienes intentan demoler la moral decimononica. Y la represion oficial nada mas reafirma la validez de la disidenc ia. Lo que segun unos es orgia, para la especie contracultural que emerge, llamada por comodidad de los jipitecas, es accion comunitaria. La promiscuidad pierde su deshonesto nombre y en 1971, en el festival de rock en Avandaro, se realiza a lo largo de tres dias, y pese al machismo predominante, el gran anhelo: el trato mas igualitario entre los sexos, aun distante de la democratizacion pero ya no reproductor docil de los comportamientos tradicionales. En Avandaro el coito masivo, la "groseria" que prof erida por decenas de miles abandona su caracter ofensivo, y los desnudos que son declaraciones de independencia, desembocan en otra vision de las relaciones humanas, mas abierta y divertida. (En el fondo, se trata de un segmento del viaje de la sociedad tradicional a la sociedad de masas). En los 70 la sociedad capitalina (la que mas influye en el pais centralista) decide que es tiempo de modernizarse o, al menos, de igualar lo que se dice en privado con lo que se dice en publico. Abundan ya vodeviles, sketches de frotamientos corporales y empobrecimientos escenicos donde el albur (el juego de palabras donde el que pierde es "devorado" sexualmente) es la atraccion de feria que le infunde a los espectadores la creencia en su ingenio. Recuerdense titulos que son proclamas: Los aprietos de u na chichi-meca, La cosa se puso dura, Las del talon, Todos hacemos asi, La calle del Organo, No se toquen... eso, El Coyote cojo, ¨Hombre, mujer o quimera?, Los calzones los llevo yo, La cosa me viene de atras, Cuando me rio se me sale. Esta manipulacion descarada escenifica el embate de la vulgaridad, ariete de la cultura de masas, contra la hipocresia. Calificar de "obscenas" estas piezas es ocioso e inexacto. Son en rigor dramatizaciones d el humor infantil y de la ansiedad adolescente que usa de lo sexual para representar un deseo dentro de un placer. Orgasmo y orgia, desde las perspectiva del ridiculo, parodian el anhelo y chotean el desahogo. Y al sumergirse no en el sexo sino en la burla del animo jadeante, los espectadores obtienen ese satisfactor de su reclame calenturiento: la version degradada de sus obsesiones. Pero en el teatro experimental la situacion es la opuesta: alli cuajan las necesidades libertarias, gracias a puestas en escena imaginativas, osadas, delirantes. Alejandro Jodorowsky dirige La sonata de los espectros, Las sillas, La opera del orden, Asi hablaba Zaratustra, El juego que todos jugamos y, en television, arroja una biblia al suelo y destruye un piano a hachazos. La "provocacion" da resultados: asi se prohiban La sonata de los espectros y La opera de l orden, el exito de Jodorowsky hace retroceder a la censura. Y lo que ya se permite en las peliculas mexicanas es asombroso, si bien un tanto forzado por el ritmo internacional. Las autoridades captan el mensaje: proseguir mecanicamente con la censura moral es aniquilar el espectaculo. Ya para 1973, en cine y teatro, la apertura echeverrista extrae del silencio a Chingada, Carajo y demas vocablos, y los pone al frente de las exclamaciones que convocan la risa victoriosa del publico. Se implanta un habla unisex todavia autoritaria y machista, pero ya sin zonas prohibidas, y abiertamente sexualizada. Tambien, se multiplican los desnudos (femeninos), abundan las situaciones "escabrosas" con todo e incesto, e incluso las minorias sexuales consiguen representacion asi sea bajo el manto del gra nd guignol. Por desdicha, la apertura se da en el momento en que los unicos capaces de aprovecharla son comerciantes avidos de recuperar al instante sus inversiones. (Este trabajo forma parte de Ortodoxia y heterodoxia en las alcobas: hacia una cronica de las costumbres y creencias sexuales en Mexico. Manana en este mismo espacio Hambre de soledad padece el coito y El feminismo: la declaracion de principios. *Escritor. .