SECCION ESPECTACULOS PAG. 38 BALAZO: GARGANTA PROFUNDA CABEZA: La censura hollywoodense, el fin del silencio / III CREDITO: NAIEF YEHYA En 1924 aparece la Formula Hays, creada por William Hays y administrada por el coronel Jason S. Joy a traves del Comite de Relaciones Publicas, con la que los estudios se comprometian a someter a revision todos los materiales considerados para adaptaciones filmicas. Esto permitiria que los productores revisaran los guiones y cancelaran filmaciones en caso de ser necesario. La formula estuvo vigente hasta 1930, y en ese tiempo impidio que 125 libros, historias, articulos y obras teatrales llegaran a la pa ntalla. Los estudios hicieron caso a las recomendaciones de la Comision durante un tiempo, pero pronto dejaron de respetar sus decisiones, ya que de hacerlo escrupulosamente debian excluir de sus filmes una lista de 36 asuntos, divididos en dos grupos: el primero de 11 cosas absolutamente inmostrales: expresiones profanas, desnudos (ni siquiera sugeridos), trafico ilegal de drogas, perversiones sexuales, trata de blancas, relaciones interraciales, higiene sexual y enfermedades venereas, escenas de nacimient os (ni siquiera en siluetas), organos sexuales infantiles, burlas a la Iglesia, ofensas deliberadas contra cualquier nacion, raza o credo. La segunda lista, mas extensa, se referia a los asuntos que debian tratarse con extremo cuidado: uso de la bandera, relaciones internacionales, uso de armas, incendios premeditados, robo de cualquier tipo, brutalidad extrema, tecnicas para cometer crimenes, metodos de contrabando, metodos de tercer grado, ejecuciones legales, simpatia por los criminales, actitudes negativas hacia instituciones y personajes publicos, sedicion, crueldad aparente contra ninos o animales, marcar con fierro al rojo vivo a personas o animales, venta de mujeres o mujeres vendiendo su virtud, violaciones o intento de violaciones, escenas de luna de miel, hombres y mujeres en la cama juntos, seduccion deliberada de ninas, la institucion del matrimonio, operaciones de cirujia, uso de drogas, titulos o escenas relativas a la aplicacion de la ley o a los oficiales que la ejecutan. Pero estas recomendaciones eran cada vez menos respetadas, por lo que muchos grupos de presion comenzaron a movilizarse para emprender una censura mas efectiva contra la industria. Con la llegada de las cintas sonoras, la crisis tomo proporciones criticas. Alarmado por la inmoralidad, en 1929, Martin Quigley, el millonario editor del diario Motion Picture Herald, propuso a Hays un reglamento para ser impuesto a los productores cinematograficos: el Code to Govern the Making of Talking, Synchronize d and Silent Motion Pictures (Codigo para regir la manufactura de peliculas habladas, con sonido sincronizado y mudas). Este codigo fue la inspiracion de otro, que el 17 de febrero de 1930 fue aprobado por la industria de la Costa Oeste y que se denomino Codigo de Produccion de Hays, que consistia en dos secciones, una que detallaba cuidadosamente lo que no se podia mostrar y aquello con lo cual debian extremarse precauciones. Y otra seccion que consideraba principios generales, los cuales basicam ente eran tres y que textualmente- senalaban: 1. Ninguna pelicula sera producida si rebaja los estandares morales de aquellos que la vean. Por lo que la simpatia del publico nunca sera llevada al lado del crimen, del mal, de los malhechores ni del pecado. 2. Se presentaran estandares de vida correctos, sujetos unicamente a los requerimientos del drama o el entretenimiento. 3. La ley natural o humana no sera ridiculizada, ni se creara simpatia para su violacion. No obstante, excluir al crimen y al pecado del cine hubiera sido equivalente a aniquilarlo, por lo que Hays tuvo que conformarse con que se mostraran vicios sociales, aunque siempre vistos con repudio. Pero si por un lado podian mostrarse robos y asesinatos que causaban temor o rechazo, se sugeria evitar actitudes antisociales que pudieran ser imitadas, por lo que se prohibia completamente ensenar cosas que pudieran despertar curiosidad morbida, como la adiccion a drogas, la homosexualidad y las enfermedade s venereas. A las criticas de que Hays queria mostrar un mundo irreal, el respondia que no era lo mismo el realismo que el "literalismo". A pesar de la aparente seriedad del codigo, los productores siguieron encontrando maneras de burlarlo. Tres asuntos han preocupado siempre a los censores: la violencia, el horror y el sexo. Respecto del primero, las peliculas de gangsters se convirtieron en una pesadilla, ya que incomodaban a demasiadas personas, tanto al publico que no estaba acostumbrado a ver matanzas ni crimenes despiadados en la pantalla, como a los mismos asesinos que sospechaban de los cineastas y temian que esos filmes deterioraran mas su imagen o incluso los llevaran tras las rejas. Se considera que el primer filme acerca del crimen organizado fue The Musketeers of Pig Alley, de D. W. Griffith, de 1912. Y ya para al ano siguiente, en Detroit, se prohibieron todas las peliculas que mostraban corrupcion policiaca o metodos criminales. Pero algunos anos mas tarde, en 1931, se estrenaron dos de los exitos mas grandes del cine de la epoca, Little Caesar y The Public Enemy. Al ano siguiente aparecio la genial Scarface, de Howard Hawks, que desde el principio causo problemas, ya que estaba basada en Al Capone (a que llamaban Scarface y a quien no le parecia buena idea ser personaje de pelicula) y rebasaba en violencia cualquier cinta de la epoca. El productor del filme era Howard Hughes, quien no queria tener problemas con la censura, asi que acepto las propuestas de Jason S. Joy, que implicaban cambiar a ciertos personajes, quitar algunas escenas y, lo mas grave: cambiar el final. Sin embargo, ni siquiera eso fue suficiente para que el Comite de Censura de Nu eva York (el mayor y mas importante mercado filmico de Estados Unidos) la autorizara. Hughes invirtio cientos de miles de dolares anadiendo escenas (incluso una introduccion y un epilogo con la idea de convertir el filme en un manifiesto antiarmas) y en revisiones del filme. Pero, incluso la version hecha al gusto de Hays fue rechazada por los censores. Desesperado y temeroso de perder su inversion de mas de un millon de dolares, Hughes se lanzo al contraataque denunciando a los censores como politicos corr uptos. La cinta finalmente se estreno consiguiendo un exito enorme de taquilla (rapidamente duplico la inversion) y de critica. Por cierto, este caso es una curiosidad en los anales de la critica, debido a que por una parte algunos de los cambios dictados a Hawks (quien se nego a filmar uno de los finales que Hughes pego con tal de complacer a los censores) enriquecieron el guion y dieron oportunidad de crear varios personajes y de establecer las relaciones entre los protagonistas que finalmente harian de esta cinta un clasico. .