SECCION CULTURA PAGINA 35 BALAZO: Josefina Muriel, investigadora emerita CABEZA: Cincuenta anos de escribir sobre mujeres que fueron monjas CREDITO: Como parte de los eventos que conmemoran el trescientos aniversario luctuoso de Sor Juana Ines de la Cruz, inicio el congreso internacional El monacato femenino en el imperio espanol. Monasterios, beaterios, recogimientos y colegios, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, que en su segunda edicion rinde homenaje a la doctora Josefina Muriel, quien es investigadora emerita del Instituto de Investigaciones Historicas de la UNAM. Luego de una breve ceremonia de inauguracion que estuvo encabezada por Carmen Beatriz Lopez Portillo, directora del recinto anfitrion; Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropologia e Historia y Manuel Ramos, titular del Centro de Estudios de Historia de Mexico (Condumex), Muriel dicto la conferencia magistral "Cincuenta anos escribiendo historia de las mujeres". Recordo que dentro de lo que fue el imperio espanol, las mujeres tuvieron libre albedrio para elegir su destino. Asi, unas optaron por ser esposas, amantes, enamoradas o prostitutas, y otras abogaron por una explicacion teologico-moral de su existencia humana, "la respuesta a sus mas profundos intereses de conciencia fue la que creo la vida monastica, los beaterios y recogimientos en todo el mundo espanol". Muriel explico que en relacion a los conventos de monjas se han despertado muchas interrogantes, desde "querer saber mas sobre esas mujeres, del mundo en el cual se movieron, de la sociedad que las admiro, pronuncio su nombre monja con respeto y entrego sus fortunas para levantarles sus moradas", hasta querer saber "el papel que sus bienes jugaron en el desarrollo de las ciudades" o "la obra desempenada por las instituciones femeninas, en cuanto a la problematica de su tiempo, conectada lo mismo con las n ecesidades economicas que surgian de un reducido mercado de trabajo para la mujer, como del resguardo y aseguramiento economico de las hijas solteras, despojadas de herencias a causa de los mayorazgos o primacia de los varones, o bien, por la escasez de varones, falta de dotes, orfandad, desamparo de madres ancianas y la soledad de las viudas". "Los anteriores problemas comento fueron resolviendose a base de instituciones de tipo claustral, tales como beaterios, colegios, recogimientos piadosos y como coronamiento de un nivel mas elevado: conventos", mas aclaro "todos los beaterios llegaban a monasterios; algunos se transformaban en colegios, lo cual en el lenguaje de la epoca no significa centro escolar, sino solamente institucion en la que las mujeres vivian colegiadas bajo la vigilancia de los obispos o de autorizacion pontificada, y tenian v idas piadosas. Estaban protegidas. Se sostenian generalmente de sus trabajos manuales y estaban acogidas bajo alguna orden terciaria que les daba sus reglas, pero sin profesar los votos monjiles." La doctora Muriel preciso que la forma por la cual conocemos a esas protagonistas es a traves del arte del retrato, ya que numerosas jovenes posaron frente a los artistas para dejar a sus familias un testimonio de su existencia en visperas de ocultarse tras los muros claustrales, "las hallamos indigenas, mestizas, criollas..., en sus coros, en sus salas de labor, en sus refectorios y aun en sus cocinas. Las hemos mirado con sus austeros habitos, blancos con azul, pardos, cafes o negros de acuerdo a lo usua l en cada orden, cubierta su cabeza con tocas y velos y sus figuras se han presentado asi con la mirada baja, los pies descalzos, el libro en las manos. Pero tambien hay otros retratos que las presentan sentadas frente a un escritorio o junto a una mesa en la que estan pluma y tintero. Elementos que senalaban a las escritoras". Para llegar hasta los sitios donde cada monja aislada de la comunidad realizaba su vida singular y personalisima dentro del convento, afirmo Muriel, hay que llegar a las celdas, "en ellas hemos encontrado lo mas intimo de sus conciencias: cartas a directores espirituales, autobiografias, poemas en prosa o en verso que tuvieron por un lado un contenido meramente humano de relacion social con amigos y bienhechores o, por otro, se hicieron para el entretenimiento conventual como fue el teatro privado con la te matica de la alabanza, accion de gracias o contricion". Ante un vasto auditorio, Muriel dijo que son pocas las monjas escritoras que conocemos en el siglo XVI, pero durante los siglos XVII y XVIII hubo un auge, por ejemplo: "Santa Teresa de Jesus y sus discipulas, Ana de San Bartolome y Maria de San Alberto. Siglo de Oro de la literatura espanola de la que tambien formaban parte de hija de Lope de Vega, Marcela de San Felix... En Mexico, en el antiguo convento de San Jeronimo, en el siglo XVI se escribio la primera obra mistica que conocemos, la de Sor Maria Mag dalena de Lorravaquio (cuyo original esta en la biblioteca de la Universidad de Austin en Estados Unidos) y la obra de la decima musa, Sor Juana Ines de la Cruz, la jeronima que enriquecio con su pluma toda la literatura colonial..." La doctora Muriel manifesto que ademas de escritos misticos, autobiografias y textos poeticos, existen documentos de caracter historico realizado por las fundadoras de los conventos, que quisieron dejar constancia de su vida a las generaciones futuras; sin embargo, a traves de estos manuscritos tambien se ha podido saber "los improbos trabajos que tuvieron para fundarlos: demandas de permisos de virreyes, arzobispos o los monarcas mismos, informaciones de oficio largas, repetidas, tediosas ante el Consejo d e las Indias, para ajustar los monasterios a los requerimientos de las leyes de Indias, etcetera". .