SECCION CULTURA PAGINA 35 BALAZO: LIBRO DE LETICIA HERRERA CABEZA: Atajo hacia el origen, poesia desechable CREDITO: Extranos caminos escoge la palabra para manifestarse. Finalista en el concurso Casa de las Americas en 1990, Atajo hacia el origen, de Leticia Herrera Alvarez (1954, Coalcoman, Michoacan) no puede leerse sino como un mecanico manual de anotaciones sobre el amor, la muerte, la vida, sin mayores resultados que una larga lista de palabras mas usadas que un par de zapatos viejos. La sola idea de un atajo poetico resulta inadmisible, no solo para manifestar un salto hacia el origen, hacia la luz primera, sino como ejercicio de facilidad, de evasion del esfuerzo que conlleva trasladar al lenguaje este trayecto. Sin abismarse en un discurso ofensivo a su autora, no es posible sino decir que este atajo resulta mucho mas agreste y tormentoso que si se hubiera tratado de una ruta mas larga para acceder a ese origen aparentemente tan ansiado. "Radiante crepitar de la madera al fuego/ sol tu cabello/ circunda/ rostro en llamas", inicia el texto editado por Difusion Cultural de la UNAM, y cuyos mil ejemplares deben estar circulando a tropezones. Sin ir mas lejos, se ha malinterpretado sencillez con simpleza, facilidad con facilismo. Se ha caido en la peor de las aberraciones, la mala brevedad. Leticia Herrera supone quiza, que quien lea este "poema que describe el proceso amoroso (acto y reflexion), desde el encuentro de los amantes hasta el surgimiento de una nueva vida", jamas ha amado a alguien ni se ha visto envuelto en el torbellino de la piel. Supone, ademas, que el "proceso amoroso" puede describirse, cuando la poesia recurri endo nuevamente al tutelar Juan de Mairena no puede ser sino aquello que queda despues de la masacre que nos trae la descripcion. ¨Describir el amor? ¨Circunscribirlo a lugares tan comunes como las palabras puesto que este "libro" se compone de palabras cosmos, galaxia, universo, sideral, abismo o marea? Es, pues, este atajo hacia el origen un mal folletin sobre como debemos los hombres y las mujeres imbeciles y torpes, conducirnos en la senda de las caricias y los besos, y como debemos, mas alla de todo ese "plenilunio de sol en el eclipse", abordar el hecho de la muerte y el nacimiento. .