PAG. 28 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CREDITO: EDIT ANTAL CABEZA: Rusia justifica la mano dura La transicion del regimen totalitario a la democracia pasa necesariamente por el fortalecimiento del poder autoritario, -suena la tesis favorita de Andranik Migranian, el actualmente consejero del presidente Boris Yeltsin. Segun el conocido politologo, Rusia no tiene mas que dos salidas posibles, la consolidacion del poder y del estatismo o la desintegracion definitiva de todas las estructuras politicas y sociales que llevara al caos total. Migranian, en un articulo que ha publicado hace poco en la revista Nezavisimaya Gazeta, ofrece una argumentaciones verdaderamente ejemplar al servicio de la utilizacion de la mano dura en su pais. En su interpretacion la trayectoria de la grave crisis del poder que enfrenta Rusia puede ser dividida en tres periodos. El primero, que se generaba entre 1989 y 1991 durante la perestroika y que se manifestaba por un conflicto entre el centro y las republicas sovieticas, mas tarde se transformaba en una disputa entre el centro de la federacion y los nuevos organos del poder de Rusia. Dicho enfrentamiento fue que finalmente acabo con la Union Sovietica como tal. En el segundo periodo, entre 1992 y 1992, la crisis ya era relativa al estatismo ruso, en cuanto a que se produjo un endurecimiento en la lucha entre los distintos organos del poder. Ello finalmente se desemboco en la disolucion violenta del Parlamento, es decir fue resuelto con el triunfo del Poder Ejecutivo sobre el legislativo y el judicial. La patria en peligro En cambio el tercer periodo, el actual, se caracteriza, en opinion de Migranian, por el hecho de que el frente de batalla se haya trasladado y extendido hacia todas las instituciones estatales. El actual conflicto divide tanto el poder presidencial, las oficinas del gobierno, los partidos, y las fracciones del Estado y de la Duma (el Parlamento) como tambien a los generales y a los oficiales menores del ejercito y de los demas cuerpos de fuerza. A diferencia de los tiempos de Gorbachov, la lucha por el pode r hoy no se esta librando entre los distintos intereses articulados en el seno del Estado, sino que entre grupos y clanes organizados que representan ciertos intereses financiero-industriales identificados en el proceso de la redistribucion de la propiedad y del poder politico. El mayor riesgo por el momento esta en que alguno de estos grupos acapare el control politico y economico de Rusia. Dicha pugna en terminos ideologicos se traduce en una disputa que definira cual sera el camino de Rusia hacia el futuro. Ademas, a juicio de Migranian, la agudizacion de la crisis del estatismo tiene lugar en medio de un profundo debacle economico y de un aislamiento creciente de Rusia en el mundo. El sintoma mas reciente de la mencionada crisis del estatismo ruso, para el politologo, es Chechenia. En un momento en que existe la amenaza de que el pais se convierta en un campo de batalla en que todos luchen contra todos, el peligro es aun mayor dado que los lideres de las distintas regiones, como los de Chechenia, se suman tambien a la ya de por si muy peleada disputa por el poder, participando al lado de uno u otro grupo o clan ya conformado. Los nuevos actores en el terreno multiplican aun mas los pe ligros relativos a la desintegracion total. Las tres sindromes A parte de utilizar todos los medios posibles para detener la desintegracion de Rusia, en opinion de Migranian, el liderazgo ruso en este momento se ve obligado a erradicar energicamente tres sindromes que segun el amenazan la existencia misma del Estado ruso. La primera obligacion es liquidar el sindrome del paralisis que actualmente afecta la voluntad de conservar y fortalecer el Estado; en otras palabras hay que establecer la ley y el orden que se ha perdido desde los tiempos de la apertura gorbachoviana . Propone tambien vencer un segundo sindrome que consiste en la culpabilidad del pueblo ruso generado por el antiguo imperio y del poder sovietico. A la luz del analisis que hace Migranian, la lucha contra el poder comunista en ultima instancia ha conducido a desacreditar el propio Estado ruso. Es indispensable superar los complejos del imperio, puesto que estos fomentan los animos separatistas en el interior de la Federacion de Rusia, y con ello privan al estado de poder encabezar en el interior de la Fede racion de Rusia, y con ello privan al Estado de poder encabezar la formacion de una integracion de nuevo tipo tan necesario entre sus regiones. La tercera dificultad se manifiesta en el sindrome muy arraigado de Afganistan que a juicio de Migranian puede ser resumido en una especie de psicosis antimilitarista que surgio entre la poblacion rusa de manera generalizada y universal y que se hace valer en todos los momentos y circunstancias. En opinion del consejero de Yeltsin es intolerable que el uso de la fuerza, -finalmente un recurso legitimo en cualquier sistema del poder para defender el Estado- fuera considerado por la ciudadania como un simple crimen. En cuanto a que estos tres sindromes sigan dominando la sociedad rusa, Migranian no tendra ninguna duda acerca de que se estaria presenciando el fin de Rusia. Establecer el orden Lo que el presidente Yeltsin tiene que hacer, dice el consejero, es recuperar algunas nociones perdidas sobre la marcha -como son el gran estatismo ruso, el patriotismo, el ideal de la ley y del orden- y utilizarlas. Si Yeltsin no sabra hacer uso de estos elementos, lo haran sin duda figuras como Zhirinovski, y con ello aventureros politicos baratos arrasaran con facilidad la muy desgastada sociedad rusa. Migranian asegura que la denuncia de los democratas radicales en el sentido de que Yeltsin desde que haya mandado los tanques a Chechenia les dio la espalda, y por tanto puede quedarse solo, simplemente es falsa. Todo lo contrario, el presidente al demostrar fuerza gana el apoyo de la grandes instituciones estatales (que quizas hayan perdido eficacia pero siguen siendo muy poderosas), del ejercito y de amplias capas de la poblacion deseosas de superar el marasmo. ¨Y la democracia? Migranian, propone abiertamente el camino del reformismo autoritario para salvar la integridad del Estado ruso y para evitar un supuesto caos, sin embargo no senala cual seria el precio a pagar por la -asi denominada- tercera via. Si el objetivo unico no es mas que, como senala el politologo, el establecimiento de la unidad estatal y la conservacion de la integridad de Rusia a toda costa, porque si no, vendra el caos, o apareceran los hacedores profesionales del orden, antioccidentalistas y radicales de der echa, ¨donde quedaran en este esquema la democracia y la modernizacion? La tesis de Migranian en realidad es que, a falta de otra alternativa que la autoritaria, es mejor que "ellos los democratas" establezcan el orden que consistira en una dictadura sobre la base de pragmatismo y de la nocion de gran potencia- que permitan que algun aventurero les adelante. La duda que queda es solo ¨cual sera la diferencia asi entre los unos y los otros, y cual es la garantia que las fuerzas democraticas (por el momento e n licencia dado la emergencia nacional) sobre el camino de fortalecer el Estado no se olvidaran que algun dia habra que empezar a construir tambien las instituciones democraticas? Los ultimos dos siglos de la historia rusa parecerian afirmar que en el afan permanente de establecer el orden se corre un gran riesgo de perder los objetivos a largo plazo, como son la liberacion economica y la democracia politica y social. .