SECCION ESPECTACULOS PAG. 36 BALAZO: LO ABSURDO E INVEROSIMIL CABEZA: EugŠne Ionesco, hereje del teatro CREDITO: Bruno Bert Hace escasamente un mes lo convocabamos a este mismo espacio para recordarlo como precursor de las vanguardias actuales. En realidad su muerte intelectual y su transfiguracion ya se habia realizado mucho antes de esta semana en que nos abandona fisicamente a los 82 anos (La naturaleza suele ser generosa con los escepticos y fanaticos!). La tentacion de negarlo esta siempre presente y no hace mucho lei de un conocido dramaturgo de nuestro medio que el teatro del absurdo "habia nacido muerto". Esto no es asi, ni siquiera en su doble posibilidad de lectura: ni como escuela ni como intencion. En el primero de los casos no solo se ha vertido sobre ella mas literatura de la que cabe en una mediana biblioteca, sino que tambien ha fecundado (o violado tal vez, segun los nombres al estilo de La leccion) a toda una generacion que por empatia u oposicion ha generado su propia literatura dramatica. Y ni que hablar de las imagenes, desbordadas a un primer plano ante el desmoronamiento conceptual de los textos: generadora de valores allende el autor, estallando los espacios convencionales e invadiendo con su presencia incontrovertible los espacios sociales externos a los edificios que por tradicion siempre contuvieron a la expresion teatral... curiosamente como los muebles de El nuevo inquilino, aunque las intenciones sean diversas. Es imposible pensar en el teatro contemporaneo sin la transicion de los sesenta, y esta se asienta directamente en la presencia del teatro del absurdo y en el nombre de Ionesco. Pero tampoco como intencion parece estar definitivamente ligada a la muerte, ya que mas de un autor -tal vez C. Innes sea de los teoricos mas conocidos al respecto- hace del discurso ionesquiano un llamado a la vida por directa confrontacion del espectador consigo mismo en el proceso de desmantelamiento que se realiza a la vista y en la obra (tal vez la mas evidente sea Las sillas, con su publico fingido en obvio espejo con el de la sala, aunque tambien resulta bastante claro en El rinoceronte). Una especie de diagnorisis que permitiria reconocer-se y transformar-se frente a los modelos presentados en el escenario: "Sentir lo absurdo e inverosimil de la vida y el lenguaje cotidiano es ya haberlos trascendido; pero para transcenderlos antes deben ustedes saturarse de ellos". Son palabras del diario de Ionesco que podrian interpretarse en ese sentido. No necesariamente comparto esta tesis, pero si indudablemente la admiracion por quien fuera un hereje del teatro. Adios y gracias, senor Ionesco! .