SECCION INF. GRAL. PAG. 20 CABEZA: LA PALABRA OPORTUNA CREDITO: GUILLERMO IBARRA R. En el desconcierto que se genero a raiz del vil asesinato de Luis Donaldo Colosio -que desaparecio con la nominacion de Ernestro Zedillo-, y cuando la credibilidad de nuestras instituciones estaba como nunca a prueba, hacia falta la palabra oportuna que diese seguridades y garantias. Esa palabra la dijo la semana pasada el secretario de Gobernacion, Jorge Carpizo, en una declaracion a los medios de comunicacion. Avalado con los logros de la reforma politica y de haber conseguido el consenso partidista que parecia imposible, Carpizo aseguro que lo sucedido "no puede ni debe inhibir al pueblo de Mexico para expresar su voluntad soberana en los proximos comicios. Por ello, proseguira el proceso electoral amparado en los principios rectrores de legalidad, imparcialidad, certeza y objetivid ad. Por ello, de manera especial convoco a los Partidos Politicos a asumir el compromiso que el momento actual impone". El titular de Gobernacion insistio en su terca apuesta por la ley y el dialogo, que le ha ganado el respeto ciudadano al senalar que "el cumplimiento del Estado de Derecho beneficia a la ciudadania, y no al gobierno. Necesitamos un gobierno que mas alla de los discursos acuda realmente a la ley para encauzar la vida ciudadana. Dialogo y ley no son excluyentes, en tanto el primero se de en en marco de la segunda". Esto mismo recogio al aceptar la candidatura, al hacer explicita su identificacion con la democracia y asumir el compromiso no solo de elecciones libres y limpias de Colosio, sino tambien con la reforma del poder planteado por el malogrado condidato priista. Asimismo, con un eco lejano de su antigua funcion de defensor del pueblo, el secretario recordaba admonitoriamente a las autoridades que "los mexicanos queremos paz, justicia, tranquilidad, seguridad y orden, y es tarea del gobierno darselos". Valores sociales que se vieron afectados con el homicidio de Colosio. El candidato del PRI tambien los buscaba para todos los mexicanos, pero sin embargo se los nego a si mismo. La seguridad que lo rodeaba era minima, porqu como hombre sencillo, no se quiso dejar atrapar en los simbolos del poder -que curriosamente el pueblo aprecia- que marcan destancias entre aquel revestido de autoridad y el ciudadano comun. Paradojas de la ancestral veneracion popular por el tlatoani, que Colosio empenado, ademas, en ser un simple candidato, y no aparecer como el futuro presidente en espera de un mero tramite, no podria aceptar aun a precio de su vida. De alli se invocacion a que "cerremos una pagina tragica de nuestra historia aferrados a la esperanza de un patria mejor, firme en sus convicciones y celosa de su compromiso de lealtad con las mas nobles aspiraciones humanas. Es momento de demostrar que Mexico se encuentra firme en sus valores, posee la madurez suficiente para actuar con unidad y absoluto respeto al marco legal, y es congruente cn sus convicciones por preservar la paz y las instituciones democraticas que garantizan nuestra convivencia soci al, todo ello, desde luego, dentro del Estado de Derecho que nos rige", Se ha hecho necesario que salga el secretario de Gobernacion, con su prestigio personal, a avalar que no habra retroceso democratico ni impunidad, para que exista confianza. Esto nos da un indice de hasta donde se ha devaluado socialmete la confiablilidad en nuestra estructura juridica. Pero mas paradojico aun es que el sentido fanatico de nuestro pueblo, al transmutarlo a una categoria superior -en una especie de sacrificio ritual- lo erige como simbolo que perdura mas alla de la muerte. Precisamente Zedillo invoco esta continuidad e identidad con Colosio, de modo que quien compita con el PRI tendra al frente no uno si dos candidatos. Pero al mismo tiempo que Carpizo rechazaba la violencia -que sello tragicamente el intento de Colosio de ser coherente consigo mismo- y recogia el reclamo de paz de la sociedad, advertia que no sigamos "atentando por omision en contra ella y distingamos la prudencia de la debilidad; el dialogo de la violacion de la ley y la democracia de la anarquia". Distingos importantes en el momento actual, donde una logica violentista subyace con demasiada frecuencia en los justos reclamos sociales y en la praxis de los grupos politicos, ante el silencio -y cuando no la justificacion ideologica- de ciertos sectores. En esa confusion, lo que es transgredir la ley se asume como dialogo, la prudencia y tolerancia politicas como debilidad y los usos de la democracia se equiparan al caos. Es entonces cuando negociar, que significa conceder en funcion de lo que une, se trastoca y se transforma en imposicion de los pripios criterios o intereses. Y asi se "negocia" desde una "posicion de fuerza", sin darse cuenta de lo contradictorio de los terminos y la carga de violencia sobre el contrario que conllevan. Por eso, Carpizo fue enfatico en sostener que "la ley ordena que los problemas no deben conducir a enfrentamientos que nadie desea y cuyos resultados inevitablemente afectan a todos, sino que deben ser resueltos a traves del dialogo y de la razon y de un marco muy preciso que es la ley". Por eso, el secretario de gobernacion ha convocado a "todos los sectores de la sociedad mexicana: a los partidos politicos, a los empresarios,a los obreros, a los campesinos, a los maestros, a los estudiantes, a las amas de casa, en suma, al pueblo de Mexico, a emprender juntos una lucha permanente por la paz y por la salvaguarda de nuestras instituciones". Agrego que "nuestra nacion, nuestro pueblo, siempre ha demostrado valor y entereza ante los problemas que invariablemente ha superado, poniendo de manifiesto su grandeza ante la adversidad. Nuestra historia da prueba fehaciente de lo que ha parecido insalvable, ha sido superario con el esfuerzo solidario de todos los mexicanos. Si respondemos a estos desafios, el sacrificio de Luis Donaldo Colosio -cuyo significado para Mexico se ha revalorado con su muerte- no habra sido en vano y su legado perdurara. El discurso de Ernesto Zedillo demuestra que hay la voluntad para enfrentarlos. .