SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CREDITO: GUSTAVO HIRALES M. CABEZA: Ernesto Zedillo, candidato colosista La designacion de Ernesto Zedillo Ponce de Leon como candidato del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia de la republica, cierra una etapa de suspenso e incertidumbre, y define ante Mexico y ante el mundo que el proyecto reformado y justiciero de Luis Donaldo Colosio se mantiene. No hubo golpe de Estado al proyecto modernizador, no se dio el viraje -tan deseado por los enemigos de este proyecto- hacia el pasado populista y patrimonialista, y se logro evitar que la oleada de humores autoritar ios que (tambien) se levanto por la muerte de Luis Donaldo, cristalizara en una candidatura del ayer, en un candidato que representara a las fuerzas hoy desplazadas de los centros de poder y decisi•n de este pais. Hay que abonar a la sensatez, a la prudencia a la disciplina de las fuerzas principales del priismo, la contencion de los madruguetes, y la creacion del espacio por el que finalmente pudo emerger una candidatura que representa lo mejor del legado colosista: el cambio con certidumbre la reforma del poder. Para mi es claro que una candidatura tradicional, conquistada bajo el grito aparentemente democratico de "ahora debe decidir el partido", hubiera tenido efectos falsamente unificadores y muy poco democraticos, pues en realidad no hubieran decidido "las bases", sino las redes patrimonialistas y corporativas que aun hoy son una de las principales estructuras del partido oficial y que, en cuanto a estampidas y madruguetes tienen, evidentemente, la experiencia y la iniciativa. Una candidatura promovida por los resortes tradicionales del partido hubiera dejado fuera, seguramente, a las nuevas formas de expresion y a los sectores renovados del mismo partido, imponiendo con los viejos metodos los objetivos del revanchismo y el estancamiento. Afortunadamente predomino la sensatez en los actores principales del drama priista, sobretodo en Fernando Ortiz Arana, presidente del PRI, quien segun todos los indicios habia sido escogido pro sus fuerzas tradicionales para representar sus intereses, y el cual en un discurso impecable de reconocimiento de lo que se debe y no se debe hacer como presidente del partido gobernante, declino su eventual canidadura, mostrando con ello, en circunstancias ineditas (que empujan a los frivolos a la transgresion, pero que acrisolan en los mejores la sensatez y la reflexion), su temple de politico entero leal al sistema y al presidente. Seguramente que los adversarios del proyecto modernizador van a multiplicar sus criticas al presidente y al sistema, bajo el argumento de que "nuevamente" se dio la decision unilateral, por encima y en contra de los sentimientos y anhelos del partido. Van a hablar de una "nueva humillacion" del PRI a manos de Carlos Salinas. Pero conviene reflexionar, la hora de querer explicarnos por que fue posible el consenso en torno a Ernesto Zedillo, en la obra de ingenieria politica, acreditable al presidente, que co nsiste en contar con una mayoria de gobernadores priistas adicta, digamoslo asi, al proyecto modernizador. Como que alli, y no en desmesuradas imposiciones del poder, esta una de las claves para entender la designacion del excoordinador de la campana de Luis Donaldo Colosio. El discurso con el que Zedillo acepta su nominacion a la presidencia es un discurso colosista. Se dira que cualquiera en su lugar hubiera hecho lo mismo. Si pero no cualquiera hubiera tenido la carga de sinceridad, los antecedentes de consecuencia, y la relacion organica que existia entre ambos politicos como background, como respaldo moral y politico. Existe muy nitido un elemento personal de modestia, de humildad tal y no fingida en el reconocimiento que hace Ernesto Zedillo de la prioridad de Luis Donald o Colosio entre los hombres de "la generacion del cambio". Pero Colosio, que como muchos lo reconocemos sin ninguna duda, era el mejor hombre para encabezar los esfuerzos del pais en esta etapa, se ha ido irreparablemente, alguien tiene que asumir el compromiso para, con el apoyo de los mexicanos, llevar a la practica las promesas colosistas de renovacion nacional. Y ese alguien es hoy por hoy Ernesto Zedillo, un hombre joven que, al igual que Colosio, se ha forjado en la cultura del esfuerzo y en la del pr ivilegio, cuenta con una importante experiencia en la administracion publica y ha sorteado y aprendido de los momentos dificiloes que le ha tocado vivir. Por encima de todo, Zedillo es un politico sin tacha, modesto y perseverante, un mexicano patriota que no piensa que lo sabe todo, sino que esta dispuesto a seguir aprendiendo permanentemente, para cumplirle al pais con responsabilidad y trabajo. Se empiezan a despejar las sombras ominosas del 23 de marzo, y cabe hacer votos porque, despues de la terrible experiencia del asesinato de Luis Donaldo, todos los partidos y sus candidatos hagan un esfuerzo de reflexion, de responsabilidad y contencion, de modo de exorcizar los fantasmas de la lucha fraticida, el clima de "lucha a muerte" entre enemigo, en favor de un horizonte de lucha politica, civilizada, entre proyectos distintos que, en muchos sentidos, no son antagonicos, sino hasta complementarios. Que todo sea para bien. .