SEC. INF. GRAL.
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CINTILLO: CRECE LA IDEA DE CONSPIRACION
CABEZA: Aburto llego a Lomas Taurinas acompanado
de ocho personas, dice una testigo presencial
CREDITO: JAVIER UGALDE GARCIA Y AGENCIAS
La version de que el asesinato del que fuera candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, fue producto de una "conspiracion", cobro fuerza el pasado fin de semana, luego de que Yolanda Lazaro Caracachea, una de las organizadoras del acto proselitista en Tijuana, declaro que el presunto homicida, Mario Aburto Martinez, llego al acto acompanado de ocho personas que portaban pancartas con "frases agresivas" contra Colosio y con audifonos como los que usan los cuerpos de seguridad. Caracachea presume q
ue Aburto Martinez guiaba a los otros jovenes a traves de los audifonos que traian colocados detras de los oidos. 
"Esto ya estaba preparado", dijo la mujer, quien aseguro que entre el "grupo" del presunto homicida se encontraba un hombre de barba, de "tipo intelectual".
Sin embargo, hasta el momento las autoridades responsables de la investigacion, encabezadas por el recientemente nombrado subprocurador especial para esclarecer el caso, Miguel Montes Garcia, no ha emitido ningun comunicado que brinde datos adicionales y que corroboren la version de Yolanda Lazaro, aun cuando el procurador general de la Republica, Diego Valadez Rios, no descarto la posibilidad de la participacion de mas personas en el atentado.
En tanto, el director de prensa de la PGR en Baja California, Jesus Velazco, aseguro que desde la noche del sabado pasado, el procurador Valadez Rios, y varios subprocuradores se reunieron con Montes Garcia, a quien le entregaron una serie de datos reunidos en las primeras investigaciones del caso.
Anadio que al menos 250 agentes participan en las investigaciones sobre el atentado, los cuales se dividen en varios grupos especiales, integrados por 50 agentes del Ministerio Publico Federal y 200 de la Policia Judicial Federal.
Por otra parte, los familiares del presunto asesino de Colosio Murrieta, que residen en Tijuana, al parecer "desaparecieron" unas horas despues de que fueran liberados por las autoridades policiacas de esa ciudad, el jueves como a eso de las 20 horas.
Segun Hector Ayala, uno de los cuatro jovenes michoacanos que rentan la vivienda de madera que se localiza a un costado de la casa de la madre de Aburto Martinez, en la calle Santa Rosalia de la colonia Buenos Aires de Tijuana, luego de que tanto ellos como los familiares del homicida fueran dejados en libertad, tras los interrogatorios de que fueron objeto, estos ultimos "desaparecieron" con rumbo desconocido.
Ayala explico que la vivienda se las renta la madre de Mario Aburto, Maria Luisa Martinez, en 250 nuevos pesos mensuales, y que por esa razon, el jueves pasado, como a eso de las ocho de la manana, fueron detenidos por las autoridades policiacas, junto con los familiares del asesino.
Dijo que durante el tiempo que estuvieron detenidos no fueron maltratados, pero si fueron amenazados con ser golpeados "si no deciamos la verdad".
Los otros tres jovenes michoacanos, originarios del municipio de Puruandiro, se negaron no solo a declarar a la prensa (el diario El Mexicano de Tijuana), sino que tampoco proporcionaron sus nombres, por temor a que por esa razon puedan tener problemas mas adelante.
Hector Ayala dijo que en los aproximadamente tres meses que llevan de rentar la vivienda de la senora Martinez, solo dos o tres veces vieron a Mario Aburto, pero jamas cruzaron palabra alguna con el; y aseguro que antes de que llegaran a Tijuana, jamas habian tenido contacto con la familia Aburto Martinez.
Preciso que en la casa de al lado vivia el homicida junto con su madre y sus hermanos Jose Luis, Ruben, Elizabeth y Karina, quienes desaparecieron al parecer en el transcurso del viernes pasado.
Por su parte, Esteban Armando Garces, dueno de la carpinteria "Balancines", que se localiza en la calle de Mexicali 20373, en la misma colonia Buenos Aires, reconocio que en 1987 dio trabajo y vivienda a Rafael Aburto, hermano del homicida, y dos meses despues permitio que el propio Mario Aburto se quedara en la misma casa, que era una vivienda a medio construir. 
Ahi vivieron ambos dos anos, agrego, hasta que llegaron a Tijuana la senora Maria Luisa junto con los hermanos Elizabeth, Karina y Jose Luis. Fue entonces cuando Mario compro el terreno en donde ahora viven los cuatro muchachos michoacanos y despues se fue a San Pedro, California, a donde meses antes habia partido su hermano Rafael.
El senor Garces estimo que Mario Aburto regreso de Estados Unidos en 1991 y adquirio otro terreno en la misma colonia Buenos Aires, en la calle Mexicali numero 20842, que es la direccion que tiene sus identificaciones, incluso su credencial para votar. 
En ese lugar, agrego, construyo una vivienda de ladrillo con techo de "papel arenado", la cual solo habito unos meses, pues la desocupo para irse a vivir con su mama -en la casa de dos pisos que esta construyo en la calle de Santa Rosalia, junto a la otra propiedad de Mario- y hasta hace aproximadamente un ano se la rento a sus tios Angelica Martinez y Marcelino Ortiz.
Dijo que hasta donde sabe, en Estados Unidos, en San Pedro, California, se quedaron a vivir sus hermanos Ruben, Rafael y su padre, tambien de nombre Rafael.
Anadio que su hijo, Hector Armando Garces, de 22 anos de edad, establecio una buena relacion con el presunto asesino de Colosio, y que a traves de el, Mario Aburto conocio a Isaura Constantino, chica de 18 anos con la que incluso el lunes de la semana pasada, dos dias antes del atentado, salio a dar una "vuelta".
Segun la madre de Isaura, ese dia ambos fueron al museo de cera del Centro Cultural de Tijuana. Salieron como a las 14:30 horas y regresaron como a las 6 de la tarde.
"Mi hija y Mario solo son amigos, porque hasta donde se, este muchacho tenia su novia, una estudiante de la facultad de comunicaciones de la Universidad Autonoma de Baja California, a quien segun le entregaba versos y textos escritos por el".
"Lo conocemos desde hace como dos anos y medio y siempre se porto muy correcto, muy serio", senalo la senora.
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