SECCION INF. GRAL. PAG. 3 BALAZO: SOCIEDAD Y PODER SUMARIO: * Miserable crimen politico * Urge explicar y castigar * Colosio, un hombre bueno CREDITO: Raul Trejo Delarbre Las balas que asesinaron a Luis Donaldo Colosio pegaron tambien en el corazon de la democracia mexicana. Colosio representaba una esperanza para mucha gente dentro y fuera de su partido pero, incluso para muchos de quienes no son adherentes del PRI ni estaban comprometidos con una candidatura, era una garantia de confrontacion dentro del respeto a las ideas, de dialogo franco, de convivencia en la discrepancia. A Colosio le gustaba discutir y lo hacia a menudo con quienes no compartian todos sus puntos de vista. No somos pocos los que teniendo la oportunidad de escribir en la prensa, nos beneficiamos del intercambio de opiniones abierto y directo que le gustaba propiciar a Luis Donaldo Colosio. Muchos, asi, constataron la claridad y la buena fe de quien esperaba llegar sin un solo voto mal habido a la Presidencia de la Republica. Su asesinato, respecto del cual las descalificaciones no son ociosas, es un golpe a l a confianza en el transito democratico de la nacion mexicana. Pero precisamente por las dimensiones gravisimas y en extremo complejas, cuya dificultad es necesario reconocer para afrontarla, el crimen politico en contra de Luis Donaldo Colosio, pero tambien en agravio de todos nosotros, debiera ser acicate para profundizar en las convicciones democraticas con las que ese mexicano se habia comprometido. Hoy, mas que nunca, por la muerte de Colosio y en memoria de ese mexicano es preciso ratificar en los hech os, con la retorica de este momento y, mas alla de ella, en las decisiones de aqui a agosto, las certezas en torno a la ruta de los votos por encima del desafio de las balas. Coartadas para la violencia Hay confusion. El asesinato politico no se habia presentado entre nosotros, con la notoriedad que se manifesto en Tijuana. La violencia, ha constituido un recurso de intereses atavicos y caciquiles para defender privilegios pero nunca, en las decadas recientes, habia alcanzado a una figura politica nacional. La violencia, sin dejar de estar presente, era asunto marginal, no por ello menos grave pero si menos protagonico, en nuestro panorama politico. El crimen de Luis Donaldo Colosio es horrendo por alevoso , premeditado, cobarde, injusto. Pero tambien, por la senal de extrema alerta, ojala no a destiempo, que significa para toda la sociedad mexicana. Desde hace varios meses hemos conocido, y padecido, el recurso de las balas. Desde el asesinato del cardenal Posadas hasta la insurreccion en Chiapas, los mexicanos nos hemos encontrado, aunque no con preocupacion e indignacion suficientes, ante una serie de acontecimientos que formalmente pueden estar desconectados entre si, pero que crean un contexto en donde la violencia se nos ha comenzado a volver cotidiana. De la sorpresa de los primeros hechos, en algunos sectores de la sociedad mexicana se esta tran sitando, con resignacion o pesimismo extremadamente irresponsables, a una suerte de contemplacion cinica de la violencia politica. La complacencia con que diversas voces asumieron la guerra en Chiapas, enmedio de la fascinacion por la parafernalia simbolica de los neozapatistas, fue la expresion de una descomposicion en el terreno de las ideas (en tanto que el debate politico empezaba a ser sustituido por la adhesion a la causa de las balas) pero tambien de un deterioro moral que tiene alcances quiza todavi a no por completo manifestados. Advertencia sudamericana Desde el mundo intelectual y academico, asi como en algunos sectores de las clases medias, el desafio del EZLN en Chiapas fue aplaudido pero no solo como defensa de las reivindicaciones sociales (muchas de ellas ciertamente urgentes y justas) de los campesinos indigenas sino ademas, en displiscente respaldo a la violencia considerada entonces como recurso legitimo. Hasta entonces en la sociedad mexicana habia campeado una conviccion, que podia considerarse como generalizada, de rechazo a la violencia y de r espaldo a la lucha politica por los cauces pacificos. Ese consenso se rompio con la crisis de Chiapas. Ahora el asesinato de Luis Donaldo Colosio, fuera de unas cuantas expresiones cinicas, pareciera concitar el repudio mayoritario a la via de las balas. Que ese rechazo perdure. Los mexicanos no hemos estado acostumbrados a la violencia. Las generaciones que alientan y sostienen hoy a este pais, han crecido en un clima de paz en donde las tensiones no faltan, pero han tenido cauces para expresarse y resolverse. Justamente en la terrible semana que ha terminado, se aprobaron nuevas reglas que haran mas equilibrada la competencia electoral. Hemos logrado grandes avances en la normatividad para las elecciones y en la consolidacion de un sistema de partidos al que le faltan muchas cosa s, pero que ya existe y funciona. La violencia puede ser elemento no solo disruptor, sino destructor, de esos logros. No es exagercion. Recordemos Sudamerica. Colegas y amigos que vinieron a Mexico hace dos decadas cuando el autoritarismo los perseguia en Argentina, en Chile o en Uruguay, entre otros paises, recuerdan consternados que precisamente con acontecimientos como los que ahora estamos viviendo aqui, empezaron las escaladas de violencia y descomposicion politica en sus naciones. Estamos al borde de un precipicio. Reconocer el riesgo, permitira eludirlo. Fanatico, o conspiradores Por ahora, la descomposicion de una cultura politica en donde se abrieron dudas o afloraron descontentos que permitieron justificar la violencia en Chiapas, formo parte del entorno de ideas dentro del cual un fanatico, o un grupo de conspiradores, pudieron haber fraguado el asesinato del candidato presidencial del PRI. Ha sido una provocacion, ya sea que hubiera resultado del delirio de un joven enceguecido, o de una maquinacion mas compleja. Lo deseable, pero aqui los buenos deseos no son mas que eso, es que se tratara de la primera posibilidad: que Mario Aburto Martinez se hubiera convertido en asesino por decision propia y nada mas. Pero hay tantas dudas y tantos cabos sueltos, que existen motivos fundados (hasta que no se aclare lo contrario) para pensar que pudieramos estar ante una conspiracion politica. En las paginas de los diarios, entre tantas declaraciones consternadas, nos hemos podido enterar de versiones hasta ahora no desmentidas: que Aburto formaba parte de alguna secta religiosa o incluso de algun grupo de ultraizquierda, que hace poco estuvo en Chiapas, que tuvo contacto con grupos armados ilegales o no, que lo habia irritado la designacion como candidato del hombre al que asesino el miercoles... Especialmente, llaman la atencion las notas, publicadas el viernes y el sabado aqui en El Nacional, sobre el homicidio de dos mecanicos, que hay quienes consideran relacionados con Aburto, y que habrian muerto la misma noche del atentado contra el candidato del PRI. Unicamente la informacion clara, completa y rapida, por parte de las autoridades judiciales, podra sustituir a las especulaciones. Mientras, en algunos sectores de la confundida sociedad mexicana han corrido las versiones mas descabelladas, algunas francamente estupidas pero expresion de incertidumbre, sobre el atentado de hace cuatro dias. El de Colosio, ha sido un crimen politico. Es preciso establecer, sin dudas para la sociedad, si Aburto actuo solo o por consigna. El tiempo corre y apremia. Chiapas, aun en crisis El tiempo corre, pero no tanto que no haya espacio para el duelo, en el Partido Revolucionario Institucional. Si Manuel Camacho no hubiera dicho y hecho todo lo que hizo y dijo respecto de sus aspiraciones presidenciales, ahora seria el candidao natural. Pero este no es el tiempo del ex regente. En politica se gana y se pierde y ahora ha perdido todo el pais. A Camacho se le ha tratado con dureza extrema en los ultimos dias, incluso por parte de priistas exaltados y de la prensa que magnifico las injurias contra el Comisionado para la Paz. El sigue haciendo falta en Chiapas, donde los dirigentes EZLN han tomado el asesinato de Colosio como expresion de una escalada en contra de ellos, o quiza queriendo aprovechar ese atentado como pretexto para desdecirse respecto de los avances hacia la paz. La crisis en Chiapas se agrava y la decision para resolverla sin viole ncia debe mantenerse, por encima de las voces que ya claman por una actitud de dureza gubernamental. A esa conciliacion, en nada ayudan los chantajistas y cada vez mas cursis comunicados del "subcomandante" Marcos, que ha formulado un preocupante llamado a los simpatizantes clandestinos que el EZLN pudiera tener fuera de Chiapas. Zedillo y Ortiz Arana Las cartas del PRI para sustituir a su candidato asesindo no son muchas, pero no son pobres. Ernesto Zedillo, por meritos propios, era considerado presidenciable y, hace pocos meses, estuvo cerca de ser designado. Forma parte del equipo de que ya estaba en campana y tendria la posibilidad de agrupar al colosimo que como sus integrantes insisten, es una corriente que se mantiene dentro y fuera del PRI. Ernesto Zedillo no ha ocupado ningun cargo de representacion popular, pero tampoco lo habia hecho Carlos Sa linas antes de ser Presidente. Tiene manejo politico, aunque la discrecion que decidio guardar desde fines de noviembre ha permitido que algunos lo supusieran al margen de las decisiones principales de la campana que el coordinaba. Fernando Ortiz Arana, que en cambio ha sido diputado una y otra vez, tiene como operador politico una sobrada experiencia que ha desplegado en las tareas parlamentarias y al frente de su partido, si bien no esta tan involucrado con el proyecto economico y social de Salinas, que era tambien el de Colosio. La busqueda de continuidad, que tendria que ser matizada con un nuevo perfil de originalidad, orientaria la decision en favor de Zedillo. La intencion para rearticular fuerzas dentro del PRI, propiciaria la designacion de Ortiz Arana. En todo caso, ayer sabado Hugo Andres Araujo declaro que los priistas respetaran los plazos del duelo que actualmente embarga al pais. Casi al mismo tiempo, un comunicado del dirigente Ortiz Arana desautorizaba expresiones de simpatia en beneficio de cualquier personaje como las que, en favor de el mismo, estaban conociendose ya. Conduccion gubernamental Aunque fuera solo por luto pero, tambien, en reconocimiento a los afanes de renovacion que para su propio partido queria Luis Donaldo Colosio, seria deseable que la designacion del nuevo candidato fuera enfaticamente sobria, sin la cargada de interesados y pescadores en el rio revuelto que suelen convertir en romeria a las ceremonias de ese partido. Una decision rapida pero sin prisas en el PRI, asi como un esclarecimiento rapido pero confiable del asesinato de Tijuana, contribuirian a devolver al pais algo de las certezas que han estado quebrantandose estos dias. En este panorama, es de reconocerse la capacidad de conduccion politica que, enmedio del dolor y la sorpresa, ha podido ejercer el gobierno de la Republica. El presidente Carlos Salinas y sus colaboradores dispusieron pronto una coleccion de medidas para atajar los efectos erosionadores del a sesinato. Bancos y casas de bolsa se mantuvieron cerrados el jueves, pero en senal de certeza ya abrian sus puertas al dia siguiente. La ratificacion del Pacto Economico fue muestra simbolica de compromisos productivos y sobre todo, el anuncio del ingreso mexicano a la OCED fue expresion de confianza mutua, tanto del gobierno de nuestro pais como de las naciones industrializadas. El duelo no ha paralizado al gobierno. Que no paralice al pais. Una mujer valiente Tambien notable, ha sido la entereza de Diana Laura Riojas de Colosio, que ha mostrado una valentia y una claridad de ideas de las que indudablemente su marido estaria orgulloso. Su mensaje, el viernes, antes de que el ataud descendiera para confundirse con la tierra de Magdalena de Kino, ademas de estremecedor fue la recapitulacion de los principios con los cuales, y por los cuales, hizo politica un hombre honesto. Antes, la senora Colosio habia publicado un mensaje en el que exhortaba a que "nunca mas la violencia sea el arma para detener los suenos, para combatir las ideas". Nunca mas. En ese empeno nos estamos jugando el futuro de la nacion, nuestra capacidad para sonar y construir. Una y otra vez, desde la noche del miercoles, el recuerdo de Colosio, su generosidad para escuchar, su persistencia para convencer, ese perfil de hombre bueno que todos le reconocen, nos sigue atosigando con este nudo en la garganta. El coraje, pero sobre todo la tristeza, invaden y dejan en el pasmo. Luis Donaldo ya descansa en paz. El pais, no. .