SECCION: ESPECTACULOS PAG. 35 CINTILLO: TEATRO BLANQUITA CABEZA: Jose Jose: reencuentro con el pueblo CREDITO: ALEJANDRO SALAZAR HERNANDEZ En el graderio del Blanquita se encuentran personas de practicamente todas las generaciones. Noche de viernes en extremo caluroso; familias enteras e innumerables parejas consagran el inicio de su periodo vacacional a ser participes del publicitado Reencuentro de Jose Jose con su pueblo. Una sosa variedad (de la cual solo vale la pena resaltar chispazos del desgastado pero efectivo humorismo de Tilin, el fotografo de la voz; las marionetas de Johnny Welch, y la atractiva figura de Paty Ardon) antecede a la presentacion de El principe de la cancion, quien este ano celebra tambien 31 de cantar al amor, de unir parejas. A cada una de ellas dedica precisamente -dependiendo su situacion sentimental- la mayor parte de su repertorio, mezcla de sus exitos, sobre todo de antano. Para quienes acaban de conocerse, para quienes llevan anos juntos, para quienes se acaban de separar... Todos son complacidos con letras entonadas por una voz en muchos momentos cascada, pero no por ello penetrante en el gusto general. "Eres unico!, quiero contigo!", se desganita una admiradora entrada en anos escudada en el anonimato permitido por la penumbra, marco de una pasion incesante entre los enamorados, alimentada cancion tras cancion. El periplo musical va desde O tu o yo hasta Eso nomas, encontrando escalas cronologicas en muchas otras populares melodias: Gavilan o paloma, Lo que no fue no sera... hasta arribar a 40 y 20. Todas entonadas con evidente apasionamiento de Jose Jose, quien sin remilgo confiesa "46 anos entrados a 392". Este, al igual que otros comentarios, evidencian su buen humor readquirido en esta nueva etapa de su azarosa carrera. Tras mas de una hora de recorrido y anecdotas, la audicion llega a destino con La nave del olvido y El triste, reclamadas a coro por la concurrencia. Se repite entonces la historia de siempre: recibe ovaciones del publico puesto de pie. El jubilo en sus admiradores parece incrementarse cuando se percatan de que El principe de la cancion paulatinamente se libera de esa maldicion llamada alcoholismo, misma que hace algunos meses estuvo a punto de cobrarle la vida. Quiza por ello este reencuentro con el pueblo, "quien realmente hace al artista", es considerado por el como uno de los mas emotivos de su trayectoria. .