SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: La muerte de Luis Donaldo CREDITO: GUSTAVO HIRALES M. No tengo palabras para expresar mi consternacion y mi vergenza por la muerte violenta de Luis Donaldo Colosio. Como bajacaliforniano me duele en particular que haya sido en Tijuana donde tuvo lugar este crimen. Estoy totalmente de acuerdo con Octavio Paz: es un hecho abominable. Es lo mas ominoso que ha sucedido en el pais desde hace muchos anos, con implicaciones a mi ver bastante mas sombrias que la misma insurreccion zapatista. Es un golpe directo al corazon de la Republica, de la democracia, de la poli tica. Coincido tambien con Paz en lo que el asesinato de Colosio refleja: el grave deterioro de nuestra moral publica, deterioro en el cual han jugado un papel importante las constantes, melifluas, hipocritas o encendidas pero siempre irresponsables apologias que en los ultimos meses, a partir del 1 de enero se han hecho de la violencia. No se trata de buscar artificialmente, al margen de los procedimientos judiciales establecidos, culpables ni chivos expiatorios, pero hay que senalar como se fue construyendo un ambiente en el que tambien el magnicidio aparece como algo justificable, como parte de un ejercicio valido de violencia vindicativa, "revolucionaria". El joven, el mexicano pobre y marginado que segun todos los indicios empuno el arma homicida no tenia motivos en apariencia para atentar contra la vida del candidato priista. šPor q ue lo hizo? Si se descarta la hipotesis de la conspiracion (que no hay que descartar a priori, pero que la juzgo altamente improbable), la respuesta puede ser por soledad, por marginacion, por pobreza y desarraigo, y porque seguramente leyo o escucho que Colosio era el candidato "de la imposicion y del continuismo" y que, por tanto, en un silogismo retorcido, atentar contra su vida era hacerle un servicio a la patria por parte de quien, como el, no era nadie y por tanto, tampoco tenia nada que perder, mas q ue su anonima vida. šPor que no acepto, de entrada*, la teoria de la conspiracion? Porque me parece demasiado rebuscada, porque no veo a quien le pueda beneficiar la desestabilizacion, la ingobernabilidad y la violencia instaladas entre los mexicanos. La muerte de Colosio ofende y dana, como lo ha dicho el presidente Salinas, a Mexico, a la nacion en su conjunto. No puedo concebir, tal vez por miedo, que haya en este pais fuerzas organizadas cuya naturaleza e intereses las lleven a ejecutar algo tan desmesurado, tan desestab ilizador; no hay antecedentes de ello, si exceptuamos quiza lo del cardenal Posadas, el ano pasado. Y de cualquier manera, no hay proporcion. Por eso me inclino por la hipotesis del delirio individual, de la locura a lo Erostrato. El dano es terrible, y posiblemente nunca sabremos cuanto. El candidato Colosio apenas estaba a punto de empezar la parte mas rica, mas programatica y cargada de definiciones de su campana. El conjunto de diagnosticos y apretadas propuestas planteados en sus discursos principales, iba a empezar a desglosarse y a desplegarse, a enriquecerse en el dialogo y el intercambio con la ciudadania. El candidato y su propuesta estaban a punto de despegar sobre la base de una masa critica acumulada y de tres importan tes enigmas despejados: 1) la reforma electoral pactada (y ya aprobada legislativamente en su aspecto constitucional) entre el gobierno y los partidos, 2) el estacionamiento de un camino claro para la paz en Chiapas, y 3) la definicion de Manuel Camacho de que no aspiraria, en esta etapa, a la candidatura presidencial. El camino estaba en lo fundamental despejado para que la oferta programatica, organica, mas importante de transformacion y renovacion nacional se desplegara ante el pais, y eso es lo que cortaron lasssss balas asesinas. Pero Mexico es mas grande que el mas oscuro criminal. El pais, como lo han dicho todas las fuerzas responsables de Mexico, no se puede doblar ante la violencia ni ante la locura. Tiene que encontrar, mas alla de su dolor, en sus fuerzas sanas y en sus mejores tradiciones, las bases y los i nstrumentos de su avance y superacion. Las elecciones no deben ser suspendidas ni pospuestas. El Estado de derecho debe mantenerse y reforzarse. Debemos, como lo acaba de decir Jorge Carpizo, formar los mexicanos una muralla frente y contra la violencia, una trinchera de la civilidad y la politica. Es la hora de la unidad nacional contra la violencia y en favor de los metodos politicos y democraticos de convivencia. Desde la optica de quien como yo no soy priista, pero si colosista, en el sentido de mi gran identidad con las tesis y propuestas principales del candidato, creo (podria decir; pido) que el Partido Revolucionario Institucional deberia postular a un candidato que represente de manera clara, evidente, lo mas decantado del pensamiento de Luis Donaldo Colosio: nuevo federalismo, reforma del poder, presidencialismo democratico, reforma social. Se que las cosas ahora seran mas dificiles, que no es lo mismo cont ar con Luis Donaldo que tener que competir sin el, pero eso es lo menos que su partido puede hacer, para honrar su memoria y proseguir su tarea. .