SECCION: ESPECTACULOS PAG. 35 CINTILLO: Festival Revolucion 94 CABEZA:Caifanes y malditos en Los Angeles CREDITO: XAVIER QUIRARTE LOS ANGELES, California.- Los cuerpos se confunden. Brazos, piernas y cabezas chocan, se atraen y luego se repelen en un circulo concentrico enloquecido que parece no tener fin. La comunidad chicana ha respondido a las expectativas de los organizadores del festival Revolucion 94, celebrado el pasado sabado en el anfiteatro de los Estudios Universal: alrededor de 5 mil personas han dejado desbordar su pasion ante la musica de Santa Sabina, La Castaneda, Live, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Red Cross y Caifanes, en estricto orden de aparicion, asi como el grupo de comediantes Chicano Secret Service. Esto no es Hollywood. East Los Angeles se ha trasladado al anfiteatro con chicanos que ondean banderas de Mexico y pancartas de apoyo a los grupos mexicanos, jovenes ansiosos de reencontrarse con sus raices, aunque el "patriotismo de Cenicienta" -como le llama Carlos Monsivais- se termina a la medianoche. A lo largo de mas de cinco horas el local se ha cimbrado con los gritos de "Mexico, Mexico!" y las demostraciones del slam mas desbordante. A Santa Sabina le toco el paquete de abrir las hostilidades del festival Revolucion 94, aunque no los pudimos escuchar por ciertos problemas logisticos, de acuerdo con el buen amigo Oscar Sarquiz sono muy asentado con Rita Guerrero al frente. Mientras se cambiaba el equipo y los instrumentos, Chicano Secret Service, autodefinido como "la mas peligrosa tropa de comediantes de Aztlan", realizo una serie de sketches politicos que incluyeron al mismisimo subcomandante Marcos. Su actuacion, bastante diver tida, fue recibida lo mismo con aplausos que con mentadas de madre. Bajo la energetica actuacion de La Castaneda, al frente del escenario se fue conformando un grupo de chicanos deseosos de fustigar sus cuerpos a la menor provocacion. Leves empujones fueron el preambulo a la formacion de un cuerpo amorfo que parecia tener cientos de brazos y piernas, el cual se retorcia de placer cuando el cantante pedia a gritos: "Hoy vamos a hacer el slam mas grande de Los Angeles!". A La Castaneda le siguio Live, un grupo al que habra que escuchar con mayor atencion en su disco o bien cuando nos viviten en la ciudad de Mexico, pues segun dijo el cantante de magnifico registro de voz, han sido invitados por Caifanes. Pero la noche era para La Maldita y los Hijos del Quinto Patio, a quienes la comunidad chicana requeria a gritos. Dejemos de lado el panfletario discurso de su cantante, el hecho de que a juicio de quien esto escribe su propuesta musical ha envejecido demasiado pronto y que una cancion como Atole con el dedo suene patetica. Los pachucos de fin de milenio vinieron a adorar a su Maldita, a demostrar que en Los Angeles tambien hace aire. La voragine de slammers se arremolino ante los malditos , sin importarles si al Sax todavia le falta mucho camino por recorrer antes de merecer tal sobrenombre. Pachuco les habla de sus raices, de su necesidad de autoafirmarse como mexicanos en un pais que sigue siendo ajeno para ellos. El encore y Querida de Juan Gabriel (lo que tiene que soportar el rock...), cierra la actuacion mas esperada del festival. A Red Cross, grupo angelino de solido sonido metalero, le sucedio lo mismo que a Live: su interesante propuesta estaba fuera de contexto, ante un publico hambriento de escuchar a las bandas mexicanas. En medio de veladoras, Caifanes subio al escenario con el reto que suponia el exito de La Maldita. Si bien el slam habia perdido su vigor inusitado, el publico coreo una a una sus canciones. Mientras todos coreaban La negra Tomasa a unas veinte filas de ellos un grupo se tundia ante la indiferenc ia de los encargados de la seguridad. Si bien uno de los involucrados resulto severamente golpeado, la cosa no paso a mayores. Revolucion 94 es un paso que los grupos mexicanos dan hacia las ligas mayores. En vista del exito indiscutiblemente obtenido, podemos asegurar que abriran otros espacios en Estados Unidos para el rock mexicano. Ahora toca a los grupos enriquecer sus propuestas, pulir muchas aristas y reconsiderar el espiritu patriotero del "Arriba Mexico, cabrones". El camino -que muchos grupos quieren ignorar- es el de la autocritica. .