SECCION ECONOMIA PAG. 33 BALAZO: LITERATURA CABEZA: Timidez ante el sida de creadores espanoles CREDITO: l mundo del trapicheo con la blanca y con el caballo; un mundo de peligro y argot, algo desesperado, donde el pico es una salida para ese deseo romantico de vida peligrosa; el sexo no admite cortapisas ni protecciones, y la enfermedad es un gaje del oficio-. Imaginenselo, y Aristo lo cuenta esplendidamente en una pagina de su libro. Una plaza. Una pandilla es invitada a unas papelinas. No hay jeringuillas. Los chavales se dispersan, y con la rapidez de algunos animales vuelven a concentrarse. Cada uno trae una chuta; la han recogido del suelo del parque. Mejor que cruzarselas, les ha dicho la doctora. El VIH es fragil en el tiempo; lo que quede en las jeringuillas usadas ya estara muerto. En Mi sida, Sagu -seudonimo que en euskera quiere decir raton- cuenta la historia de un enfermo terminal hospitalizado, en primera persona. Ninguno de los dos estan enfermos, pero para los dos el sida es un reto personal y estetico. Un reto de epoca. Coinciden en el ano de nacimiento (1963), en el interes por un lenguaje sin miedo y en la editorial Libertarias. Dicho de otro modo; da cosa ganar dinero con este tema. O mejor; meter el tema del sida en la produccion industrial. El grupo Gran Fury, uno de los mas activos en su lucha por cortar el sida en EEUU, tiene un lema: silencio igual a muerte. No nombrar el sida equivale a dejar que otros lo nombren, lo contaminen, lo conviertan en otra cosa. Un lema que ha sido adoptado por los grupos activistas espanoles, que, como ellos, han imbricado en el trabajo propagandistico la creacion artistica, heredera del a cosa; plaga, castigo divino, consecuencia de culpas. Vergenza. Como dice Luis Antonio de Villena, en cuyo ultimo libro de poemas, Marginados planea el tema del sida, Y tiene esa otra dimension tragica, occidental, la culpa; ese texto, un estupendo analisis de la cuestion en Espana y America, los autores reclaman lo que estan pidiendo los grupos norteamericanos; la vuelta a un arte comprometido en un tema que, por su propia complejidad, desborda los limites ascepticos de una enfermedad concreta para convertirse en un nucleo significativo que convoca los grandes problemas sociales, ideologicos y morales. Efectivamente, esta enfermedad de los ochenta no sera la causa del rearme moral en Estados Unidos y Europa, pero sin ella, la vuelta a la moral reaccionaria no hubiera podido ser la misma. Hay que decir que en Espana la reaccion es timidisima, las respuestas estan llenas de pudor y miedos. De hecho, mientras en Estados Unidos y en Francia, en parte por las campanas publicitarias de los activistas gays, es ya enorme la literatura confesional, y no los montajes y las peliculas sobre el tema, la produccion espanola es minima y esta en panales. Y eso, en todos los terrenos. Jorge Herralde, editor de Anagrama, confiesa no tenr un solo titulo sobre el sida, aunque publicara Angeles en America, la escandalosa pieza teatral de Tony Kusner, actualmente en Broadway. Beatriz de Moura, que si tiene en el catalogo de Tusquets novelas y testimonios directos -Las noches salvajes, de Cyril Collard, o Al amigo que no me salvo la vida, de Herve Guibert-, y concretamente las que hasta ahora son las mejores en espanol, la novela de Severo Sarduy, Pajaros en la playa, y las escalofriantes memorias de Reinaldo Arena, Antes que anochezca, dice: al vez haya que esperar ¨Esperar? El mundo de la cultura ha sido diezmado por el Sida, tambien en Espana. Si revisamos lo dicho hasta ahora, todo lo poco que hay -habria que anadir Una visita inoportuna, de Copi, el argentino que escribia en frances, y que esta inedita en castellano, aunque fue montado en catalan- es, aqui y afuera, literatura fundamentalmente testimonial. En los mejores casos -Sarduy, Arenas, Copi- la reflexion trasciende a la propia enfermedad para, primero, integrarla si es posible dentro de una vida y una hist oria, y despues, mirar directamente a la cara de la muerte, por detras de esas metaforas que, a decir de Susan Sontag, vuelven socialmente ca al Sida! Deconstruir el discurso social, construir uno nuevo que situe los nombres en su sitio es el trabajo que ella, y tantos otros, se han propuesto. Hay que decir que en Espana, muy pocos. El primero fue Alberto Cardin; el libro de Aliaga y G. Cortes es basicamente informativo, y esta en preparacion un texto, pensamiento duro, del filosofo Alex Garcia Duttmann, para Muchnik. La exigencia de los activistas antisida por la vuelta a un arte comprometido no exige, por supuesto, que este sea estrictamente documental. Si otras pestes produjeron El Decameron o La montana magica; si, como dice Rosana Torres, la lectura de La peste, de Camus, a la luz del Sida es absolutamente esclarecedora, figuras como Keith Harring, Robert Mapplethorpe o David Wojnarowicz resultan carismaticas en este sentido. En Espana, el pintor y escultor Pepe Espaliu hace referencias oblicuas a la enfermedad y a la muerte desde una linea rigurosamente conceptual. Incluso en sus el tema del Sida no es el de una lista de caidos, sino el de un hecho que concierne a la estetica de nuestro tiempo y, como siempre, a su etica. La actitud luchadora y valiente de Manuel Pina en lo publico conecta con una simplificacion mistica en las creaciones de sus ultimas colecciones, que esta convirtiendose en tendencia. Si Ross Bleckner, actualmente expuesto en Madrid, dice estar haciendo un duelo por sus amigos muertos por el Sida, algo parecido hacen pintores como Frederic Amat, Javier Codesal, Pe pe Miralles o el veterano Dario Villalba. Y es que, como dice el joven pintor Chiti Ayuso, .