GUIA: 0703604 SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CREDITO: CABEZA: La CNDH y la resaca de la guerra La presion contra la comision viene de dos lados. El de las propias ONGs radicalizadas y el de sectores del gobierno y grupos de poder a los que les molesta. De los primeros no hay que mangnificar el asunto, es normal que tengan posiciones distintas. La labor de las organizaciones defensoras de los derechos humanos radica en su capacidad de consternacion, en sus reflejos ante lo que pudiera ser un acto prepotente o una violacion al Estado de Derecho, los tiempos que tienen para actuar son distintos, la forma de documentar los casos tambien, por eso las fricciones. De los segundos, el problema es su control y su fuerza. No podemos saber cual hubiera sido el futuro de la comision y de las propias ONGs en un escenario de suspension de garantias. No fue poco lo que nos jugamos los primeros dias de enero. La reaccion natural de los gobiernos latinoamericanos siempre fue la de la dureza, con la barbarie como metodo de hacer politica y con la persecucion continua de los opositores. No deja de ser paradojica la reaccion de la prensa y de buena parte de los ciudadanos ante la estrategia impulsada por el gobierno. Parece que la sorpresa nos incluyo a todos. La perspectiva de una guerra larga, con fructuras incalculables, no era una hipotesis descabellada ni una posibilidad remota. Aun ahora la paz es fragil, no hay desarme ni se ha firmado acuerdo alguno, el expediente chiapaneco esta abierto, con todo lo que eso implica. ¨Que es lo que nos puede salvar de cargar, como una losa, con la cronica y la leyenda de nuestros dias de combate? Me parece que solo con la reconstruccion puntual de lo acontecido. La historia es un instrumento enigmatico y voluble, la cercania suele magnificar las cosas y la distancia tiende a mitigarlas. Por ello el informe preliminar de la CNDH puede ser un buen principio para ir desenmaranando y despejando la bruma que cubre la guerra chiapaneca. La comision senala que hay 76 quejas contra el ejercito y 20 contra el EZLN. Respecto al EZLN, la CNDH no tiene competencia. Solo el Estado puede violar derechos humanos, las barbaridades cometidas por particulares forman parte de los delitos del fuero comun y federal. La guerra siempre es atroz. Las coordenadas a las que remite y los escenarios a los que convoca son dificiles de superar. Pero los enfrentamientos armados tambien estan sujetos a la intensidad y al matiz. De las primeras facturas que arroja el conflicto tenemos las de un ejercito moderado, con un control espectacular sobre sus propias reacciones, la de 20 mil desplazados de la zona controlada por el EZLN, la de comunidades divididas en sus propias familias y las de un saldo desconocido, todavia, de muertos y desaparecidos. Lo anterior no quiere decir que no sean condenables todos los actos arbitrarios. Los ataques a civiles en Nuevo San Carlos, los muertos en la clinica del IMSS en Ocosingo y los cadaveres encontrados con signos evidentes de ejecucion deben ser investigados. Pero la guerra tampoco es asunto de matematicas. No se trata de ver quien cometio mas crimenes para saber de parte de quien esta la legalidad. Eso lo sabe la CNDH y quiza ahi sea donde radique toda su debilidad y toda su fuerza. Si la CNDH se desacreditara no perderian los mas poderosos, se danaria a una corriente construida desde las propias ONGs, se tiraria por la borda un trabajo de mas de 20 anos en la lucha contra la impunidad y volveria, como un viento frio, el recuerdo de Topacio, con todas sus desventuras. .