SECCION CULTURA PAG. 32 BALAZO: HECTOR ORESTES AGUILAR CABEZA: La pelicula de esa noche, El estudiante de Praga, es una obra de culto que se transmite por television incluso mas de una vez por ano, pero en pocas ocasiones se proyecta en 33 mm en pantalla grande contando con copias en tan buen estado como la de esta muestra, conservada y difundida por la fundacion F.W. Murnau. Vista por primera vez en Berlin en 1912, la pelicula tiene como escenarios exteriores sitios historicos de la capital bohemia, que pretende ser recreada hacia 1820. La primera secuencia, por ejemp lo, muestra al empobrecido estudiante Balduin interpretado por Paul Wegener, quien ocho anos mas tarde dirigiria y protagonizaria El Golem en un tradicional Biergarten praguense, esa suerte de tabernas al aire libre tan preciadas por los que cientos de turistas aceleraron la erosion del terreno con sus interminables y descuidadas caminatas por entre el bosque de tumbas. Es impresionante ver un cuadro en el que a espaldas de Wegener se ve una lapida aun mas alta que el rodeada de arboles maduros. Como se sabe, los judios enterraban a sus muertos uno sobre otro y sobre las placas de marmol que coronaban las tumbas anotaban no solo la fecha de nacimiento y muerte del difunto, sino que dejaban inscritas historias de vida completas. Son muy cel ebres las tumbas del rabino L”w y de Oppenheimer, que siempre estan cubiertas por diminutas piedras y recados que los visitantes del cementerio les ofrendan. En El estudiante de Praga no hay otra imagen de Josefov (el barrio judio), pero si aparece, fugazmente, la entranable y estrechisima Calle de los Alquimistas, el pasaje dentro del Castillo de Praga donde vivio Franz Kafka. Tambien de manera tangencial se atisban una de las estatuas del Puente de Carlos, la Catedral de San Vito y partes del muro que res guarda el ascenso de quien camina hasta el Hradschin, el monte que preside la ciudad. Mas de 80 anos despues de haber sido captadas, las escenas de El estudiante de Praga rodadas en sitios historicos conservan el poder de partirle el alma incluso al mas duro opositor de la nostalgia real-imperial y devuelven al espectador un fragmento, asi sea congelado, de la magia en que fundamenta su leyenda la Ciudad Dorada. .