PAG. 19 SECCION: Internacional CINTILLO: Caso Whitewater CABEZA: Golpea el Clintogate el corazon del poder y sacude a estadounidenses SUMARIO: Renuncio Bernard nassbaum, asesor de la Casa Blanca CREDITO: Agencias WASHINGTON, 5 de marzo.- El escandalo del "Clintongate" golpeo hoy el corazon del poder y sacudio a los somnolientos estadounidenses frente al "caso Whitewater", con la reuncia del consejero juridico de la presidencia, Bernard Nussbaum, y las ordenes de comparecencia para seis altos funcionarios de la Casa Blanca. La agravacion repentina del "escandalo Whitewater" amenaza con debilitar politicamente al presidente Bill Clinton, al atraer la atencion de la opinion publica sobre un caso en principio menor y al acaparar el tiempo y la energia del equipo presidencial. Nussbaum, uno de los hombres mas poderosos de la administracion Clinton, se transformo en la primera victima ilustre del mayor escandalo que afecta a la Casa Blanca, un caso de inversiones que anduvo mal cuando el presidente era todavia gobernador de Arkansas, pero que hasta ahora no habia turbado el sueno a mas de un punado de estadounidenses. La sorpresiva accion del fiscal especial Robert Fiske -las ordenes de comparecencia fueron anunciadas anoche, tarde, cuando la renuncia de Nussbaum se dio por descontada-, se orienta a evitar que junto con el consejero legal tambien abandonen la Casa Blanca los documentos ligados al caso Whitewater. La medida de Fiske no afecta solo a los funcionarios del staff presidencial y del Tesoro salpicados por la decision del fiscal. Tambien se refiere a cada trozo de papel y diskette de computadora de la Casa Blanca, ya que toda la documentacion debera ser entregada al gran jurado que investiga el escandalo. El adjunto de Nussbaum, Joel Klein, dio inmediatamente la orden para que "no se vacien los cestos de papeles". Amortiguador de casi todas las controversias que asediaron a la Casa Blanca en los ultimos 14 meses, Nussbaum, brillante abogado de Nueva York de 57 anos, afirmo "haber actuado siempre en forma legal y etica". Agrego haberse visto obligado a renunciar "despues de la polemica generada por aquellos que no comprenden ni quieren entender el papel y las obligaciones de un abogado, aun cuando se trate del consejero legal del presidente". Clinton acepto "con amargura" la renuncia del viejo amigo, que habia empleado a su novia, la entonces estudiante de leyes, Hillary Rodham, durante las investigaciones sobre el escandalo Watergate. "Diste a esta administracion uno de sus espiritus mas vivaces y cerebros mas brillantes. Por esto te estare eternamente agradecido", dijo Clinton. Si es cierto que Nussbaum es el responsable de los fallidos nombramientos de Kimba Wood en la Corte Suprema y de Lani Guiner en la cartera de Justicia, y del equivoco del "Travelgate", tambien es verdad que el consejero tiene en su haber algunas de las decisiones mas felices de la administracion: desde el nombramiento de la ministra de Justicia, Janet Reno, a las de Luis Freeh en la direccion del FBI y de Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema. Desde muchas partes se le reprocho a Nussbaum haber dado la impresion de complicar aun mas y acordarle mayor dimension al escandalo. En efecto, hasta ahora, ni Clinton ni su staff fueron acusados de actividades ilegales. Lo que provoco la renuncia y las ordenes de comparecencia fueron las "inoportunas" reuniones mantenidas por los consejeros del Presidente con los altos exponentes del Tesoro para ser puestos al tanto de la investigaciones conducidas por la Resolution Trust Corporation (RTC, la agencia federal con competencia en las quiebras bancarias) sobre la Madison Guaranty Trust, la empresa de ahorros sospechosa de haber financiado ilegalmente a la inmobiliaria Joint-Venture y la campana electoral de Clinton para el sil lon de gobernador en 1984. Ademas de Nussbaum, tambien recibieron ordenes de comparescencia Harold Ickes, vicejefe del gabinete (reclutado recientemente para dar un aspecto "mas politico" a las acciones del staff); Bruce Lindsey, primer consejero del presidente; Mark Gearen, director de comunicaciones; Lisa Caputo, vocera de la primera dama; Maggie Williams, jefa del gabinete de Hillary y otros tres altos dirgentes del Tesoro: el viceministro Roger Altman; el asesor legal, Jean Hanson y el jefe del gabinete, Joshua Steiner. El que fuera portavoz del presidente George Bush, Marlin Fitzwater, resumio: "Clinton debe tener mucho cuidado con lo que dice, ya que la primera pregunta que le plantearan los investigadores a sus colaboradores es saber si pusieron al corriente sobre el caso a la pareja presidencial. Asi, nos acercamos a la pregunta: ¨Que sabia el presidente? Clinton dijo que sus colaboradores, citados por el FBI para comparecer ante un gran jurado, deben cumplir plenamente ese mandato. .