SECCION ESPECTACULOS PAG. 35 BALAZO: VIDEO CABEZA: The Doors segun Oliver Stone CREDITO: JAVIER QUIRARTE La escena se suscito hace apenas unos dias, en la ciudad de Mexico, cuando en el destartalado escenario del Toreo de Cuatro Caminos se reunieron los dos miembros originales de los Doors. Cada uno habia venido con su propuesta, pero al final -y a peticion popular- se habian reunido una vez mas. La mirada suplicante del adolescente, su adoracion casi religiosa al idolo que ya no estaba alli, que habia muerto incluso antes de que el naciera, es el signo inequivoco de que Jim Morrison no ha perdido magnetismo con el paso de los anos. Aunque algunos afirman que la pelicula The Doors (1991) de Oliver Stone contribuyo a que las nuevas generaciones redescubrieran a este grupo de Los Angeles, lo cierto es que cotidianamente los discos de los Doors han seguido vendiendose; su musica -al contrario de como ha sucedido con otros grupos- no ha perdido frescura y la leyenda del Rey Lagarto parece inagotable. En The Doors (disponible en videoclubes)la mirada de Stone es la de alguien que vivio de cerca el ambiente de los sesenta, con todas sus contradicciones. Val Kilmer, en el papel de Morrison, un reto en verdad grande, por momentos es muy logrado, aunque en ocasiones exagera su papel de pacheco-todo-el-tiempo. Algunas de las mejores escenas son aquellas que recrean el ambiente de sus conciertos, cuando Morrison es adorado por sus fans hasta el punto del paroxismo. Su imagen es tan poderosa que mucha gente ha llegado a afirmar que Ray Manzarek, Robbie Krieger y John Densmore solo fueron tres musicos medianos que crecieron al amparo de Morrison (observacion totalmente erronea). Si la cinta tiene sus baches, no deja de ser un testimonio de reconocimiento al genio de uno de nuestros poetas malditos del rock. Habria que recomendarle a los criticos Mick Martin & Martha Porter, autores de Video Movie Guide 1993, que volvieran a verla y, ademas que escucharan con atencion la musica de los Doors. Tal vez entonces reconsideraria su afirmacion en el sentido de que el retrato de Stone es tan "excitante, aburrido, insignificante, loco y demasiado pretencioso" como el grupo. .