PAG. 31 SECCION: Cultura CABEZA: Implosiones del alma CREDITO: Leonardo Garcia Tsao Ya acostumbrados a sus peliculas urbanas neoyorquinas, en concreto y contemporaneas en su mayoria, Martin Scorsese nos vuelve a sorprender con La edad de la inocencia. Esta adaptacion fiel de la novela homonima de Edith Wharton se situa en el medio aristocratico de la Nueva York de 1870, para contarnos la historia de Newland Archer (Daniel Day-Lewis), un abogado comprometido a casarse con May Welland (Winona Ryder), hija de una familia influyente. Sin embargo, el reencuentro de Newland con la condesa Ellen Olenska (Michelle Pfeiffer), prima de May y apestada socialmente por haber fracasado en un matrimonio rodeado de escandalo, conduce a un enamoramiento conflictivo. No obstante la pasion que siente por Ellen, Newland se siente obligado por la sociedad a actuar honorablemente y cumplir su compromiso. El cine de Scorsese se ha caracterizado por presentar personajes cuyos demonios internos los llevan a una descarga catartica de violencia fisica. En La edad de la inocencia se da un cambio interesante. Las restricciones de una sociedad sujeta a ritos y codigos precisos le impiden al protagonista cualquier manifestacion que se considere indebida. (En ese sentido, la cinta se emparenta con los retratos scorsesianos de la mafia italo-neoyorquina, tambien obligada a cumplir un codigo, o pagar las consecu encias). Si las peliculas mas conocidas del cineasta Taxi Driver, Toro Salvaje, Buenos muchachos-- estan puntuadas por explosiones brutales de violencia, en La edad de la inocencia todo impulso fisico se reprime como una olla express que nunca nunca suelta vapor. Scorsese acentua la tiesura de Newland, la rigidez de sus acciones, para hacer mas sonora la implosion de su alma. La pelicula es, entonces, una intensa historia de amor imposible, filmada con una suntuosa riqueza visual que le enmienda la plana a las producciones Ivory-Merchant: aqui la minuciosa recreacion de epoca cumple una funcion dramatica hasta el orden de los cubiertos en una cena representa un rito inviolable y no se queda en el ejercicio de decoracion interior. Ademas, fiel a la vena cinefilica de Scorsese, La edad de la inocencia es una reflexiva revision a un tipo de cine clasico que ya no se hace. El director ha reconocido algunas de sus influencias evidentes Soberbia (1924), de Welles, La heredera (1949), de Wyler, El gatopardo (1963), de Visconti-- y destaca en particular: Carta de una desconocida (1948), de Max Ophls. En efecto, hay entre ambas un claro parentesco: la manera en que la elegancia de su trazo formal se relaciona con los personajes y su entorno, pero sobre todo por su melancolico romanticismo. Pocas son las peliculas que han expresado con ig ual urgencia el dolor de lo que pudo haber sido. LA EDAD DE LA INOCENCIA (The Age of Innocence) D: Martin Scorsese/ G: Jay Cocks y Martin Scorsese, sobre la novela de Edith Wharton/ F. en C: Michael Ballhaus/ M: Elmer Berstein/ Ed: Thelma Schoonmaker/ I: Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer, Winona Ryder, Richard E. Grant, Alec McCowen/ P: Columbia Pictures. EU. 1993. .