SECCION ESPECTACULOS PAG. 8 BALAZO: CABEZA: CREDITO: opilacion informativa, auditiva, de experiencias. Preparacion que se ha manifestado con la consecuente legitimacion por parte de los lectores, con quienes finalmente se tiene la responsabilidad. De manera lamentable son pocas las plumas a las cuales acudir por un juicio de valor o por informacion fidedigna. En su mayoria, los comentaristas de la prensa con respecto al rock som improvisados, con una gran carga de ignoracia supina en todos los sentidos; con escasa o nula profesionalizacion, raquiticos instrumentos de trabajo, y con ello me refiero a limitaciones de lenguaje y tecnologia; limitaciones cognoscitivas de la realidad social en las que se circunscriben las distintas tendencias musicales; limitaciones de cultura general o de acercamiento interdisciplinario. Muchos de ellos no tienen formacion periodist ica o pertenecen a otras ramas y por casualidad, puntada o por unos boletos le entran a escribir de musica. Personas sin el bagaje cultural necesario para distinguir la historiografia del mero chisme; un disco de otro; el devenir de los generos o la simple formacion de un grupo. Tambien los hay que, por intereses creados con musicos, disqueras, tiendas y organizadores de espectaculos, son capaces de tergiversar la realidad, de recomendar basura, de avalar fraudes al publico, de poner en entredicho el oficio periodistico. Por otro lado, la prensa escrita ha sido, merced a los comentaristas preparados, la unica opcion en estos anos del noventa para acceder a lo actual, al desarrollo musical del mundo, a su analisis. E insistire en ello siempre que pueda: al rock en Mexico lo han hecho los escritores especializados, no los musicos. El periodismo musical, informativo o ensayistico, tiene la obligacion de iluminar, ampliar, explorar, enriquecer y vivificar la emocion del rock, la musica preponderante de nuestro tiempo. Tiene la responsabilidad de traducir en palabras e imagenes verbales el cumulo de tensiones que se expresan con los sonidos. Para hablar de lo que sucede con el rock, al pasar a la mente y a la piel del escucha, no es necesario inventar un idioma que requiera de un curso intensivo para descifrarlo, ni confinarlo al primit ivismo expresivo del calo. En cada resena, articulo, entrevista o ensayo es urgente encontrar el lenguaje escrito que traslade al papel, con toda rectitud, el peso, la fuerza, la emocion, la hermosura y el horror de la idea encarnada, visceral, que representa el rock. La cultura de este ya es tan vasta que requiere de otra preparacion por parte de quienes esriben sobre el, y ese debe ser el sentido del periodismo musical. Debe colocarse enmedio de la funcion creativa, y fuera en el contexto social que lo engendra. Asi, redituara en l a confrontacion y ahi alcanzara su mejor nivel: el critico. Ese que tanta falta nos hace. .