seccion inf. gral. primera de primera crdito:Renward Garcia Medrano cabeza: Chiapas y los candidatos Primero fue el asombro, el desconcierto generalizado, la incredulidad de lo que estaba ocurriendo en Chiapas, la incertidumbre sobre las consecuencias para el resto del pais. Casi ninguno de los candidatos presidenciales hizo publica su opinion. Las campanas presidenciales, todas, estaban fuera de los medios de comunicacion y del interes general. Las reacciones de los candidatos en los dias y semanas que siguieron son indicadores muy significativos de sus diferentes capacidades y estilos para hacer frente a situaciones inesperadas. De esta forma, aunque sus campanas fueron eclipsadas por el conflicto de Chiapas, quedaron expuestos al escrutinio publico en un angulo que ninguno de ellos habia previsto: su potencial de consistencia y serenidad, o lo contrario. Empezemos por lo grotesco: Rafael Aguilar Talamantes ha sido con mucho el mas obvio y elemental de los oportunistas. Primero se traslado a San Cristobal de Las Casas para iniciar alli su campana con objeto de capitalizar en su favor el conflicto. Luego disfrazo con pasamontanas blancos y negros a algunos de sus partidarios para apropiarse del simbolo mas caracteristico de los rebeldes. Mas tarde, y eso si es grave, grupos de indigenas y campesinos invadieron pequenas propiedades agricolas y ganaderas cobija dos por el PFCRN. Asi como hace seis anos cambio el nombre de su entonces Partido Socialista de los Trabajadores al otro que incluyera el termino "Cardenista" para capitalizar la emergencia de Cuauhtemoc a la politica nacional y, en su momento, alegar que su cardenismo se referia al general. Chiapas mostro a este personaje de la picaresca politica mexicana con toda amplitud. Cecilia Soto desaparecio primero del escenario para despues hacer pronunciamientos francamente inteligentes, respetuosos sobre el problema chiapaneco y sobre el paralelo asunto del Acuerdo por la Paz, la Justicia y la Democracia, temas conectados como vasos comunicantes, y aprovecho cuanta coyuntura se le presentaba para seguir sumando voluntades a su favor, especialmente entre las mujeres. Tardiamente, Marcela Lombardo repudio la intervencion de la jerarquia catolica en los asuntos politicos mas delicados del pais, con lo que puso la atencion en uno de los mas peligrosos fenomenos del conflicto chiapaneco, aunque desafortunadamente lo hizo desde los viejos prejuicios jacobinos de su ideologia, tambien desgastada, y no con una critica lucida, actual, vital, como la que hizo por ejemplo Jaime Sanchez Susarrey en su colaboracion del sabado pasado para un diario capitalino. Jorge Gonzalez Torres demostro que su proclama ecologista no da mas que para eso, para los problemas relacionados con el medio ambiente, y que los problemas politicos de envergadura lo dejan atonito y vacilante entre la admiracion emocional por el simbolo del pasamontanas y la pobre y lenta comprension de la realidad. Don Pablo Emilio Madero dejo claro que tiene capacidad para ser un buen diputado de oposicion, pero nada mas, y nada hizo o dijo Alvaro Perez Trevino, del PARM, que los medios de comunicacion consideraran digno de recoger en sus paginas o noticiarios. Hasta este punto, se puede observar que frente al conflicto de Chiapas crecio la figura politica de Cecilia Soto, se exhibio en toda su amplitud la calidad moral de Rafael Aguilar Talamantes y quedo mas que clara la dimension politica del resto de la "chiquilleria", como les ha llamado creo que Diego Fernandez de Cevallos a los partidos mas pequenos. Por eso el subcomandante Marcos reclamo que los partidos que fueron a su encuentro hayan ido "a tomarse la foto" y dijo que "... si alguna vez llegan al poder ojala escuchen la mitad de lo que hablan...". De los tres principales candidatos, fue precisamente Diego el que menor y mas retardada comprension tuvo del problema, al grado de que en mas de una ocasion sus declaraciones fueron opacados por los de la llamada "chiquilleria". Su formacion ideologica y su proyecto politico global le impidieron ver a tiempo y con claridad lo que estaba ocurriendo en Chiapas, y por ello no pudo abandonar el terreno estrictamente juridico en sus pronunciamientos: no puede ser un interlocutor valido quien oculta su identidad. Aun teniendo toda la razon, tanto Diego como Marcela Lombardo se revelaron atrapados en esquemas ideologicos y mentales de hace cuarenta o cincuenta anos. Cuauhtemoc Cardenas ha tenido reacciones notoriamente inconsistentes y en ocasiones contradictorias. Como se recordara, en sus primeras declaraciones rechazo la violencia y cuarenta y ocho horas despues, a lo sumo, se subio en la cresta antigubernamental de la ola chiapaneca. Su actitud se ha movido de un extremo al otro, quiza en respuesta a las exigencias ora razonables, ora extremistas, de los grupos tan heterogeneos que integran la coalicion en que se apoya. En lo personal, pareciera que Cuauhtemoc se m ueve en un marco de referencia muy complejo: su necesidad de mantener unida a la coalicion que lo apoya y conserva el liderazgo; sus legitimas coincidencias con las demandas del EZLN y sus diferencias; su mas honda formacion politica como hombre del sistema, hijo y discipulo del principal constructor del presidencialismo mexicano; su natural deseo de capitalizar en votos a su favor el problema chiapaneco. Luis Donaldo Colosio es sin duda quien ha tenido la posicion mas dificil. Primero, porque el conflicto de Chiapas ha levantado un cuestionamiento mas amplio, a veces justo y otras injusto, a la parte del sistema -el PRI- que lo postulo. Segundo, porque se rumoro, con una intensidad nada espontanea, que estaba en peligro su candidatura. Tercero, porque es el primer candidato presidencial del PRI que no cuenta con recursos financieros virtualmente ilimitados ni con acceso preferencial a los medios electronico s. Tercero, porque es el primero que hace una campana sin el recurso visual de los grandes contingentes que tradicionalmente reunian los sectores de su partido. Cuarto, porque su partido -como todos los demas y el sistema politico en su conjunto- esta en un proceso de transformacion muy profundo, no exento de contradicciones, indecisiones, fisuras, pero es el mecanismo unico del que dispone para dar la batalla electoral. Finalmente, porque el comun de la gente tiende a comparar los signos externos de su cam pana con los de campanas priistas del pasado y no con los de las de sus actuales adversarios. En este complejisimo cuadro, Colosio ha mantenido la serenidad y ha diferenciado muy claramente entre lo permanente y lo circunstancial, entre lo esencial y lo aparente, entre fines y medios. Su reaccion frente al conflicto chiapaneco se apoya en unos cuantos elementos muy firmes: 1) es inmoral y reprobable aprovechar un problema humano, politico e historico tan grave con propositos electorales; 2) la explosion de violencia en Chiapas demuestra que hay mucho aun por cambiar, pero sin regresar a estrategias, politicas y acciones espectaculares en la superficie pero profundamente lesivas para la sociedad en el largo plazo; 3) cambiar no significa tirar por la borda lo mucho que se ha avanzado a costa del sacrificio de la mayor parte de los mexicanos; 4) burocratismo, autoritarismo, corrupcion y otros vicios generan irritacion y desesperanza, a veces extremas, por lo que la "reforma del gobierno" contribuira a que los problemas puedan ser planteados y resueltos sin violencia; 5) el desarrollo regional, el fortal ecimiento de los municipios y los estados, asi como el equilibrio real de los poderes federales y estatales, planteados por Colosio desde la aceptacion formal de su candidatura, cobran elevadisima prioridad; y 6) lo mismo es cierto para sus propuestas de cambio en los mecanismos electorales, tambien hechas desde el primer momento, y todas las cuales han sido incorporadas al Acuerdo por la Paz, la Justicia y la Democracia y permanecen como materia de formacion de consensos entre los partidos para materializa r los acuerdos y compromisos de ese documento. .