PAG. 11 SECCION: Cultura CINTILLO: Diversa CABEZA: Abierto a la esperanza CREDITO: Alejandro de la Garza En julio de 1990, a invitacion de Fernando Solana Olivares, inicie mis colaboraciones para el periodico El Nacional. Desde entonces, a lo largo de mas de tres anos y medio, he escrito semanalmente cronicas urbanas y culturales, notas de critica literaria, comentarios y analisis sobre cultura mexicana, relatos breves, pequenas ficciones subitas y, en general, lo que prefiero denominar ensayos de cultura cotidiana. Escritura conformada por pedaceria suelta y dispersa pero unida por su intencion y su tono abierto, directo. El tono sencillo o complejo -segun el lector- de un hombre hablandole a otros hombres desde la perspectiva de un dialogo, de una conversacion cercana y calida que incluya el dato popular, la mencion erudita, el humor, la interpretacion, el riesgo y las contradicciones propias de toda labor creativa. Una escritura, en fin, que he querido horizontal y democratica, contraria a los lenguajes autoritarios y verticales impuestos por los medios de comunicacion, por los discursos politi cos y los inaccesibles y presuntuosos rollos de la academia. Escritura tenida ademas por las observaciones, vivencias y experiencias personales y colectivas, y cruzada por los hechos sociales y culturales relevantes o notables sucedidos en este lapso. De todo ello, acaso en el futuro surge un libro. Por ahora, las transformaciones que enfrenta este diario, su reestructuracion, el cambio de un formato y su reorganizacion economica, exigen tambien una reduccion de su planta de reporteros, colaboradores y empleados. Comprensiblemente varios de los que escribimos en esta seccion abandonaremos las paginas de El Nacional para continuar por otros rumbos y otros medios. Por ello, y sin excluir la posibilidad de futuras colaboraciones esporadicas, esta es la ultima nota semanal que escribo para esta secc ion cultural. Aunque los agradecimientos siempre parecen de rigor, tambien son propios de la honestidad intelectual, por lo que quiero dejar constancia del apoyo y estimulo que siempre recibi del propio Fernando Solana, asi como el respeto a mi trabajo y el espacio abierto y permanente a mis entregas semanales mantenido por el recordado Francisco Galvan Diaz y por Guadalupe Pereyra, sucesivos editores de esta seccion cultural. Agradezco tambien la valioisa labor de Claudia Montoya, sin cuya desinteresada diligencia hubie ra sido dificil agilizar el procedimiento de envio y entrega de materiales, asi como su correccion y su final y feliz publicacion. Se dice facil, pero muchas cosas han cambiado en el pais, en la sociedad mexicana y de seguro en todos nosotros en los ultimos tres anos. Las serias transformaciones que ha vivido en lo economico, sus encuentros y desencuentros politicos, su movilizacion y reorganizacion social, sus notables avances, rencillas e impulsos culturales, hablan de un pais bien distinto al de hace apenas tres anos. Con tumbos y retrocesos, con logros parciales y no pocos obstaculos, Mexico esta inmerso en su transicion a la democ racia. Hace tres anos no preveiamos aun a ese Chiapas que ha derrumbado tantas certezas y nos ha abierto la ciencia y la inteligencia a tan diversas reflexiones, a interpretaciones arriesgadas y novedosas, a una re-vision radical de una realidad que pensabamos tener definida con precision. Ese Chiapas que si bien nos ha abierto el corazon al sufrimiento y al dolor de la guerra, tambien nos lo ha abierto a la esperanza de una vida y un pais mejor. En mas de 150 entregas semanales, en cerca de 42 meses de lab or constante, he podido asi navegar por la piel de los dias que es el periodismo, y he tenido el privilegio de observar y vivir el transcurso del tiempo gracias a otro prodigio. En mi primer colaboracion para El Nacional, fechada en julio de 1990, escribi: dio buscando algun juguete Hoy, tendria que escribir que con sus casi cinco anos, la curiosidad aun insaciablemente abierta y con alrededor de un metro de estatura, Lya juega y dibuja con esta misma computadora en la que ahora escribo mi ultima colaboracion. A pesar de su corta edad, su corazon alberga ya los primeros, duros e inmerecidos dolores de la vida, asi como la total alegria y el absoluto amor que la han convertido en una nina vivaz, plena y feliz. Si quisiera medir el tiempo, lo transcurrido en los ultimos tres anos y me dio de notas semanales, encuentro que ella es mi mejor medida del tiempo y es la que me mantiene, a pesar de los tristes adioses, abierto a la esperanza. .