guia: REES seccion: vida publica, Pag. 5 cabeza: Reestructurar la carrera academica credito: Miguel A. Casillas El debate que se ha generado sobre la desvalorizacion del trabajo academico se ha caracterizado por posiciones extre- mas: aumento generalizado e incondicional o no aumento de los salarios base. Los que suscriben la primera suponen que todos los academicos son iguales y que la superacion salarial debe ser homologada, por su parte, el gobierno afirma que cualquier aumento es "inflacionario" y contraproducente para el exito de su politica economica. Un punto de vista con la superacion de los reduccionismos exige se presenten alternativas que destraben la discusion. En ese sentido se apuntan algunas propuestas que intentan aproximar una solucion hacia el jefe de la reestructuracion de la carrera aca'demica como base de la urgente recuperacion salarial de los universitarios. No se trata de volver al pasado de indiferenciacion y falta de reconocimiento de la productividad, sino de orientar el rumbo cerrando el paso a quienes desconocen la diversidad y vulnera el futuro de la universidad mexicana. Es importante tomar en cuenta que la parte central del debate se ha desarrollado en la UNAM, sin embargo, involucra en realidad a todos los academicos de las instituciones de educacion superior del pais. La inconformidad creciente de los academicos que acontece en la UNAM, es solo una forma expresiva de un problema que atraviesa a todas las instituciones publicas. Una caracteristica recurrente del mundo de las universidades es el predominio de la arbitrariedad y la inexistencia de mecanismos formales para la evaluacion del trabajo academico, en esta entrega se apuntan solo algunas cuestiones imprescindibles correspondientes a la dimension formal-legal. Las dimensiones referidas a nuevas formas de contratacion y permanencia, al impulso de la evaluacion, de la diferenciacion y la deshomologacion seran tratadas despues. 1. Establecer reglamentos de ingreso, permanencia y promocion del personal academico. Solo un numero reducido de instituciones cuentan con estructuras de referencia legal que normen el ingreso, la permanencia y la promocion del personal academico. Muchas menos tienen reglamentaciones construidas exclusivamente con base en criterios academicos. Conformarlas es una urgencia, que sirve de base a los procesos de evaluacion y diferenciacion del trabajo. En este marco, es necesario establecer tabuladores con puntajes que reconozcan prioritariamente el trabajo de docencia, investigacion y difusion cultural, tanto a nivel de productos como de procesos. La experiencia de los ultimos anos evidencia tambien la necesidad de tabuladores diferenciados por campo disciplinar, que sean sensibles ante la diversidad del trabajo academico. 2. Establecer comisiones dictaminadoras que evaluen el trabajo academico. Hasta ahora, el problema de quien evalua se mantiene indefinido, es imprescindible que los academicos sean quienes controlen -con sus criterios- los mecanismos de regulacion del mercado. El quehacer de estas comisiones debe estar reglamentado, sujeto a procedimientos transparentes e imparciales. Debe haber formas publicas de calificacion, posibilidad de inconformidad con el juicio emitido y procedimientos legales de impugnacion. Un punto importante de estas comisiones seria superar la emision de juicios exclusivamente cuantitativos y avanzar en el reconocimiento de la calidad. 3. Establecer mecanismos de evaluacion permanente, no solo asociados a premiar, sino a identificar problemas y solucionarlos. Uno de los principales es acabar con la simulacion, terminar con los aviadores y despedir a quien no trabaje para lo que fue contratado. Evaluar permanentemente y con base en criterios exclusivamente academicos es un punto central para advertir deficiencias y buscar su solucion. No se trata de que la evaluacion sirva nada mas para otorgar estimulos o para despedir a quien no trabaja, el objeto central es detectar deficiencias y permitir el planteamiento de su superacion .