Guia: QUE Seccion: Sociedad, Pag. 11 Cabeza: ¨Que sistema partidario deseamos tener? Credito: Jaime Trejo Monroy El viernes pasado sesiono el Consejo General del Instituto Federal Electoral. El tema fundamental analizado fue el de las solicitudes de registro presentadas por mas de una decena de organizaciones politicas. Logico que esta cuestion tambien este presente en el debate para modificar la normatividad electoral. Con anterioridad a esta sesion del IFE varios fueron los pronunciamientos con respecto al tema de los registros y su concesion a las organizaciones que lo han demandado. El senador panista, Hector Teran Teran, se manifesto a favor del incremento en el porcentaje -del 1.5 al 5 por ciento- por el cual una organizacion partidaria obtenga y mantenga su registro legal. Por su parte, el senador priista Mauricio Valdes expreso su oposicion a la figura de registro condicionado e insto al fortalecimiento de los institutos politicos ya existentes, sugiriendo su integracion a ellos de aquellos que ahora solicitan su reconocimiento. El unico partido politico que voto en favor de la concesion de registro legal a nuevas organizaciones fue el de la Revolucion Democratica, por lo que solo los nueve institutos que ya cuentan con reconocimiento participaran en los comicios federales de 1994. Una de las preguntas fundamentales con respecto a los registros de los partidos politicos es quien los otorga y quienes -en los hechos- los retiran. Otra se refiere a que sistema partidario deseamos tener. Iniciemos tratando de anotar algunos elementos sobre esta segunda interrogante. Es claro que en nuestro pais -con desniveles- los procesos electorales han adquirido una importancia que por lo menos hasta fines de los anos setenta no tenian. Para ello ha sido importante el reconocimiento de la pluralidad politica existente en la sociedad mexicana y su concrecion en terminos de partidos politicos. En segundo lugar, que las votaciones se concentran en tres institutos politicos: el PRI, el PAN y el PRD, fundamentalmente. Aunque ello no nos debe conducir a soslayar la representatividad de otros partidos politicos en determinadas regiones y municipios del pais, los que son una opcion para un sector de la ciudadania. Asimismo, que el predominio de dos o tres partidos entre los ciudadanos y en la geografia politica tampoco nos debe conducir a hacer una lectura en la cual los demas partidos -por su escasa presencia- no tengan derecho a participar de y en la vida politica, asi como en los procesos electorales federales y locales. De esa forma, nos podriamos estar conduciendo -en los hechos- a generar un sistema bi o tripartidario que, como reiteradamente se ha dicho, no es la intencion de ninguna fuerza politica. Lo que si debemos buscar son mecanismos externos, pero sobre todo internos -en una tarea que corresponde a los miembros de cada organizacion-, a fin de fortalecer a los partidos politicos -a todos, sin excepciones-, concretarlos como opciones claras para los ciudadanos, hacerles atractiva su participacion en la vida politica nacional y -logico- en los procesos electorales. Ese es -debe ser- un compromiso conjunto de partidos y ciudadanos. En cuanto a los mecanismos externos y de indole juridica destinados a fortalecer un sistema de partidos politicos, creo que seria de poca ayuda incrementar un porcentaje minimo de votacion nacional para conservar o perder un reconocimiento legal. En los hechos, modificar hacia arriba ese porcentaje seria sentar bases -eso si legales- para la generacion de un sistema bi o tripartidario. Ciertamente, habria que pensar en que aquellas organizaciones que soliciten su reconocimiento legal "cubran" un conjunto de requisitos, pero -sobre todo- dejen a la voluntad de los ciudadanos -que daria cuenta de si son o no representativos de una franja de ellos- el otorgamiento y el refrendo del mismo. Lo que tampoco es posible es que una organizacion que haya solicitado y obtenido su registro para una votacion y no haya alcanzado el porcentaje minimo de sufragios pueda "cubrir" de nuevo los tramites y acceder a participar en el proceso electoral siguiente. Permitirlo -como hasta ahora- constituye una burla para los ciudadanos y para las restantes organizaciones politicas. Como es de todos un anhelo avanzar en la transicion democratica mexicana y perfeccionar nuestro sistema electoral ofreciendo garantias a todos sus actores, el mantener un porcentaje de 1.5 de la votacion nacional para obtener o mantener el registro legal parece ser lo mas adecuado para no pretender transitar por el camino de las exclusiones que obstaculizarian aquella .