GUIA: Pan Pagina 5 SECCION: INFORMACION GENERAL CABEZA: Los dilemas del PAN CREDITO: Gustavo Hirales M. ¨C ual es, a estas alturas de la transicion politica mexicana, la situacion del Partido Accion Nacional? La pregunta no es gratuita, si consideramos que este partido ocupa, claramente, el segundo lugar en el rating de las fuerzas politicas nacionales. No solo: segun los resultados de sus ultimas excursiones electorales, se trata de un partido que se encuentra en un periodo de ascenso de su vida politica, a pesar de las recientes escisiones en sus filas, que sembraron dudas sobre la viabilidad de su proyecto, y a pesar tambien de que cada vez son mas nitidas las diferencias entre los grupos y corrientes que componen su militancia. El fenomeno politico del PAN es, como el de los otros partidos significativos del pais, complejo, y por tanto puede ser analizado desde diversas angulos o, como se dice ahora, consiente diversas lecturas. Tomemos por ejemplo el reciente affaire provocado por las declaraciones off the record de Luis H. Alvarez, hasta hace unos dias presidente nacional del blanquiazul. Don Luis dijo que, en la coyuntura postelectoral del /88, y ante la imposibilidad de saber quien era el triunfador real de las elecciones del 6 de julio, su partido habia apostado por la estabilidad y la gobernabilidad, lo que se tradujo en un apoyo al gobierno de Carlos Salinas, condicionado a que efectivamente se impulsara desde el gobierno la transicion democratica del pais. En su balance, don Luis afirmo que el gobierno habia dejado asignaturas pendientes desde el punto de vista de la transicion a la democracia. Esta declaracion provoco una andanada de criticas en los medios cercanos al PRD y en la propia oposicion perredista. En un exceso dictado seguramente por el despecho (pues poco antes voceros panistas habian enfatizado su rechazo a una alianza electoral con el PRD para el /94), Cuauhtemoc Cardenas califico al presidente del PAN como "delincuente electoral confeso". Pero en realidad no habia nada nuevo en lo que declaro el dirigente panista: desde 1988 Accion Nacional sostuvo que era imposible saber quien habia ganado aquellas elecciones, planteando que el nuevo titular del Ejecutivo, en todo caso, deberia legitimarse haciendo un buen gobierno. De cualquier modo, parece absurdo pedirle un comportamiento subversivo a un partido que, por definicion, busca la conservacion de mucho de lo que existe. Lo sorpresivo fue, paradojicamente, la sorpresa que se llevaron algunos articulistas, pues no entendian como era posible que el PAN obtuviera tan buenos resultados electorales, por ejemplo en Baja California Sur, a pesar del escandalo periodistico que alrededor de las declaraciones de Luis H. Alvarez se habia formado. No se entiende que lo que impresiona a cierto sector de la opinion publica no impacta necesariamente del mismo modo a los electores; ni tampoco que lo que apasiona y conmueve a los lectores de periodicos en el DF no afecta del mismo modo a los provincianos. Luis H. Alvarez deja la presidencia de Accion Nacional con un saldo neto muy favorable: un partido mucho mas consolidado que el que recibio, que por el momento gobierna tres entidades federativas, amen de una importante cantidad de municipios, con un personal politico solido y dispuesto a intentar el gran salto en las elecciones del /94. El PAN de nuestros dias es un partido mas pragmatico, gradualista, que no apuesta todas sus ganancias a una sola jugada, y que, en la perspectiva del /94, seria el mas viable para un eventual experimento de cogobierno. Personalmente no me simpatizan los postulados ideologicos panistas, pero nunca he creido en las difundidas versiones segun las cuales el PAN alvarista se convirtio en un negociador de luchas y votos electorales con el gobierno, y ademas me parecen bastante sensatas sus argumentaciones sobre la necesidad de buscar salidas politicas en conflictos tan entrampados como en su momento lo fueron Guanajuato o San Luis Potosi. A la vista de las traumaticas experiencias de muchos paises en el mundo, y tomando en cuenta, con seriedad, elementos como la estabilidad politica y la gobernabilidad, lo que tampoco debe asimilarse a la aceptacion acritica o pasiva de lo existente. Si algo habria que criticarle a la gestion alvarista, fue el exceso de buena fe, o ingenuidad, con la que el PAN acepto la reforma electoral del /89-90, reproduciendo argumentaciones tan leves como las de ayudarle al partido gobernante a un aterrizaje no muy brusco, en las sinuosas pistas de la competitividad electoral y de la (eventual) alternancia en el poder politico. Pero finalmente nada se ha perdido irremisiblemente, y el mismo desarrollo de las circunstancias conduce al pais en lo politico a una nueva reforma en donde, seguramente, se tomaran en cuenta las lecciones del pasado. Es en este contexto que conviene situar el nombramiento de Carlos Castillo Peraza como nuevo presidente del Comite Ejecutivo Nacional panista. Se trata en efecto de un relevo generacional, en el que destaca la ausencia de figuras de mucho relieve, y donde el ideologo yucateco es con ventaja la personalidad mas destacada de la terna que aspiraba a la presidencia. Pero la verdad es que los zapatos de don Luis le quedan grandes a cualquiera de los candidatos a sucederle. Por otra parte, en la manera como un sector importante de la opinion publica ha recibido esta eleccion se han deslizado equivocos que no estaria de mas esclarecer. Para empezar, me parece claro que la poca competitividad de la candidatura de Rodolfo Elizondo esta vinculada a sus alianzas con el PRD en Durango. Lejos de premiar una supuesta heterodoxia izquierdizante, en Castillo Peraza se reconoce consecuencia en una linea panista que a veces ha extremado el enfasis anticomunista y que, en cualquier caso, no se le puede acusar de complacencia ante el adversario de izquierda. Castillo es un polemista duro y sutil, hasta venenoso, muy habil para encontrar y castigar los flancos debiles de posiciones tan poco convincentes cmoo las de algunos ex priistas que hoy militan en el PRD. Su dureza la han sentido tambien sus adversarios internos, como los ex foristas. No se sabe entonces sobre que bases podra edificarse la nueva politica social del PAN, y cuales seran sus manifestaciones politicas y programaticas mas concretas, mas alla del vago e indolente "subsidiarismo" que han pregonado en los ultimos anos. Pero no hay duda que va a ser muy interesante conocer los frutos de esta nueva orientacion y tampoco estan en duda, creo yo, que de la manera como se articule este nueve discurso con el perfil del candidato del partido en 1994, dependera en gran medida si se rompe o no la famosa barrera del 20% .