GUIA: MUJE SECCION CULTURA PAG. 1 CINTILLO: DIVERS CABEZA: Mujeres bolivianas: algunas historia CREDITO: Delina Luja Para la mas grande, Felicida Se habla de mujer y se hacen diferencias que sin embargo siguen siendo intentos de generalizacion. Como cuando se hacen chistes, se habla de las mexicanas, de las cubanas y de las gringas. Dentro de estas diferenciaciones todas las mexicanas son iguales, las gringas son de una determinada manera y es facil reconocer a una cubana. Pero no es asi Podriamos asi referirnos por ejemplo a las bolivianas y encontrariamos que no hay por que diferenciarlas del resto de las mujeres latinoamericanas, pues ellas tambien son calidas, valientes y generosas. Como en Mexico, Paraguay o Ecuador, muchas son morenas, de ojos y pelo negros pero, como en Chile, Argentina o Venezuela, otras tantas tienen la piel blanca, los cabellos dorados y la mirada clara Mas alla del acento intimo y cadencioso que tienen las de La Paz, Oruro, Sucre, Potosi o Cochabamba; ademas del tono cantadito y jugueton que las de Beni, Santa Cruz, Tarija o Pando le dan a sus palabras; independientemente de su natural encanto para, por ejemplo, la danza, que engrandece los carnavales de su pais, no es posible hablar de las bolivianas como un todo generico. Se puede, si, hacer mencion de historias que han protagonizado algunas mujeres bolivianas Podria comenzarse con una ferrea luchadora por la independencia frente a la Corona, quien no se limito a seguir sino, al contrario, abrio con su espada los senderos por los cuales se extendio la rebelion: Juana Azurduy de Padilla. A caballo peleo junto a su pueblo, sabedora de cuan importante era que un par de brazos se sumara y guiara a los miles que se batian en el frente y no solo se dedicara a esperar, apretujando un panuelo blanco, o a seguir resignadamente, sin presentar batalla. Las frases de una ca cion inmortalizan su popular figura: "Viene si, viene la Juana, ya se anuncia su corcel, musica de montoneros, galopera del tropel... Viene si, viene la Juana, viene ufana de su bien, apagados sus tambores, los doctores no la ven..." Dicen que de tanto contar verdades nacen las leyendas, los mitos: Era en los limites de este y el pasado siglo un hombre cuya descendencia estaba integrada por cuatro hijas mujeres y un unico varon, el benjamin. Luis Claure, campesino, trabajador incansable, habia hecho tal fortuna de la nada -ahorrando y pasando hambre- que aspiro a casarse con una rica heredera, campesina tambien, amantisima companera. Soportando maltratos y humillaciones por parte de su soberbio cunado, nuestro hombre habia criado a cua ro jovencitas voluntariosas y un chiquillo muy vivaz Solo que, como humilde persona que era, su tolerancia habia llegado al extremo de permitir que su cunado lo golpeara cotidianamente con el fuete hasta descarnarle la piel y dejarlo semiinconsciente las mas de las veces. Por mas que sus hijas le suplicaban que hiciera algo por defenderse, el nunca respondia las agresiones. Hasta que una de sus hijas, Alejandrina, le juro que si su tio volvia a ponerle un dedo encima ella lo mataria. Y llego el dia en que, una vez mas, Luis Claure tuvo que ser atendido por s mujer e hijas luego de recibir otra paliza Como si nada hubiera pasado, el tio se fue a la ciudad para vender su cosecha. El camino que comunicaba al pueblo, Charca Marcavi, era como una cuneta: a sus costados practicamente se erigian dos altos muros y la vereda obligaba a pasar despacio, casi en fila india. Asi lo vio irse Alejandrina, seguido y precedido por pongos, caballos y mulas Entonces, animada por el deseo de justicia, la muchacha se dedico a reunir piedras a lo largo de uno de los lomos del camino, formando pequenos monticulos separados unos de otros, los cuales en el idioma quechua se llaman apachetas. Quienes transitaban por el camino no podian verla, pero ella, desde lo alto, dominaba el sendero. Cuando hubo formado cinco o seis apachetas con piedras grandes y medianas, pesadas, apachetas que se elevaban por lo menos a un metro del suelo, Alejandrina se sintio satisfecha y egreso a su casa, donde nadie sabia lo que hizo, para esperar pacientemente el regreso de su tio, al medio dia siguiente A lo lejos comenzaban a dibujarse las siluetas de los criados y los animales de carga del poderoso tio, mientras Alejandrina se escondia detras del primer monticulo de piedra. Una vez que hubo tenido a su tio cerca, empujo con fuerza y una lluvia de rocas se abatio sobre la caravana que, sin entender lo que ocurria inicio una desordenada carrera justo hacia adelante, avanzando tal y como lo habia planeado la chica, quien empujo entonces la segunda apacheta y vio a su tio caer del caballo, incorporarse tamb leante y volver a caer bajo el peso de una piedra que ella acababa de arrojarle Cubriendose apenas con los brazos, el sorprendido tio trataba de liberarse de la andanada de piedras que estaba recibiendo. Solo a el le llegaba, asi se moviera sin caer de un lado a otro; sus acompanantes, atonitos, veian al patron perdiendo fuerza poco a poco. Arriesgaron levantar la mirada y entonces se explicaron todo: la jovencita, hija indignada, enfurecida y valiente, estaba dandole un escarmiento a su soberbio tio, quien al darse cuenta ordeno que la detuvieran. Demasiado tarde; con la ropa desgarr da, las llagas a flor de piel y semiinconsciente, el tio recibio el impacto de la ultima piedra arrojada por Alejandrina quien, luego de contemplar durante algunos segundos el desfalleciente guinapo humano que yacia tirado ahi abajo, echo a correr, libre de culpa, con la agilidad que sus 18 anos le prestaban. Seis meses estuvo el tio en cama, recuperandose de diversas fracturas, golpes y heridas.. Finalmente, una brevisima muestra del gran venero artistico de Norah Zapata, una mas entre las pintoras, actrices, cantantes, bailarinas, novelistas, dramaturgas y poetas que han poblado el cielo cultural boliviano. Geminis en invierno se llama el poemario de donde proceden estos destellos. Que alumbren tu camino: "¨Sabes( por que( te( quiero?( Porque no enguantas( tu sonrisa( y( siempre( encuentro en tu mirada( un largo vuelo( de( gaviota". "Me dices( que el aire se ha licuado( en tu rostro( y mira( yo( t creo( porque( tambien el frio( tiene( lagrimas". "No me veas tan torpe( en este tropezar( a veces( con quienes siguen( la direccion( de( los semaforos.( Es que( nunca apresuro las( distancias( y cuando tengo que marchar( adhiriendo( mis pasos a tu cuerpo( mis pasos a tus pasos( lavo de las raices( del( asfalto( mis( zapatos( mojados siempre en vida( para seguir andando( con lluvia( a sol( sin inclinar la frente .