6LA 6 marzo Olga "Q pag. 7- Fernando Iral La PGR: de la palabras a los hecho Pudiera, en una primera impresion, pensarse que el doctor Carpizo descubrio el hilo negro cuando en su informe, rendido a escasos dos meses de haber tomado posesion como Procurador General de la Republica, nos ha hablado de las redes de corrupcion y de formas de asociacion de los representantes de la autoridad con la delincuencia a la que debieran combatir, amen de otros ilicitos encontrados, tanto mas graves por cuanto ocurren en la entidad gubernamental instituida -ironia y tragedia- para procurar la justicia Sin embargo, la circunstancia de que no se denuncie nada nuevo, no hace menguar el valor de lo expuesto por Carpizo. Nunca antes en la historia de esa institucion se han abordado con tanta llanura y claridad los vicios y desviaciones en que se ha perdido lo que en teoria es un valioso instrumento del Poder Ejecutivo para combatir el crimen y la injusticia. La trascendencia de lo dicho radica precisamente en que proviene de la instancia encargada del cumplimiento de la ley y la persecucion del delito La gravedad y dificultad de la situacion llevo a sus antecesores en esa tarea a avenirse lo mejor posible en la coyuntura y a conducirse con pies de plomo en el manejo de la PGR, cuando no se llego al extremo de encubrir lo que no se podia remediar o participar de abiertas complicidades Hizo falta que llegara a esa dependencia un personaje como su actual titular, desprovisto -por lo que se ve- de temores, aspiraciones y compromisos politicos, para que tan delicadas como inaplazables cuestiones hayan empezado a ventilarse ante la opinion publica por iniciativa oficial y para que -una vez formulada una sintomatologia- pueda intentarse un tratamiento Es ahora que empieza la parte mas importante, como ya ha prometido el procurador y como tendra que verse en los proximos dias: a la denuncia ya conocida tendran que seguir acciones eficaces para restituirle a esa dependencia la respetabiidad y el apego a la legalidad que nunca debio perder. Es en este ambito donde el funcionario aludido tendra que desplegar toda su capacidad e imaginacion, su talento y agallas en el cumplimiento de la responsabilidad encomendada y adquirida No es una tarea facil. El poder del crimen organizado y en particular el del narcotrafico, permea estructuras y corrompe conciencias en cualquier organismo policiaco. Con mayor facilidad ha ocurrido en el caso mexicano, donde la historia de los cuerpos de este tipo no es por cierto la mas limpia, especialmente luego de un largo periodo de crisis economica que ha vuelto mas atractivo, para muchos, el aparentemente prodigo mundo del ilicito Quienes en el pantano policiaco han pretendido transitar sin mancharse han expuesto algo mas que el plumaje. Y si bien es cierto que en nuestro pais no se advierten -por lo menos ahora- los grados de putrefaccion y vilencia a los que se ha llegado -por ejemplo- en algunos paises sudamericanos, tambien es cierto que nunca se habia intentado un combate radical del fenomeno. Ello conlleva riesgos ingentes, que seguramente se habran evaluado antes de decidirse a afrontarlos Cortos son los tiempos. Lo primero que salta a la vista es que a la administracion le resta menos de un tercio del sexenio. Pero en realidad la premura es mucho mayor. Si las acciones correctivas no se toman en las proximas semanas, la opinion publica podra suponer que, simplemente, fueron palabras que se llevo el viento y se sentira -una vez mas- burlada y lastimada Son pues, hechos los que reclama una ciudadania, que a la inseguridad debida a la actividad delictiva debe sumar la que emana de los cuerpos presuntamente encargados de protegerla Y hay una aguda conciencia de que las autoridades tienen, mas que la funcion de denunciar, la de actuar, para resolver los graves problemas que -como deciamos al inicio de estas lineas- en realidad ya sabiamos que existia .