GUIA: libro SECCION CULTURA PAG: 1 BALAZO: DIVERS CABEZA: Libros, libros, libro SUMARIO: Eduardo Lizald Todos los que padecemos el vicio de la posesion fisica de los libros, y como don Julio Torri o don Alfonso Reyes, somos aficionados a sobar sus pastas y lomos, a encuadernarlos en pieles finas (cuando son valiosos) y a preservarlos con amor en los estantes; sentimos ganas de patearlos y llevarlos a la hoguera como Savonarola cuando sufrimos la faena de cambiarlos de una casa a otra. El polvo, el peso de las cajas en que se transportan, la obligada reconstruccion de los libreros en los nuevos muros y todo e , nos vuelven insensibles a la presencia de nuestros tesoros, y de pronto nos descubrimos trepados sobre una pila de ediciones originales del Rivadeneira y un ejemplar antiguo del Orlando Furioso para alcanzar un tornillo resistente en lo alto de una miserable consola Es cuando volvemos a pensar en la futura, triste y previsible desaparicion de los libros como tales objetos, que ocurrira en cuanto se desarrollen universalmente los sistemas domesticos de videograbacion y computacion, que inevitablemente convertiran los bellos libros en cosa de museo, o permitiran cuando mucho poseer 500 libros reales a los bibliomanos, acompanados de un pequeno adminiculo o una microcomputadora que hara posible la consulta electronica de varios millones de ejemplares que residan en todos los grandes bancos de informacion bibliotecaria en el mundo o el sistema planetario Por lo pronto, en medio de la barbarie mudancera de nuestra biblioteca (eso parece al transportarla), continuan llegando nuevos libros, que no hay tiempo de leer y comentar, producidos todos en los ultimos meses de 1992. Entre ellos, estoy en deuda con la limpia edicion del Equilibrista, que saco de sus prensas en noviembre un nuevo conjunto de poemas de Francisco Hernandez: Habla Scardanelli, una ficcion poetica tejida alrededor de Friedrich H”lderlin, que como recuerda el propio Herna'ndez, se dio a si m smo ese nombre "al final de su aventura terrestre" durante el largo periodo de locura que padecio durante los ultimos 36 anos de su vida. Gotfried Benn, por cierto, recuerda en algun poema que hemos traducido como murio H”lderlin "en este mismo sofa, y en una torre, casa de un carpintero" en el Rio Neckar Se conmemoran en 1993 los 150 anos de la muerte de H”lderlin (1770-1843), que odiaba su nombre real y "de vez en cuando escribia, tocaba el piano, cantaba y preferia llamarse Scardanelli", como tambien dice F.H. en su nota inicial Habla Scardanelli es probablemente el mas seguro y el mejor de los libros de Francisco Hernandez, que consigue imprimir al texto entero una tension lirica y un ritmo admirables. Imagenes conmovedoras y visiones terribles son expresadas con originalidad e imaginacion cuando habla, canta, escribe, suena Scardanelli: "La luna del armario devuelve ausencia de cuerpo entero De dia y de noche viven desnudos los espejos Cuando duermen, los espejos muestran sus suenos Casi nunca duermen. Ateridos insomnes los apedrean .. Los espejos nacieron para reflejar lo que muere La musica no se refleja en los espejos El silencio tampoco. Hernandez traza con rigor sostenido y pareja calidad todos los poemas del libro y se mueve con soltura entre las atroces brumas supuestas del poeta loco y genial Habla Scardanell "Que perro dibujaste en la almohada. Ladra tu nombre por las noches y me expulsa del sueno muerde orejas y hombros, mastica el bolo alimenticio, roe mi pelvis de granito, las vertebras, apolilladas..." Otros poemas parecen vinetas o tintas de Bertrand y de Callot "Al pasar por el cementerio es frecuente ver a los muertos incorporarse para pedir limosna Si el muerto acusa una sonrisa en el rostro carcomido, no apartes la mirada y estrecha el temblor de sus manos.. Pero si el cadaver que ha decidido perder la calma de la horizontalidad te parece verdaderamente oscuro, destroza a puntapies los maxilares, revienta la fila de gusanos enardecida en sus facciones No haya misericordia para los muertos sombrios No merecen ni la sombra que los duplica; tampoco son dignos del olvido" Uno de los mejores libros del ano el de Francisco Hernandez; un ano prodigo en nuevos buenos libros de narrativa y de poesi .