GUIA: 2EM SECCION: INF. GRAL. PAG. 5 CINTILLO: DEBATE CABEZA: Empleo de madrinas: una amenaza social CREDITO: Federico Osorio Altuzar El multihomicidio cometido en Hermosillo, Sonora, por el ex agente judicial federal Jesus Rioja Vazquez pone al descu- bierto uno de los peores canceres que corroen a ese y otros cuerpos policiacos del pais, cuya principal mision es la de proteger, en primerisimo termino, la vida e integridad de las personas. Entre los viejos y detestables usos y costumbres de autorizar la injerencia de hampones -con probados antecedentes delictivos- en las actividades reservadas a las mencionadas organizaciones responsable s de custodiar por el bien de la sociedad, figura este como una real amenaza contra la misma. Los deplorables sucesos en que perdieron la vida cinco indefensas personas demuestra, por si fuera necesario, lo anterior. Sobre el sicopata Rioja Vazquez pesaba de tiempo atras el carto de coautor en la matanza de los hermanos Erick Dante, Jaime Mauro y Hector Ignacio Quijano Santoyo, ocurrida en enero de 1990. Habia orden de aprehension en su contra y su nombre era ampliamente conocido sobre todo en los medios judiciales de la Republica. Profugo de la justicia federal, no obstante fue contratado para prestar sus servicios como madrina en la delegacion de la PGR, hecho que deja mal parados a los funcionarios de la dependencia en el estado de Sonora. El procurador Jorge Carpizo se ha comprometido a que impere en este como en otros casos similares, la justicia y que se imponga la ley sobre el directo culpable y los corresponsables de este suceso indignante. Se ha hecho eco de la ira ciudadana el gobernador del Estado, Manlio Fabio Beltrones, y el primer paso ha sido el demandar a la PGR a fin de que proceda con severidad y premura, "sin contemplaciones" y hasta sus ultimas consecuencias, no solo contra las madrinas sino con la misma o mas severidad contra aquellos directamente responsables de emplear y hacer uso de este tipo de personas". Vieja y al propio tiempo renovada, es decir vigente, es la practica de utilizar maleantes para realizar tareas persecutoria s de otros delincuentes. El resultado no puede menos que ser como el que ahora se lamenta. El mandatario sonorense apunta al blanco, al decir que quienes habilitan a gente con antecedentes penales, les proporciona vehiculos, armas y dinero, son complices y protectores de esos agresores de ciudadanos indefensos. Dio su palabra a los sonorenses de que el multihomicidio no quedara impune. Junto con la tortura, practica asimismo primitivista y conculcadora de los derechos mas elementales de la persona, el recurso de habilitar a delincuentes y considerarlos parte de las corporaciones policiales, constituye una forma denigrante que hace de las organizaciones encargadas de combatir el crimen, agentes activos de acciones criminales, doblemente punibles. Perseguir el crimen mediante la practica de contratar criminales, no es sino una manera de fomentar la corrupcion, desvirtuar el compromiso de combatir los ilicitos y a sus directos responsables. En lugar de que los cuerpos preventivos sean vistos por la sociedad como sus custodios, son tenidos por complices de los agentes del crimen. Se pierde asi, la credibilidad y la confianza en ellos. Se hara justicia, asegura el procurador Carpizo. Los sonorenses -dice su mandatario- pueden estar seguros de que el gobierno de la entidad no permitira la impunidad. La sociedad agraviada, los familiares en luto y la comunidad nacional indignada demandan que, de una vez por todas, se erradique el "viejisimo" pero renovado vicio de habilitar hampones para hacerles de corresponsables de la seguridad e integridad de la poblacion .