pag. 11 primera La constatacion del bajo crecimiento economico que se registra en Europa, la necesidad de proceder a una coordinacion mas estrecha entre los paises desarrollados, en particular entre los tres grandes bloques que forman la Comunidad Europea (CE), Estados Unidos y Japon, y el interes en que exista un paralelismo en los objetivos que persigue el mundo industrializado, principalmente en lo relativo a la voluntad de reducir el deficit presupuestario y en el imperativo de fomentar la inversion publica y privada, fueron los tres principales aspectos en que giraron las sesiones de trabajo de la reunion del Grupo de los Siete (G-7) en Londres. Al termino de la reunion en la "Lancaster House" londinense, antes de dirigirse al numero 10 de "Downing Street", residencia del primer ministro britanico, donde asistieron a un almuerzo, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos, Japon, Alemania, Francia, Canada, Italia y Reino Unido, consideraron que la lucha contra el desempleo y la coordinacion de las estrategias economicas de los paises mas industrializados son los principales retos del denominado Grupo de los Siete (G-7). En este contexto, el ministro britanico de Economia, Norman Lamont, elogio el plan de reactivacion impulsado por la nueva Administracion estadounidense, ya que "propicia el crecimiento economico", e hizo hincapie en la necesidad de impulsar el avance economico, sin perder de vista el objetivo de controlar la inflacion, y aposto por continuar apoyando la liberalizacion del comercio internacional. "No se trata de seguir una politica comun del G-7, sino de cooperar para fortalecer el papel que debe desempenar este grupo y para conseguir unos objetivos comunes", acoto. En iguales terminos se expreso su homologo frances Michael Sapin, al destacar la "vision dinamica" de Estados Unidos, que "comprende el papel de impulsor economico que debe ejercer el Estado". Lamont, por su parte, agrego que "hemos apoyado las medidas presupuestarias adoptadas por el nuevo presidente (Bill Clinton), por considerar que representan un paso significativo para la recuperacion economica sostenida, tanto norteamericana, como mundial". Por su parte y tras destacar que el plan de Clinton fue recibido "de manera entusiasmada" por el G-7, el secretario del Tesoro estadounidense Lloy Bentsen asistio buscando no solo su respaldo al nuevo programa economico norteamericano, sino tambien que se comprometan a mayores esfuerzos para coordinar sus politicas. El gobierno del presidente Bill Clinton les expuso hoy un claro mensaje a sus principales aliados economicos, advirtiendoles que Estados Unidos esta poniendo su casa en orden y que otras naciones deben hacer su parte para apuntalar la vacilante economia mundial. Bentsen dijo que todos los paises deben empujar hacia el crecimiento, "pero cada cual con sus propios recursos". A lo largo de la semana se afirmo que tanto Japon como Alemania iban a terminar en el banquillo de los acusados. En este sentido, los paises mas industrializados de Occidente presionaron hoy a Japon para que estimule su demanda interna y favorezca de esta manera el crecimiento de la economia mundial, pero la delegacion japonesa respondio a las presiones afirmando que los objetivos del presupuesto del Estado ya fueron fijados y que una revision de las metas indicadas en el "budget" estatal podra realizarse solo mas adelante. El ministro de Hacienda nipon Yoshiro Hayashi enfatizo que no seria discutida en esta reunion la forma de encarecer el yen -una de las demandas claves de Estados Unidos. El ministro aleman, Theo Waigel, declaro en cambio que su pais no fue objeto de ningun reclamo por parte de las otras naciones. Examinando la situacion en Europa y tras recordar los ultimos datos sobre el debilitamiento de la economia germana, el ministro britanico Lamont dijo, sin embargo, que Alemania se encuentra en "una grave situacion". El recorte de los tipos alemanes de interes seria "un paso muy importante para todos", agrego Lamont. Las cuestiones mas preocupantes para los paises industrializados se encuentran la creacion de empleo y de las condiciones para impulsar el crecimiento economico, asi como la inestabilidad del mercado monetario. En este contexto, es importante potenciar la colaboracion entre los paises miembros de la Comunidad Europea (CE) pertenecientes al G-7 y Estados Unidos, asi como sumar en esa estrategia a Japon, con el objetivo de que las decisiones de unos y otros no sean opuestas. En la presente coyuntura, los comentaristas britanicos consideran que la "batalla" tendra lugar en el seno del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT), donde las discrepancias entre los tres bloques citados han impedido hasta el momento impulsar una mayor liberalizacion del comercio internacional". Sin embargo, no parece posible que las partes contratantes del GATT logren acuerdos sustanciales en el camino hacia la liberalizacion economica y la apertura de fronteras sin que los mercados de divisas internacionales muestren mayor estabilidad. Sin embargo, en Tokio, durante una visita oficial de cuatro dias como parte de un viaje por cinco paises asiaticos y en su primera estancia en aquella nacion, el canciller Aleman Helmut Koh dijo durante su encuentro con el primer ministro Kiichi Miyazawa en la casa de huespedes oficial Akasakam, que Alemania y Japon tienen ahora sumada responsabilidad en la economia mundial e indico que ambas partes han acordado sobre la necesidad de concluir tan pronto como sea posible la Ronda Uruguay del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT). Por otra parte, la inestabilidad monetaria sera otra de las principales cuestiones que deberan abordar los representantes economicos del G-7, ya que, desde el abandono de la libra esterlina del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME), en el denominado "miercoles negro" del pasado 16 de septiembre, las turbulencias en este ambito continuan siendo la nota dominante. En ese sentido, el ministro italiano de Finanzas, Piero Barucci declaro que la lira volvera al mecanismo de cambios del SME "solo cuando los mercados se hayan estabilizado". Mientras, un comunicado del Banco Central italo afirmo en Roma que en el segundo semestre de 1992 Ita- lia, Gran Bretana y otros paises europeos "quemaron" unos 200 mil millones de dolares en la defensa de sus respectivas monedas. De esa cifra, unos 100 mil millones salieron de las arcas de los bancos centrales en septiembre, anadio el informe .