GUIA: poetas SECCION: CULTURA CINTILLO: Encuentro en Mineria CABEZA: Urbe poetica, reunion de escritores de diferentes voces CREDITO:VICTOR MANUEL GASCA Segun la escritora Thelma Nava, ``es dificil conocer el corazon de un poeta''. En un pais como Mexico, en que la poesia no es precisamente espectaculo de masas, debe ser todavia mas dificil. No obstante, y a pesar de que los lectores son especie en extincion, todavia es posible ver -aunque sea ocasionalmente- un punado de aficionados que se reunen para escuchar la lectura de poemas en labios de sus propios autores, aunque ese punado no sobrepase el medio centenar. Como parte de los eventos de la XIV Feria Internacional del Libro, la Universidad Nacional Autonoma de Mexico, a traves de la Facultad de Ingenieria, organizo el encuentro Urbe poetica, reunion de escritores de diferentes voces y niveles de experiencia en el oficio. El evento se llevo a cabo en el auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Mineria. Fue una tarde salpicada de citas, epigrafes, confesiones y loas a veces abiertas, a veces encubiertas, a grandes poetas y personajes. Tambien fue una curiosa confrontacion de generaciones, de escritores ya reconocidos en el mundo literario de nuestro pais y de jovenes semi anonimos. La lectura de los datos curriculares de las y los doce escritoras(es) participantes sirvio tambien para demostrar que en nuestro pais nadie se gana la vida como poeta. Thelma Nava, Raquel Huerta, Blanca Estela Dominguez, Martha Pina, Catalina Miranda, Raul Parra, Guillermo Fernandez, Eduardo Cerecedo, Manuel Ulacia, Miguel Almeida, Alejandro Gonzalez y Victor Valdez fueron durante ese breve lapso lo que el moderador Enrique Franco expreso: ``un excelente abanico de voces''. Del erotismo indudable e irremediablemente citadino de Thelma Nava (que leyo fragmentos de su libro El primer animal) los versos saltaron al erotismo salpicado de escenas tropicales de Raul Parra. De las invitaciones-incitaciones-evocaciones abiertamente sexuales y sensuales de la escritora, la palabra salto a las evocaciones de un Miguel Hernandez y a los versos de ese otro poeta, mas modesto, tropical y quiza mas cercano, Miguel Matamoros. Un erudito traductor del italiano al espanol como Guillermo Fernan dez necesariamente tenia que leer poemas eruditos, surgidos a partir de mundos mas lejanos en el espacio. Un joven como Alejandro Gonzales tenia que confesar, como era de esperarse, sus preferencias por los ``consagrados'' como Octavio Paz y Jaime Sabines. Una joven ingenua como Blanca Estela Dominguez tenia que explicar que ``pretende escribir novela poetica''. Otro joven, Manuel Ulacia, no pudo disimular -en su ``comunion con esa senora que llamamos poesia''- al Octavio Paz que lleva dentro. Cuando el moderador pidio -al final de la sesion- preguntas o peticiones de parte del publico, la participacion fue parca. Quien sabe si por falta de interes de parte de los escuchas o por exceso de claridad de parte de los poetas .