SECCION: CULTURA PAGINA: 34 BALAZO: EL PERU DE BRYCE ECHENIQUE CABEZA: De las dictaduras a los boleros CREDITO: MIGUEL GARCIA-POSADA Luego de sus desenvueltas antimemorias, Alfredo Bryce Echenique comparece con una obra que es, seguramente, la mas ambiciosa de las suyas: una novela de mas de 600 paginas donde el escritor ajusta las cuentas al mundo de su infancia y primera juventud y a la compleja realidad de su Peru originario. Se las ajusta pero tambien, en cierto sentido, les rinde homenaje. Ya lo habia hecho en cierta medida en su primera gran ficcion, Un mundo para Julius, con la que No me esperen en abril guarda algunas concordancias; pero ahora, situado ya el escritor en una perspectiva mas lejana y en circunstancias historicas y politicas muy distintas, su mirada se ha hecho mas profunda, mas abarcadora. 50 anos de la vida del Peru desfilan por esta novela, que encierra claves autobiograficas notorias y que el propio autor define como "adios a toda una epoca y una edad de la vida". La definicion remite, ademas, a otra de las lineas fundamentales del texto: la historia individual que en el se cuenta, la fabula de Manongo Sterne Tovar y de Teresa, cuya peripecia personal de distinguido miembro de la elite britanizada del Peru se inserta en el gran fresco social que la novela resulta ser. Al actuar asi, imbri cando el vivir de un individuo en el vivir colectivo, Bryce reproduce una estrategia clasica. Por eso la historia de Manongo Sterne es el centro de gravitacion del relato. La suya es una historia de iniciacion en el amor y en la vida, y en este sentido el texto se ajusta en buena medida a los canones de la novela historica. Este ultimo punto es central, porque permite al narrador situar con justeza la evolucion del Peru en el ultimo medio siglo. Lo que sucede es que, como ya adelante, Bryce no se deja arrastrar por el satirico, por el develador de un universo injusto: el narrador ha amado a su manera ese universo y le rinde homenaje aun cuando sea por medio de la evocacion no stalgica. En este sentido la dualidad del protagonista (tierno y duro, racista pero amigo de un cholo) resulta ser un instrumento de enorme eficacia para la significacion global del discurso. Clasico el texto en cuanto a la imbricacion de peripecia personal y peripecia colectiva, ya lo es menos en el montaje del abundantisimo material historico, social, politico, folclorico, literario que arrastra consigo: desde las sucesivas dictaduras del Peru hasta los boleros, que son centrales, pues comentan la historia sentimental del protagonista, y la mitologia cinematografica norteamericana, que actua de correlato metaforico de la conducta de los personajes, sin olvidar las numerosas alusiones literaria s ni, claro esta, las multiples resonancias del vivir colectivo. Peripecia personal, peripecia colectiva Con su habitual desenvoltura, el autor arma una estructura flexible y agil, que permite seguir la peripecia del protagonista y la peripecia colectiva mediante una acusada libertad en el uso de las voces narrativas, en el paso del tiempo novelesco al tiempo historico, en el juego rapido de espacios y secuencias: un fresco al fin, por el que Bryce se mueve a sus anchas, poderoso y brillante. Como se exhibe suelto y fluido en el manejo de su estilo, ductil, diverso, inventivo, que nunca decae ni es gratuito. Cabria, en cambio, objetar a No me esperen en abril su excesiva extension. Quiza con menos paginas hubiera salido ganando. Pero tambien cabe sostener lo contrario, que un texto tan torrencial, tan rico de situaciones en coyunturas, requeria este tratamiento. Y bien podria ser asi. (El Pais) .