SECCION: CULTURA PAGINA: 34 BALAZO: FILARMONICA DE JALISCO, EN MORELIA CABEZA: Articulacion de instrumentos CREDITO: ROBERTO GARCIA BONILLA (MORELIA, Mich., 23 de junio). Parte del publico que asistio anoche a escuchar a la Orquesta Filarmonica de Jalisco, dirigida por Jose Guadalupe Flores, pocas veces -tal vez en ninguna ocasion- habia escuchado un programa integrado por Fuegos de artificio (1908) y el Concierto para violin en Re mayor (1931) de Igor Stravinski (1882-1971), asi como la Sinfonia No. 10 en Mi menor Op. 93 (1953) de Dimitri Shostakovich (1906-1975). Este programa es inusual para los incipientes aficionados que asisten a un festival (como el de Morelia) que sobre todo presenta un repertorio conocido, y no es que las obras mencionadas sean ignoradas por las orquestas, pero tampoco son las del publico mayoritario, que, sin embargo, no fue indiferente ante una orquesta que imprimio fuerza con ritmo enfatizado y un colorido timbrico (sobre todo en las maderas y los alientos pastosos), con todo y que a las cuerdas les falta mas brillo para equilibrar la sono ridad del conjunto. Y para los seguidores de los compositores rusos esta audicion fue una gran sopresa escuchar la version del Concierto de Stravinski en manos del griego Christos Kanettis, quien logro una gama de intensidades dinamicas y timbricas con una obra que exige de un virtuoso pero ademas a un musico capaz de realizar contrastes expresivos de principio a fin. Para algunos conocedores esta obra es menor dentro del stravinskiana, lo cierto es que a su intrincada dificultad habra que anadir la expresividad en llanas melodias melancolicas y el juego armonico de las distintas voces. Kanettis logro una version intensa aunque no fue brillante; el caracter de la obra parece mas cercana a la austeridad superficial dentro de la espesura sonora implicita; habra que exceptuar el cuarto movimiento, Capricho! La orquesta, dirigida por Flores desde 1990, posee un sonido compacto, tal vez con cierta opacidad, pero sorprende la uniformidad del conjunto; su conductor acentuo la articulacion de sus instrumentistas. Asi, el rimto y el colorido orquestal destacaron en una obra que no deja de tener tintes expresionistas. Hizo recordar el Concierto opus 35 de Alban Berg (1885-1935). El mayor momento climatico se alcanzo en el tercer movimiento -Aria 2-, y luego en el Capricho aparecio el Stravinski m ordaz, jugueton y festivo. Kanettis dejo una sombria y mas vehemencial interpretacion, disminuida por la acustica de la sala que pareciera tener una ligera "sordina". La Filarmonica de Jalisco termino de sorprender con una imponente version de la Decima de Shostakovich. Como se sabe, el genero sinfonico en este compositor lleva a proposiciones magnificadas por un extenso desarrollo de la forma; hay ejemplos como la Quinta en que el brillo y la monumentalidad sonora la vuelven preferida del publico. Dicho sea de paso, hay quienes piensan que la obra maestra de Shostakovich en el genero es la Primera sinfonia en Fa mayor opus 10 (1925), y que de spues ninguna se le compara por sus hallazgos y originalidad. Sin duda, el caracter de la obra es oscuro, por momentos dramatico, expresado en una variedad timbrica en motivos melodicos reiterativos. La textura orquestal es muy densa, pero no menos energica. Esta version escuchada en el Teatro Morelos destaco un brio incisivo. Fue advertible la pulcritud del tiempo y la claridad de las distintas secciones de la orquesta. Aunque la obra es de grandes proporciones en desarrollo y forma Jose Guadalupe Flores mantuvo la tension de principio a fin. Por momentos la musica p udo escucharse sin mas asociaciones que el sonido mismo (tal vez asi deberia escucharse siempre, sin relacion a centros tonales -melodias y sus desarrollos). .