SECCION ESPECTACULOS PAG. 38 BALAZO: PRIMERA LECTURA CABEZA: Prohibido Gardel: purificacion emocional CREDITO: MALKAH RABELL En 1975, la Compania El Galpon, en su aniversario numero 29, presento en corta temporada cuatro obras de su repertorio en el Teatro del Bosque. Su primer espectaculo fue Prohibido Gardel, que presento una vez, hace unos meses, antes de salir de gira. En esa ocasion el publico, que repleto la sala, tomo parte en el espectaculo con entusiasmo, aplaudiendo y riendo en los pasajes que los exiliados espanoles recordaban con inolvidable emocion y a los que los espectadores mexicanos se unieron co n fraternal convivencia. Recientemente, con menos publico pero con igual entusiasmo, la nueva representacion resulto mas clara y facil de captar como teatro. A este Prohibido Gardel, del argentino residente en Mexico Pedro Orgambide, El Galpon lo llamaba "sainete musical", con variaciones de tangos y composiciones prohibidas por el gobierno uruguayo. En realidad era un collage de tangos y de composiciones musicales de Rodolfo de Castro, quien las ejecutaba en su guitarra en prosa y en verso con proyecciones fotografic as y mensajes politicos. Todo ello ligado por un hilo leve argumental basado en los tangos cantados por la voz de Gardel. La palabra "prohibido", repetida en diversos tonos y momentos, creaba como un telon de fondo, algo asi como el schtreng farboten de los nazis. Prohibido Gardel, en efecto, era un sainete modernizado, con el cual el grupo uruguayo trataba de reirse de sus penas, de consolarse y enfrentar con humor la tragedia que atravesaba su pais y que han de sufrir sus compatriotas, ya en su tierra, ya fuera de ella. Prohibido Gardel era como una catarsis, una especie de purificacion emocional, una eliminacion de la angustia y del miedo ante el enemigo. Lo mas sano e inteligente es reirse hasta de si mismo, y sobre todo del enemigo. Los antifascistas alemanes en exilio habian aprendido hasta en los momentos mas duros a reirse de Hitler y de sus secuaces, aprendiendo a crear caricaturas y bromas y burlas con las cuales se consolaban de sus penas y adquirian la fuerza de resistir a la policia y responder a los censores, a los represores, oligarcas y militares; era su manera de luchar con las armas que eran las suyas: el teatro. Y mientras se lucha se sigue vivo, tal como dijo uno de los antifascistas. Y reirse desde el escenario es tal vez la actitud mas heroica... en lugar de lamentarse. Bajo la direccion de Cesar Campoleonico, esta especie de revista politica, que reunia las mas diversas figuras de la vida nacional de su pais, como de la vida de Buenos Aires, daba la oportunidad al numeroso conjunto de crear sin mascaras y sin trajes complicados, a veces apenas simbolicos, una compleja gama de personajes. Todo el conjunto ardia en la expresion de su arte teatral, en su entrega a sus expresiones teatrales, escenicas. Sin embargo, no se sobreactuaban. Hasta Juan Ribeira, que por lo general t enia tendencias a sobreactuarse, encontro en la figura del Viejo Censor un papel a su medida, y se mostro estupendo. Tambien en otro extremo, Blas Braidot, como el oficinista, dio una emocionante interpretacion. Espectaculo vivo, espontaneo, de gran riqueza plastica, de mucho colorido, entusiasmo con su doble valor, como mensaje y como creacion artistica. .