SECCION ESPECTACULOS PAG. 46 BALAZO: CARIBEĽO CABEZA: La Bodeguita del Medio, una historia llena de sabor CREDITO: ERNESTO MARQUEZ Ubicada en el corazon de La Habana Vieja, la Bodeguita del Medio ha sido, de siempre, un punto de obligada reunion para personas y personalidades de todos los tiempos. Su sencilla y modesta construccion contrasta con una fama internacional reconocida y legendaria gracias a su criollisima cocina, tipicamente cubana, su ambiente bohemio enmarcado por las notas musicales de algun trio de trovadores y su cocteleria hecha con base en ron cubano. Sus paredes devienen mural historico tapizadas con firmas, nombres, frases, fotos, recuerdos y otros objetos dejados alli por personas que le han visitado, como la borbonica infanta Maria Cristina, el cantante Nat King Cole, el compositor Agustin Lara, la cantante y actriz Carmen Miranda, el galan Errol Flynn, el pintor Wilfredo Lam, la bailarina Alicia Alonso, los poetas Pablo Neruda y Nicolas Guillen o el escritor Ernest Hemingway, quien se contaba entre los clientes mas asiduos y se le veia todas las tar des tomar su refrescante mojito. Levantada en lo que fuera una tienda de abarrotes conocida hasta antes de 1950 como Casa Martinez, La Bodeguita del Medio es una interesante propuesta turistica imposible de desdenar en toda visita a Cuba. Un lugar sui generis, donde los clientes beben bien, comen estupendamente, se retratan para la posteridad y cantan desafinando de lo lindo. La historia de este tipico restaurante bar habanero comienza en 1942, cuando un joven guajiro llamado Angel Martinez, emprendedor y risueno, adquiere un local en la calle Empedrado No. 207, cerca de la catedral. Un pequeno establecimiento comercial (una bodeguita) donde empezo a despachar lo mismo un litro de manteca que un par de zapatos, una carretela de hilo que un pomo de leche de magnesia, una pieza de pan que un corte de tela o una cerveza bien fria que un canazo de ron acompanado de sus sa laditos (botanas). El establecimiento lo constituian dos cuartos que el guajiro habilitaba como dormitorio y almacen. Al comienzo, para no descuidar a los marchantes, tuvo que poner su mesa cerca del mostrador. De tal forma que a la hora de la comida era sorprendido degustando los manjares guajiros que le preparaba Armenia, su mujer. Para bien o para mal, a dos puertas de distancia se instalo una imprenta dirigida por el disenador tipografico Felix Felito Ayon y el artista plastico Luis Plomito Alonso. Estos tenian mas de bohemios que de comerciantes y pasaban largas horas charlando y tomando cerveza en el establecimiento de Martinez. Con el tiempo, las botanas, que consistian en papas rellenas de chicharron, jamon planchado o anchoas y queso, no les satisfacian, por lo que empezaron a exigir se les brindara el menu que Ar menia preparaba para su marido, que era, entre otras delicias de la cocina tradicional campesina, boliche mechado, chilindron de chivo, patitas de puerco rebosadas, ajiaco criollo, congri oriental o fricase de pollo. Pero "lo peor" vino cuando estos dos extravagantes clientes, que hablaban lo mismo del manifiesto surrealista de Andre Breton que del caos cubano y de una necesaria revolucion social, que de Stravinsky o el Trio Matamoros, empezaron a llevar amigos. Nace La Bodeguita Muy pronto la tienda de Angel Martinez se vio colmada de escritores y periodistas como Leandro Garcia, Mario Cuchillan, Fernando Campoamor, Enrique Serpa y Alejo Carpentier, quienes sabian distinguir perfectamente un ron collins de un Tom collins, una guaracha de un son y unas masitas de puerco de un lechon asado. Y como tal clientela lejos de decrecer iba en aumento, se decidio en conclave cerrado que se deberia abrir un salon aparte para los parroquianos, lo cual obligo a la familia Martinez a dejar su ha bitacion y ampliar la carta. Por lo que a la masa de puerco frito (siempre con su mojo de ajo caliente) y el tasajo con boniato dulce se le agregaron otras alternativas como moros y cristianos, picadillo guajiro y el socorrido arroz blanco desgranado, con nombre y apellido: Arrosendo Collazo. Y por aquello de que las viandas no se acomplejaran, tambien subieron al tablado la yuca con mojo, el yame con queso y el platano a punetazos. Poco a poco y con la afortunada promocion de Felito se fue dando un informal restaurante que mas tarde devino en La Bodeguita del Medio. Por eso, el poeta venezolano Miguel Otero Silva tuvo a bien escribir cierta tarde lo que aun se lee en una de las paredes del comedero: Mi amigo Felito Ayon que cuando conversa grita siempre de pero no quita y como no lleva cuenta quiso fundar una imprenta y fundo La Bodeguita El 26 de abril de 1950 se tiene como fecha oficial del cambio de nombre de Casa Martinez por el de La Bodeguita del Medio. Y no porque lo decidiera su propietario, sino porque ya se habia hecho una costumbre que se le llamara asi. "Te espero en La Bodeguita", se decia, y era suficiente para saber en donde era la cita. Lo "del Medio" surgio cuando a alguien que desconocia la ubicacion hubo que decirle: "la que esta justo en medio de la calle Empedrado, a media cuadra de la Catedral, entre la calle Cuba y San Ignacio". Y en eso llego Guillen Al grupo inicial de fundadores de La Bodeguita se agrega, como para reafirmar y, al mismo tiempo, enriquecer el sentido poetico que el establecimiento iba adquiriendo, un gran poeta de profunda raigambre popular, ya famoso por esos anos por su Songoro Cosongo, sus Motivos de son y su West Indies Ltd.: Nicolas Guillen. Guillen, como buen criollo, conocia los intimos secretos de la cocina del patio y llego hasta ese lugar a disfrutar de sus bondades. Naturalmente se enamoro de ese pequeno refugio de bohemios y a el le dedico versos que hoy adornan sus paredes, como este de corte comico que dice: Gentil, como serlo debe para que el cliente se lleve un recuerdo de por vida, el dueno a ofrecer se atreve... la cuenta asi dividida: le cobramos la comida y usted paga lo que bebe La fama del lugar, debido a sus ofertas gastronomicas y al tipo de personas que lo frecuentaban, muy pronto trascendio las acuaticas fronteras cubanas. Y asi, se hizo la tradicion de quien llegara a La Habana no podia decir que conocia su mas intimo ambiente si no se daba una vuelta por La Bodeguita del Medio. Carmen Miranda, la simpatica cantante brasilena de la samba y los grandes cestos de fruta en la cabeza, decia verdaderamente convencida: "Cuando visito Cuba me siento en mi patria; cuando visito La Bodeguita me siento como en mi casa". Por su parte, Errol Flynn lo sintetizo todo en una concisa frase: "Es el mejor lugar para emborracharse". Y es que en La Bodeguita todo comienza por el bar, que recibe al visitante con su viejo y pulido mostrador de caoba el mismo de 1942 y una estanteria de botellas de todos los rincones del mundo, entre las que destacan las del inigualable ron cubano, unico en su clase, anejado en autenticos barriles de roble blanco y con una tradicion que data de siglos. Ahi, en el alegre bullicio del bar de la Bodeguita, mientras uno espera mesa, se puede saborear un helado Daiquiri, batido en enormes cantidades de hielo frappe; o un refrescante y tropical Ron Collins, o un frio y dorado Presidente seco; o un multicolor Cuba Bella; o un sandunguero Saoco, en su vaso natural de coco; o un quisquilloso Cubanito, con su jugo de lima, su pizca de pimienta y su chorrito de jugo de tomate; o... claro esta, la gran especialidad de la casa, el Mojito, u n delicioso e inimitable coctel hecho con ron blanco, hielo, azucar, limon, soda y, el gran secreto: la aromatica yerbabuena y una variedad cubana de hojas de menta que le imprimen un sabor y un aroma irrepetibles. Era la bebida favorita de Ernest Hemingway, quien decia: "Mi daiquiri en El Floridita; mi Mojito en La Bodeguita". Lo mismo que Hemingway, en La Bodeguita del Medio han disfrutado de sus bebidas, de sus sabrosas comidas criollas, de sus incansables y alegres trovadores y de su ambiente desenfadado, informal y bohemio una interminable lista de personalidades que incluyen viajeros de todo el mundo: escritores y poetas, actores y actrices, sopranos y trovadores, fotografos, juglares, quimicos y alquimistas, arquitectos, albaniles, psiquiatras y pacientes, toreros, manolas, compositores, magos, malabaristas, sociologos y co stumbristas, pintores, policias, periodistas, filosofos, historiadores, marineros, capitanes de barco, aviadores y estadistas. Desde su fundacion en 1950, por La Bodeguita del Medio ha pasado todo mundo. Sus paredes, atestadas de recortes de periodicos, carteles, fotos descoloridas, afiches, pinturas, banderitas, calcomanias, firmas y garabatos ininteligibles, en un armonioso caos que incluye una pipa del comandante Ernesto Che Guevara y un banquillo de bar donde solia sentarse su primer cliente, Felito Ayon, testimonian la grandeza de este lugar que en 45 anos de vida no se cansa aun de regar sabor. Por eso el siguie nte texto de Guillen: La Bodeguita es ya la bodegona, que en triunfo al aire su estandarte agita, mas sea bodegona o bodeguita La Habana de ella con razon blasona. Hartase bien alli quien bien abona plata, guano, parne, pastora, guita, mas si no tiene un kilo y de hambre grita, no faltara cuidado a su persona. La copa en alto, mientras Puebla entona su cancion, y Martinez precipita marejadas de anejo, de otra zona brindo porque la historia se repita, y porque lo que es ya la bodegona nunca deje de ser La Bodeguita .