SECCION CULTURA PAGINA 34 BALAZO: CUARTETO VEERMER CABEZA: FORMULA PARA COMPRIMIR EL TIEMPO CREDITO: JESUS QUINTERO, ENVIADO MORELIA, Mich.- Los melomanos de esta ciudad saben respirar. En la segunda jornada del VII Festival Internacional de Musica de Morelia, celebrada en Teatro Ocampo ubicado justo en el Centro, resultaron notables dos rasgos: por un lado, en la amplitud de generos y compositores, el Cuarteto Vermeer encontro la formula ideal para comprimir el tiempo, pues ademas de los ritmos cardiacos, los rasgos aceleraron tambien los relojes de casi 500 asistentes. Dos horas parecieron haber durado unicamente dos compa ses; por el otro, el publico local, a diferencia de los habitantes de la region mas transparente del aire, saben que un concierto es un todo (con sus pausas y sus sonoridades), por eso decidieron no participar con carrasperas ni tosidos durante el parentesis que se dibuja entre cada uno de los movimientos. Se escucho el silencio. El Cuarteto Vermeer, agrupacion que se manifiesta por un "repertorio eclectico" aunque prefiere a los clasicos y a los romanticos por encima de ciertos contemporaneos, esta celebrando sus 25 anos de actividad con la edicion del album doble Las ultimas siete palabras de Cristo (en el sello Alden Productions Inc.), de Joseph Haydn, pero mas fieles a la naturaleza no lucrativa del festival han decidido prescindir, por ahora, de cualquier intento de campana publicitaria y cenirse al ritual que a todos los participantes de este evento les aguarda, es decir: arribo, ensayo, rueda de prensa, ensayo y concierto. Eso, por supuesto, no es limitacion para referirse a la situacion presente del terreno de la composicion y a sus colegas en el campo profesional: Marc Johnson (cello): A titulo personal, yo admiraba al Kronos Quartet, pero no me agrada la direccion que estan tomando desde hace un par de anos ese matiz comercial. Sin embargo, creo que es un grupo que representa un ideal para muchas agrupaciones jovenes. Matias Tacke (violin): Existen muchos cuartetos que optan por el material contemporaneo; pero se enfrentan a una situacion que de un repertorio de 10 piezas, solo hay una que todos disfrutan interpretar. Ante eso, nosotros preferimos tener una seleccion mas amplia, misma que basamos sobre lo que nos gusta a los cuatro. Richard Young (viola): Cubrir solamente un repertorio con compositores actuales es similar a trabajar en una mina; despues de sacar mucha tierra encuentras nada mas una pepita de oro. Conclusion: Purple haze es valida en la interpretacion de Jimi Hendrix, pero en manos de un cuarteto de camara es, con toda razon, solo un divertimento, jamas un clasico. De primera instancia, el programa del Cuarteto Vermeer podria ser calificado como variopinto. De la critica atonalidad de Anton Webern al tinte hispano de Joaquin Turina, mucho se puede escuchar y opinar (Rodolfo Balffter descalificaba en 1932 al autor sevillano con el siguiente comentario: "Turina no sabe o no puede renovarse. Todas sus obras son iguales"). Mas la palabra que definiria el concierto del sabado pasado es: equilibrio. Con un Shmuel Ashkenasi que en aras de la emocion seria reprobado por cualquier maestro de buenos modales en el capitulo "como sentarse correctamente", pues todo su cuerpo era exaltacion; sorprendio descubrir como 16 cuerdas y cuatro arcos pueden modificar la temperatura de un foro. Sin poses academicistas ni exquisitas, este conjunto de camara aposto por un espectro emotivo que fue de la cancion de cuna de Gershwin al duelo funerario de Schubert. El Cuarteto Vermeer interpreto no solo lo que, muy bien, sabe, sino lo que le gusta. Y ello, con la respuesta in crescendo del publico, revelo que el hedonismo sonoro no conoce de calendarios. .