11 SECCION CIUDAD PAGINA 17 BALAZO: CHILANGUERIAS CABEZA: CUADROS PARA UNA DEFE¥A EXPOSICION CREDITO: JAVIER GONZALEZ BATTA Te desconcierta el tipo que te rebasa, con insolencia, en su Grand Marquis rojo, y al cual no dudas en catalogar de narco. Al emparejarlo en espera del alto, adviertes que se trata de una gente, al menos, mas humanista que tu, ante el comportamiento que tuvieron, tu de desden y el de comedimiento p ara con el vendedor de chicles, piernas hechas charamusca quiza por un accidente, y a quien, aparte de pagarle con generosidad la golosina, el narco tuvo todavia el desplante de despedirse de mano. No cabe duda, pensaste, que aun entre los bandoleros hay rasgos de bondad, siempre y cuando, el de seguro tambien envenenador de la dorada juventud norteamericana y al volante del auto rojo, hubiera sido quien, con su alocada manera de conducir, atropello al vendedor de chicles cuando este era nino, y ahora, con propinas y rasgos de buena voluntad, buscaba compensar su culpable y maltrecha conciencia. En todo eso ibas pensando. Continuas por el Eje Lazaro Cardenas y confirmas, por otro lado, tu misoginia: hay senoras que, segun tu, manejan sus automoviles desplazandose en relacion directa con el ancho de sus caderas. Para acceder doblando hacia una via, deduces, no se conforman con utilizar solo el carril inmediato, sino que tienen que invadir el segundo y hasta el tercero. Generalmente no tienes oportunidad de comprobar esa relacion, excepto al apearse en los estacionamientos o cuando bajan a dejar a los ninos en las escuelas. No falla. Ocupan dos carriles para entrar y si pueden obstruir buena parte de la banqueta, tambien lo hacen, lo cual no caza con la amplitud de criterio que les corresponderia si relacionaran la manera de razonar y deducir con sus generosidades. Observas, en la espera del alto, otro cuadro mussorgskyano: un chavo tamborilea sobre el volante de su vocho los sincopados compases rockeros, cuando se le acuata, con presuncion y aires de suficiencia que le da su cara de gluteo, un calvo. El joven sin ninguna gandallada intencion, estira la mano a la guantera y saca el peine con el cual se alborota el pelo espeso y abultado. El agraviado gordinflon se arranca dejando medio kilo de llantas en el pavimento. Adelante, al limpiaparabrisas le das un peso para que no te haga la faena. El que se acerca, segun el, para entrevistarte como encuestador, te pregunta: ¨Que tarjeta de credito usa? Ni loco le contestas. Ya dejaste el carro en el estacionamiento y te armaste de valor para decir que no quieres ni que lo enceren, ni que le saquen los golpes y ni lavarlo porque no lo necesita. Alla tu. Al regreso confirmaras tu osadia o quiza ni cuenta te des hasta que pasen varias semanas, del accesorio faltante. Te impresiona el mercado de cajuela en 5 de Febrero: todas las marcas de aromas, lociones y after shave, a 10 pesos el frasco: Drakkar, Polo, Chanel y Cartier. De galletas, tacos de canasta y pasteles, tambien, en cada cajuela hay una oferta; los primeros en llevarse la prueba, gratis, son los agentes de transito. Por 16 de Septiembre, acera norte entre Bolivar y Gante, ya perdieron su encanto las camiserias tradicionales, sobre todo en las tardes en que los usuritos Lenguorretas, Mandarriazos y Tripagordas se reunen a comer en el Club de Banqueros. Son dos horas de espera en que para guarecerse del sol y la lluvia, los guaruras obstruyen materialmente la vista de los escaparates. Y ni modo de pedirles que se hagan a un lado para que lo dejen a uno ver. Ahora te subes al Metro. Son dias, entre que por las ganas de verlos y gorrearles la comida, se visita a los familiares. Pero algo te revuelve la panza: una pareja de enamorados que tu supusiste sellados en resistolero osculo resulto que iban, el con la naricita de ella, con todo y sus continencias, adentro de la boca! Se apartaba del suculento placer solo para dejarla respirar, lo cual no era, pues, ninguna forma de evitar la contaminacion. Finalmente, te llama la atencion un anuncio en la estacion Viaducto: *Periodista. .