SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 7 CABEZA: Don Samuel CREDITO: ELENA PONIATOWSKA* (Primera de dos partes) ENTRETEXTO: Hubiera podido ser un cura flojo de chocolatito caliente como hay tantos, un ser acomodaticio y adormilado ¨Que seria de los indigenas sin don Samuel? Es asombroso pensar que trescientos anos despues de la Conquista todavia necesiten de un fray Bartolome de las Casas para medio protegerlos de la crueldad y del despojo, pero asi es. Don Samuel los defiende y no de ahora, desde 1994 cuando estallo la guerra en Chiapas, sino desde hace treinta y tres anos, desde que fue nombrado su obispo en el sur, en la diocesis de San Cristobal de las Casas (que coincidencia!). Moreno, chaparrito, peloncito, de ojos alertas y expresion decidida detras de sus anteojos bifocales, don Samuel es un orador incendiario que de inmediato establece el contacto con sus oyentes, ya sean sus fieles, ya sea la multitud de jovenes que atiborra el auditorio Che Guevara de la UNAM. Habla muy claro, no se queja, no se lamenta, no condena, no nos remite al castigo divino, sus palabras son jovenes, directas y estimulantes. Don Samuel va al grano y su arenga en la vida resulta liberadora. Pocos discu rsos tan estructurados como el suyo, pocos tan convincentes y tan autenticos en un pais que se desmorona en la corrupcion, la mentira, el desempleo y el absoluto descredito de la politica mexicana. No se si don Samuel aprendio a hablar cuando a lomo de burro, a caballo y a pie, en jeep (cuando lo ponian a su disposicion) comenzo a recorrer los senderos de la selva chiapaneca ni cuando vio la miseria quemante de los Tzeltales, Tzotziles, Tojolabales, Choles, Chamulas y otros indigenas de los Altos de Chiapas. Tanto camino que lo llamaron El Caminante. No solo los visitaba, don Samuel aprendio sus idiomas para poder comprender desde adentro y con sus propias palabras las ofensas que durante trescientos anos les habian hecho. Tenia que entender el tzeltal, el tzotzil, el chol, el tojolabal para comunicarse, para eliminar el paternalismo, para hablar frente a frente, para poder mirarlos a los ojos. Ante tanta opresion, tanta hambre, tanto racismo y tanta muerte, ante ese mundo de peones acasillados como en tiempos de la Colonia, don Samuel no solo hizo su labor de catequista y de obispo en iglesias sui generis llenas de incienso, de veladoras y de bultos llorosos y alcoholizados sino que, al descubrir la ex plotacion del indigena y el atroz funcionamiento de las estructuras sociales en el estado de Chiapas, decidio que no podia estar del lado de los explotadores, los terratenientes, los madereros, los cafetaleros, los "coletos". Seria el obispo de los pobres, el obispo de los indios. Que peligroso es en Mexico estar del lado de los pobres! Don Samuel lo iria descubriendo a lo largo del camino al ser insultado y acusado, calumniado y perseguido y hasta condenado por el Vaticano. Los indigenas en cambio, al saberlo uno de los suyos lo llamaron Tatic Samuel que en Chiapas significa Padre. Los mexicanos mas pobres (indigenas o no) ya no se entregan con facilidad, han sido demasiado maltratados, y que yo sepa solo han llamado Tata o Tatic a dos de sus guias, uno a Lazaro Cardenas, el otro a Samuel Ruiz Garcia, obispo de San Cristobal de las Casas en el sureste mexicano. El Vaticano queda muy, muy lejos de America Latina, tanto que la Santa Sede no sabe cual es su realidad. Ojala y el Vaticano se diera una vueltecita a America Latina para que se diera cuenta lo que significa amar a Dios en tierra de indios, como dice el dicho. Don Samuel, despues de los anos reglamentarios en el seminario de Leon, Guanajuato (cuna de la Guerra Cristera), despues de doctorados y viajes a Roma, despues de profundos estudios de Teologia y Sagrada Escritura en la Universidad Gregoriana, don Sam uel regreso a sus raices, a su morenez, a su nacimiento indio. Recordo que era hijo de braceros, que sus raices estaban en la tierra mas tepetatosa, mas rejega, mas arida, que su cultura era indigena, que al que le debia era el pueblo. A nadie mas. Al pueblo de Mexico y a si mismo por ese esfuerzo de sus padres catolicos y militantes por educarlo y el suyo propio por aprender lo propuesto. Don Samuel hubiera podido ser un cura flojo de chocolatito caliente como hay tantos, un ser acomodaticio y adormilado i nstalado en el reino de los cielos sobre la tierra desde el momento mismo en que fue ordenado, pero los indios le abrieron los ojos y sacudieron su espiritu. Hubiera sido facil repartir bendiciones y tender su mano ensortijada para que la besaran sus feligreses, hubiera sido facil volverse paternalista y caer en la inercia, en las comodidades, en el boato, en la autocomplacencia. Quiza una de las razones del gran odio en contra de la Iglesia en America Latina es que se trata de una iglesia participativa, una iglesia "luchona", que le ensena a los fieles a no dejarse, que les dice que su oportunidad es aqui y ahora y que se manifiesta en contra del hostigamiento sistematico del que son objeto los indigenas y por lo tanto se vuelve contestataria. ¨Puede un cristiano con el corazon bien puesto permanecer indiferente ante la injusticia y no cuestionar ni el retraso, ni el hambre, ni el hecho de que los indigenas mueran de enfermedades hoy curables como son el sarampion, la difteria y la tosferina y la multiplicidad de infecciones intestinales? Desde luego, los grupos de poder se encargan de divulgar que el cura que emula a fray Bartolome de las Casas, cualquier curita de aldea, cualquier curita que vea a Cristo crucificado en un tojolabal, esta condenado de antemano. Es un renegado, un comunista, un marxista, un agitador, un insurrecto, un apostata que debe ser denunciado ante la Nunciatura presidida por esa larga figura de pelo pintado de rojo que representa al Papa de pelo blanco: Girolamo Prigione, gourmet, homme du monde, tallado a la vieja u sanza de los consejeros de reinas, los Richelieu de todos los tiempos. * Escritora y periodista. FIN .