PAG. 23 SECCION: ECONOMIA CINTILLO: ENRIQUE CONTRERAS MONTIEL* CABEZA: Historia empresarial y LFT/ I Hoy se concreta un relevo mas en el Consejo Coordinador Empresarial. Los problemas que tendra que afrontar Hector Larios como presidente del organismo cupula de la iniciativa privada, son muchos, pero hay uno que sintetiza la historia de las relaciones entre empresarios, trabajadores y gobierno: los cambios a la Ley Federal del Trabajo. La necesaria reforma a la Ley Federal del Trabajo no puede ser producto de un capricho unilateral de sectores y clases sociales, sino parte de un proceso historico de adaptacion a los requerimientos del mundo moderno. Pero la reforma a la Ley Federal del Trabajo, hoy en Mexico, es un nudo gordiano, indescifrable, y no tanto por las implicaciones laborales que trae consigo, sino por la incapacidad de las partes para encontrar un punto intermedio de entendimiento que reivindique la historia nacional con los m ecanismos de negociacion entre los factores de la produccion (lease empresarios y trabajadores). En realidad la dificultad para reformar a la LFT surge no en el mercado laboral, sino en la articulacion politica en que se han dado los factores de la produccion con el resto de la sociedad. De hecho, las posiciones mas consistentes que se pueden decantar en los grupos empresariales tienen mucho que ver con su origen. Los principales grupos de poder surgieron a finales del siglo pasado. La primera camara empresarial se formo en 1874, aglutinando a los comerciantes en la Canaco de la Ciudad de Mexico. Hay que hacer notar que cuando se establecio la Ley Federal del Trabajo, a iniciativa de Luis G. Sada, que en el nombre lleva el pecado del grupo al que pertenecia, en la asamblea de la Concamin de 1929 se planteo responder a aquel paso que se habia dado formando un sindicato patronal. Fue asi como nacio la Coparmex bajo la direccion de su promotor Luis G. Sada, con un animo combativo para buscar contrabalancear el peso de las organizaciones de trabajadores. Lazaro Cardenas dio una vuelta mas a la tuerca de la historia de las relaciones laborales al hacer la Ley de Camaras del 27 de agosto de 1936. Fue entonces que las camaras quedaron establecidas legalmente como organos de consulta del Estado. Habia, pues, fuertes intentos por meter a los empresarios al aro de las decisiones del Estado, lo que se logro en 1941. En aquel ano, efectivamente, se volvio a legislar y se anadio la afiliacion forzosa de los empresarios a las camaras y de estas a las confederaciones. Pero el golpe maestro lo represento la aparicion de una nueva camara, la Canacintra, que bajo el argumento de un espiritu nacionalista reinvindico su acercamiento al Estado y su rechazo a la inversion extranjera. Hasta aqui hay tres aspectos a destacar del relato: primero, la intencion clara de maniatar las posibilidades de movilidad de los empresarios por parte del Estado; en segundo lugar, el proceso de politizacion de las relaciones laborales; y en tercer lugar, el contexto tecnologico. Sobre este ultimo punto hay que agregar que Mexico nacia a la era industrial en un momento en que el fordismo era la version tecnologica y de organizacion de trabajo predominante en la empresa. Ello significa que la tendencia era a la creacion de los grandes elefantes industriales que producian en linea para las clases medias que en masa se iba incorporando al mercado de los consumidores. Pero tambien ese contexto dio pie para hacer un dibujo de los sectores que coexistia entre los empresarios. En la decada de los cincuenta, un investigador estadounidense, Sanford Mosk, publico un trabajo, un impulso emprendedor al desarrollo del pais l .