SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 15 CABEZA: La participacion corresponsable de la sociedad, estrategia del nuevo Plan Nacional de Desarrollo CREDITO: RICARDO AGUILAR GORDILLO* ENTRETEXTO: A una sociedad pasiva y sumisa, habia correspondido un Estado paternalista, que dispensaba "favores" a los mas "disciplinados" En su parte introductoria, el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 se autodefine como un documento que normara los programas institucionales y sectoriales, y que guiara la concertacion de sus tareas con los otros poderes de la Union y con los ordenes estatal y municipal de gobierno. Ademas, el plan senala que inducira la participacion corresponsable del sector social y de los particulares. Este ultimo lineamiento -el de la participacion corresponsable de la sociedad y de los particulares- es un elemento novedoso que contiene el actual plan, asi como de vital importancia para alcanzar los objetivos que se propone. ¨Por que la participacion corresponsable de la sociedad juega un papel tan importante? En la misma introduccion del Plan Nacional de Desarrollo, se lee que "para alcanzar el objetivo de un pleno desarrollo democratico, se ha delineado una estrategia que requerira del concurso de los poderes de la Union, de los gobiernos estatales y municipales, y de los partidos politicos y organizaciones sociales. La participacion corresponsable fortalecera nuestra democracia y permitira construir los consensos necesarios para avanzar con la rapidez y consistencia que exige una sociedad dinamica, alerta y participativa". Asi, la corresponsabilidad social se constituye en uno de los pilares de la estrategia que la nueva administracion propone para la superacion de los grandes problemas del desarrollo nacional, porque constituye una expresion de la vida democratica, y porque solo mediante la convalidacion, la sociedad se reconoce en los programas y acciones de gobierno, asumiendolos como suyos. No es gratuito que en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo se le asigne una importancia capital a la participacion corresponsable de la sociedad. De hecho, tal planteamiento busca desterrar el tradicional autoritarismo de nuestro sistema politico, caracterizado, en las microesferas de su ejercicio cotidiano, por "no tomar en cuenta" a los ciudadanos y trabajadores, convirtiendolos en objetos pasivos de su propio devenir. A una sociedad pasiva y sumisa, habia correspondido un Estado paternalista -la otra cara de la moneda-, que dispensaba discrecionalmente "favores" a los sectores e individuos mas "disciplinados" de un sistema en el que no importaban los resultados. Sin embargo, tal modelo de relacion politica entre Estado y sociedad se ha visto ampliamente rebasado en nuestro pais, en la medida en que la sociedad ha madurado, diversificandose y volviendose mas critica y demandante. Asi, la lenta transformacion de una sociedad "corporativizada" en una sociedad "participativa", ha venido acompanada de un cambio en la perspectiva de la gestion estatal, que hoy se ve reflejada en lo que el nuevo Plan Nacional de Desarrollo plantea como estrategia: la participacion corresponsable de la sociedad. Generar un nuevo tipo de relacion entre Estado y sociedad, es un reto nada facil, y que requiere de un amplio proceso que permita consolidar nuevas actitudes y estructuras de relacion entre ambas esferas de interaccion, y entre los multiples microuniversos en que se descomponen. Un cambio de esta naturaleza, seria indicativo de profundas transformaciones en nuestra cultura politica, y por ende, en el sistema politico vigente como tal. La cuestion de la participacion social reviste aun mayor importancia para el desarrollo del pais en el momento actual, en que los viejos esquemas paternalistas del Estado se han erosionado, y los recursos economicos son insuficientes para sostener buena parte de politicas asistencialistas que en realidad no resolvian los problemas del desarrollo, pero que servian como paliativos para minimizar el descontento social. Ante tal escenario, se ha vuelto imperativa la busqueda de nuevas formas de relacion entre E stado y sociedad. La aceptacion de que la participacion corresponsable de la sociedad debe ser la estrategia sobre la cual se edifique el desarrollo nacional, significa tambien el reconocimiento explicito a un hecho que indudablemente ya se habia venido dejando sentir al interior de numerosos grupos y organizaciones sociales, en que una mayor participacion en la toma de decisiones y ejecucion de las acciones, se habia convertido en una demanda generalizada de las bases, y en la unica forma de conservar la unidad, fundada en nuevos consensos con caracteristicas democratizantes. Quedaria pendiente, en el caso de los proyectos y programas gubernamentales para el desarrollo, el analisis de las propuestas concretas de participacion social, aspecto crucial que debe equilibrar la presencia de estructuras organizativas con la flexibilidad y una nueva cultura de la participacion democratica; pues la experiencia ha mostrado que nuevas formas organizativas sin flexibilidad, y sin capacidades reales de participacion, solo se convierten en meros sustitutos de la participacion real, inutiles e structuras burocraticas sin representatividad social real, "elefantes blancos" en los que se pierde o mediatiza la demanda social. Implica un reto de formidables dimensiones la transformacion de las relaciones entre Estado y sociedad; sin embargo, dicha transformacion no solo es necesaria, sino imprescindible, habida cuenta de los enormes rezagos y problemas que debemos como pais enfrentar, y si es que queremos conservarnos como tal en un concierto mundial de cambios vertiginosos que tienden a agudizar carencias y contradicciones en todos los paises. Ante tal escenario, no caben mas las simulaciones ni las ineficiencias, imponiendose como tarea central del Estado y las organizaciones sociales la construccion de autenticas formas participativas, que permitan incidir con efectividad y aserto en el abatimiento de los grandes problemas economicos, politicos y sociales que vive el pais. En dicha construccion, no es ya posible mantener la demora, ni volver la vista atras. *Politologo y periodista. .