SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 BALAZO: SONIDOS CABEZA: PRIMUS: EL GOZO DE LA ESTETICA DEL ABSURDO CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. La venturosa convergencia del extravio de las muestras destinadas a esta columna semanal con los magros frutos de un reciente viajecillo que a su vez coincidio con la puesta en los racks neoyorquinos del mas reciente desaguisado digital del sanfranciscano (y, como se vera, significativamente zoofilico) trio Primus, me orillan a esta gozosa cuan rauda degustacion de los trece insolitos preparados que integran Le Menu (sic) de su nuevo opus, Tales From The Punchbowl. Los lectores habituales de este espacio (de haberlos) recordaran la admiracion que el que escribe le profesa a este triangulo sui generis en el que el instrumento lider es un bajo de seis cuerdas sin trastes, el guitarrista esculpe texturas que deambulan por senderos armonicos explorados por Frank Zappa, y el baterista propulsa con obsesiva determinacion de virtuoso cuya unica indecision oscila entre homenajear a Bonham o a Cobham. Mas cualquier album tildado de marginal por la mismisima biblia recic lalternativa Spin (sip, la mismisima que se atrevio a nombrar ojala ironicamente a los instantaneamente prescindibles Smashing Pumpkins "Artistas del ano") promete abrigar meritos explorables. Por supuesto, estos relatos desde la ponchera son lo suficientemente sofisticados como para sugerir veladamente que algun travieso le haya anadido al brebaje algo mas ponchador que el ron algun alcaloide electrizante, digamos, asi que de entrada habria que prevenir contra su consumo aural a las almas adocenadas y a las orejitas virginales; pero la gozosa perversidad en que Primus incurre con la seguridad de quien ha demarcado su propio e inconfundible territorio en la vastedad rockera (algo cada dia mas d ificil, a juzgar por el masivo reciclaje de anejos ayeres que vende hoy tan facil a la chaviza desprevenida al facilismo que tan atinadamente enjaula aqui Primus con su "Year Of The Parrot" Ano del loro). Pero una vez que uno se ha entregado y dejado llevar hasta su Primaveral Pais de las Tarabillas, los descubrimientos son tan gozosos y desconcertantes como los de Alicia tras alimentar su coco: el "Profesor Nutbutter", excentrico inventor de golosinas que colinda con la represiva "Mrs. Blaileen", castrante maestra de puberes fugada de The Wall que delata como el flotante coloso "Southbound Pachyderm" (un ominoso elefante aeromigratorio emparentado con ciertos cerdazos inflables) y las onomatopeyas i nstrumentales de un "Space Farm" cuyas guitarras maullantes y bajos grunentes evocan los animalillos cavernarios de Ummagumma los pinkfloydianos origenes del lado oscuro de los lunaticos Primus. Empero, la sicodelia de los tres ex Primates esta mas proxima a la de Hendrix y Funkadelic que a la de sus magnates britanicos: el absolutamente deslumbrante virtuosismo bajistico de Les Claypool, que efectivamente toca como Jaco Pastorius quedado en viaje sicotropico en vez de tirado en banquetazo teporocho conspira con el disfrazado academicismo del guitarrista Larry Ler Lalonde para crear espacios sonoros que extienden hacia el infinito los diapasones de sus instrumentos; e inflaman tan volatil mi xtura con la rural vocalizacion del primero y las delirantes letras del segundo, agitadas con admirable destreza por las veloces baquetas de Tim Herb Alexander. Mejor aun, sus despliegues de virtuosismo no estan al servicio del exhibicionismo esteril, sino de una sanisima irreverencia que responde a Las Grandes Cuestiones Trascendentes con versos dignos del Dr. Seuss: "¨Hay cielo, hay infierno?/ ¨Es atun gratinado lo que huelo?/ Venga!". Quien haya apreciado similar excelsitud en Frank Zappa, en su genial compadre Captain Beefheart, reconocera la bendita huella de sus paisanos los Residentes en la vocalizacion forrestgumpense de Claypool, los ecos de Sun Ra, el Art Ensamble Of Chicago y el mismisimo mesias del ruido Karlheinz Stockhausen en los desenfadados graffitti sonoros de Primus, y apreciaran un vals pesado como "Glass Sandwich" colindante con el funk apocaliptico "Del Davis Tree Farm" sobre un comerciante de arboles navidenos que asi sostiene su vicio rocanrolero. Y el bajo campirano y bajo atubado de la desopilante vineta hillbilly imaginaria "De Anza Jig". Haciendo gala suprema en su cuasipostrer epica "Over The Electric Grapevine" de envidiable libertad y colosal talento solo comparables a su genial demencia, Primus consolida con su sexta coleccion de suenos delirantes un perfil sonoro unico y cada vez mas delimitado, que inevitablemente deja perplejos a los mas p...rudentes y domesticados. Es inevitable: solo quiene s verdaderamente gocen la estetica del absurdo celebraran como quien escribe esta triunfal reaparicion del unico grupo que reto la lodosa estupidez del publico de Woodstock 94... o el improbable rumor de que se fragua por ahi la improbable reunion de sus distantes afines locales Natabeafh y Ruido Blanco. ¨Sera? No lo olviden: si eso les importa, se enteraron aqui primero, y corran, no vayan, a conseguir este album a su tienda especializada. .