PAG. 2 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: ¨Realineamiento ideologico? CREDITO: Jacqueline Peschard* viabilidad de esta invitacion que parece remota, hay que reflexionar sobre el mensaje que conlleva, es decir, sobre lo que refleja de la situacion politica del momento. Como bien dice Bobbio en su libro recientemente publicado en espanol, Es cierto que el origen revolucionario de nuestro regimen politico contemporaneo genero una division dicotomica (revolucionarios vs. reaccion) y que ese parametro fue utilizado por el discurso oficial y sus aliados para enfrentar al propio Accion Nacional en sus primeras incursiones politicas. Empero, las coaliciones electorales de los anos recientes se establecieron mas alla del eje ideologico, centrandose en el nucleo estrategico del triunfo electoral. La coalicion de partidos detras del Frente Democratic o Nacional (FDN) y su desdibujada referencia ideologica es un ejemplo claro en este sentido. Aunque el acuerdo estrategico establecido entre el PAN y el gobierno salinista, despues de la eleccion parteaguas de 1988, coincidia con una entendimiento comun en terminos del proyecto economico (Manuel Clouthier decia en 1988, que el PAN y el PRI compartian la conviccion sobre el modelo de desarrollo, y que la diferencia era que Accion Nacional lo defendia con alegria), fue esencialmente un pacto politico-electoral, impulsado por la amenaza que en ese terreno encarnaba el cardenismo. El distanciamiento actual del PAN respecto del gobierno federal no es producto de los resultados electorales en Yucatan, ni del rechazo del priismo defeno a las demandas del blanquiazul en torno a la reglamentacion de las elecciones de los consejeros ciudadanos del DF, aunque estos eventos generen un clima favorable para el rompimiento de la alianza anterior. El cambio en sus posturas tiene que ver con la estrategia de avance electoral del PAN, y tambien con la dinamica interna del partido. La alianza del PAN, que fuera estrategica para el gobierno salinista, le redituo al blanquiazul frutos electorales importantes que le permitieron dar un salto cualitativo en su posicion como fuerza politica. No solo fue el interlocutor privilegiado de las controversias electorales, sino que por primera vez accedio a gobiernos estatales y en 1994 supero el que parecia ser su techo electoral del 20 por ciento de los votos. De cara a los proximos comicios locales y tambien a los fedeales de 1997, el PAN ha opt ado por deslindarse del gobierno zedillista en el terreno electoral, como una formula para dar un nuevo salto cualitativo y avanzar en su proposito de "ir por todo". Por lo pronto, no parece estar interesado en llevar el deslinde hasta el cargo en el gabinete, aunque eventualmente lo haria. No sorprende, entonces, este alejamiento del PAN, sino todo lo contrario, parece seguir fielmente lo que aconseja la experiencia de coaliciones en otros paises: la alianza se mantiene solo hasta que se acerque una contienda electoral, a fin de no cargar con los costos negativos de la identificacion con el gobierno. De otra parte, la alianza panista con el gobienro priista provoco tensiones internas, ademas de la escision del Foro Democratico, que se han expresado con distinta intensidad a manera de reclamos de los grupos locales blanquiazules con la directiva nacional, en ocasion de las elecciones para renovar las gubernaturas. Esta radicalizacion de la postura panista busca tambien reforzar a la direccion nacional del PAN. La reaccion del PRI frente al avance panista, invitando al PRD a aliarse en contra de la derecha, refleja tambien, aunque mas dramaticamente porque no es una fuerza en ascenso, la situacion por la que atraviesa el tricolor. Su imbricacion con el gobierno le genera cada vez mas problemas porque resulta fuertemente deslegitimadora, y ya ni siquiera le sirve como elemento cohesionador de la elite gobernante (la forma como se difundieron los documentos sobre los gastos de campana de Madrazo, en Tabasco, asi lo constatan). El PRI no logra definirse ni frente al gobierno, ni frente a las otras fuerzas politicas; se encuentra en una suerte de desamparo ideologico y programatico, y en el terreno organizativo su debilidad es tambien notable. De ahi sus intentos de refugiarse en legados heroicos ya idos (volver al nacionalismo revolucionario), lo cual por ser inviable no puede sino ser demagogico. Las muchas modificaciones que esta experimentando el universo politico mexicano, que se manifiestan en posiciones cambiantes de los distintos actores politicos, asi como en un electorado en buena parte volatil, nos obliga a hacernos cargo de que estamos atravesando por un proceso de acomodos y reacomodos que en el pasado reciente parecian muy remotos. Sin embargo, lo que no tiene vuelta de hoja es que esta cancelada la vieja formula del partido hegemonico, legitimado por la herencia revolucionaria y capaz d e representar el solo a las mas diversas corrientes politicas. La estrategia del PRI para el futuro inmediato no puede guiarse por la imagen del pasado, so pena de estrellarse con un sonado fracaso. .