SECCION: ESPECTACULOS PAGINA: 39 BALAZO: SOUNDTRACK CABEZA: Retrato filmico de un trompetista carismatico CREDITO: SERGIO MONSALVO C. La musica solo constituyo parte del atractivo de Chet Baker a mediados de los cincuenta, cuando las encuestas de las revistas de jazz lo situaban por encima de Louis Armstrong, Miles Davis y Dizzy Gillespie. Muchos senalaban su parecido con Montgomery Clift, James Dean y Marlon Brando. El guionista hollywoodense Lawrence Trimble el mas elocuente de los "testigos" presentados en la pelicula Lets Get Lost de Bruce Weber compara a Baker con el taciturno cornetista del ej ercito interpretado por Cli ft en De aqui a la eternidad. El parecido de Baker con estos actores (y mas tarde con Clint Eastwod) radicaba en mas que la forma laconica de expresarse y una mandibula fuerte; al igual que ellos fue un modelo ligeramente antisocial que respetar, en una era dominada por los heroes universitarios del futbol americano. A lo que respondia el publico al escuchar al joven Baker o al ver a esos actores fue, paradojicamente, la naturaleza privada de su tristeza. Weber impone severas pruebas a la paciencia en Lets Get Lost (intitulada asi por una melodia pop escapista grabada por Baker en 1955, pese a que el titulo tambien sugiere perdicion). Minsker, el protagonista de otra cinta de Weber, Broken Noses, aparece en este extraordinario retrato filmico, en blanco y negro, del trompetista, retozando en una playa de Santa Monica con otros miembros del sequito del director, incluyendo a un bombon llamado Lisa Marie (descrita en los creditos como "una volup tuosa y joven actriz/modelo"), asi como el presuntuoso Flea (miembro del grupo de rock The Red Hot Chili Peppers, doble y fan de Chet Baker"). Minsker y Flea, que hacia la presente figura de Baker mantiene una actitud condescendiente como hacia un admirable viejo mujeriego, nos recuerdan que estamos en el territorio de Weber, no en el de Baker; tambien durante la entrevista realizada en Cannes, donde se supone que el cineasta esta presentando Broken Noses. En un momento dado durante la filmacion, Baker tiene que suplicar el silencio de un grupo de "estrellas" de segunda fila antes de cantar y tocar "Almost Blue" de Elvis Costello. Da coraje. ¨por que Weber llevo a Baker a Cannes para empezar? ¨No deberia el seguir a Baker, y no al reves? La megalomania del director en si misma casi echa a perder la que debio ser una poderosa escena final, en la que este (fuera de la pantalla) le dice a Baker lo "doloroso que ha sido verlo asi" (perdido en la heroina por cinco dias, antes de que se le consiguiera metadona). "¨Recordaras la pelicula en el futuro como un rato bueno que pasaste?", le pregunta Weber a Baker, quien halagado, como es de comprender, por la atencion que ha recibido como tema de un documental de un millon de dolares, pero aparte de eso opaco contesta diciendo que si no es asi, como diablos supone que se va a sentir. No obstante, incluso en los ratos dentro de las dos horas que dura en que se mira Lets Get Lost con incredulidad no es posible despegar los ojos. En parte se trata de un reflejo compasivo, porque se sabe que el cineasta es incapaz de quitarle los ojos de encima a su personaje. "Recuerdo que por primera vez comprendi el significado de fotogenico, de estrella, de carisma", le cuenta a Weber William Claxton, cuyas fotografias para los primeros albumes de Baker ayudaron a lanzarlo al estrellato; y uno sabe que el director sintio palpitaciones al mirar esos retratos por primera vez. Los fans del jazz se quejaran de que Lets Get Lost trata mas sobre la mistica de Baker que sobre su musica, pero la mistica fue lo que llevo a Weber a la musica, y la pelicula a fina de cuentas trata tanto sobre la fijacion de este con Chet Baker como sobre Chet Baker mismo. Dicha fijacion es lo que aporta a esta meditacion sobre la naturaleza del cool (repleta de elementos graficos cincuenteros en minusculas) su carga sexual. Sin la intensidad de la mirada de Weber, Lets Get Lost se reduciria a una hagiografia monotona, como muchos de los documentales de jazz. Cuando termina, uno sabe que ha visto una pelicula. Trimble el ya mencionado guionista podria estar hablando por Weber cuando dice: "Los musicos de jazz tenian nombres como Buck, Lockjaw, Peanuts y Dizzy y el solo se llamaba Chet, que tenia un sonido suave... Su forma de tocar, su apariencia, su nombre, todo iba junto". .